El secreto prohibido, renace

·̇·̣̇̇·̣̣̇·̣̇̇·̇ • •୨୧┈┈ capítulo 8 ┈┈୨୧• • ·̇·̣̇̇·̣̣̇·̣̇̇·̇

˚· Aelis·˚

-majestad... _las mire quienes ahora me veían con impresión, y era de entenderse. haber golpeado por primera vez a una concubina de mi esposo

-regresare a mi habitación por ahora

-si majestad_ pase a sus lados para regresar.

he leído pocos escritos, para ser sincera. puedo contarlos con una sola mano en que alguna esposa. ya sea de un reino, imperio o casa importante que se atrevía a mandar sobre la concubina de su esposo. dejar en claro cuál era su lugar.

sim embargo, mayor parte de los casos las esposas tendrían que quedarse calladas y sumisas ante esas concubinas sobre todo cuando concedían algún hijo a la monarquía masculina. era aún peor cuando ese bebe, es el heredero al trono. la esposa no tenía más elección que abandonar ese trono para entregárselo a su concubina.

en cuanto entre a mi habitación me recargue en las puertas dejando escapar un suspiro bajo, tenía que calmar todo lo que pasaba por mi mente. me acerque a una de mis sillas donde me senté luchando por pensar en otra cosa que no fuera lady alena, pero me era imposible.

los pequeños golpes en la ventana me hicieron ver al pequeño canario de plumaje dorado, me acerque abriéndola para que entrara dejándome ver en su patita una notita, la tome para poder leerla.

/mi reina, como una espada que atraviesa mi alma siento al verte triste/

sonreí ante sus lindas palabras, aunque no estuviera aun enterado de mi orden contra lady alena. me hace feliz saber que está conmigo. antes de poder contestar los golpes en mi puerta se hicieron presentes, guarde en una cajita de madera la notita. vi al canario quien se ocultó entre las grandes persianas rosadas que decoraban la habitación.

me acerque a abrir las puertas, pero las empujo entrando a mi habitación realmente cabreado.

-porque has encerrado a lady alena en la torre

-se atrevió a tocar mi trono, a sentarse sobre el

- ¿por eso? por dios aelis, no era necesario ordenarencerrarla por tres días en la torre por hacerlo

-no tomas importancia el hecho de que lady alena se haya atrevido a sentarse en mi trono. haya faltado al respeto a mi corona. a mi reino. no cambiare de opinión. lady alena estará encerrada en la torre por tres días hasta que recapacité su error_ le di la espalda para poder dejar de lado ese problema. ese dolor de cabeza que me estaba causando, tenía más asuntos que atender.

-alena está embarazada_ eso me detuvo, no sentí dolor. algún pesar en mi alma, solamente me impacto que ahora vaya a conceder al primer hijo del rey, de mi esposo. que podía esperar, la princesa heredera de la familia largus ahora tiene que soportar la impotencia de que la concubina de mi esposo ahora este embarazada

-felicidades por su hijo mi rey_ mencione de manera frívola

-aelis, si sabes lo que significa eso. entonces tienes que ordenar que saquen de ahí a alena

-no_ afirme_ lady alena cumplirá la condena en la torre

- ¡no puedes hacer eso aelis! _lo mire quien me miraba cabreado_ ella está embarazada, está esperando a tu hijo_ no evite reírme en bajo

- ¿disculpe? ¿mi hijo? le aclarare un punto mi rey, daré la bendición a ese bebe como a otros bebes del reino. pero, él o ella jamás será príncipe heredero de mi reino porque no lleva mi sangre

-es mi hijo y yo soy el rey

-solamente por mi_ afirme_ le he permitido muchas cosas mi rey, pero sabe perfectamente que si nos divorciamos usted perderá todo. y tendrá que abandonar el reino a igual que lady alena y su hijo

-no podrías hacernos esto aelis

-jamás permitiré que en el reino de Dretasan, en las generaciones de la familia largus el trono sea heredado por el hijo de mi esposo y su concubina. jamás lo aceptare. y será mejor que olvides la idea de que acoge entre mis brazos a ese bebe como si fuera mi hijo, porque jamás lo veré de esa forma. guardias_ exclame, entraron a la habitación con sus lanzas

-majestad

-el rey ya se retira, quiero estar sola

-como ordene majestad aelis, majestad. por favor acompañaos_ nuestras miradas se fijaron con desprecio, en cuanto salieron los tres me acerque a cerrar las puertas recargándome en estas.

me deslice hasta caer en el suelo aun pensando en la noticia. ahora tendré que soportar la humillación no solamente entre mi reino, si no entre las demás monarquías reales. que la reina tiene que soportar la presencia y prepotencia de la concubina de su esposo por tener al primer heredero del rey, pero no de la familia largus.

ahora me sentía frustrada, me sentía necesitada de una compañía, de un abrazo... de aleksanteri, necesitaba tenerlo junto a mí, alce la mirada al canario de plumaje dorado quien se postro en mis rodillas. me miraba dudando, es un ave. no entiende el vacío que ahora siento.

estire mi mano para que aquel canario se pusiera entre mis delgados dedos, para poder levantarme. me acerque a la mesa donde lo deje en la mesa para escribir en aquella notita.

/necesito verte esta noche, realmente lo necesito/

ate aquella nota en la pata del canario para dejarlo volar, con el deseo de poder estar con aleksanteri. necesitaba sentir sus brazos tomarme y sus dulces palabras en mi oído susurradas.




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