El Segundo Idiota.

Capítulo 9.

Hablemos del beso.


15 de Agosto de 2019.
 

Llevaba media hora tratando de quitar esta horrible cosa amarilla de mi cabello. Abigail solo me miraba desde la puerta del baño divertida.

—¿No tienes nada más qué hacer?—le pregunté viendo que solo se burlaba y no me ayudaba.

—La verdad es que no.

Iba a decir algo más pero desde el espejo vi como Mía salía de la habitación de Luis. Era muy noche como para que estuviera por aquí.

—¿Ese es uno de tus raros tratamientos capilares?—Mía se acercó.

—¿Quieren callarse?—dije metiendo mi cabeza en el lavabo.

—¿Qué hacen aquí?—reconocí la voz de Lia también.

—Oh nada, disfrutando del sufrimiento ajeno—esa definitivamente fue Mía.

—Y a todo esto, ¿tú que haces aquí?—supongo que Abi se refirió a Mía.

—Vine a ver a Lia, obviamente.

—Pero si no te había visto.

—Lia, qué mentirosa, si he estado contigo todo el día.

—Te confundiste de familiar, más bien creo que estuviste con Luis—Lia la acusó.

—¡Claro que no!

—Oigan, ¿quieren llevar esta discusión a otro lado donde no pueda oírlas?—dije aún con la cabeza en el lavabo.

—Alguien está de malas—Abi hizo un intento de susurro pero escuché.

—A ver, deja ayudarte.

Lia se acercó y yo me senté en el retrete mientras ella echaba todo lo que encontraba que pudiera ayudar en mi cabeza.

—¿Y cómo fue que pasó todo esto?—preguntó Abi.

—Ana—dijimos los tres al mismo tiempo.

—Creo que debo darle crédito por valentía, mira que por meterse con el cabello del vanidoso...

La miré mal, estaba muy fastidiado  y solo quería ir a dormir. Ana se había pasado esta vez, y mira que incluir a Bianca también... aunque bueno, de esa parte no me puedo quejar mucho.

Me besó, y no me arrepiento de haberle correspondido. En un principio si lo había hecho y había pensado en alejarme pues me agarró de sorpresa, pero cuando asimilé las cosas decidí hacer que mejor valiera la pena.

Y cuando salió huyendo la verdad es que me dejó aturdido por unos minutos.

—Iván, deja de estar en trance—escuché a Lia y quité mi mano de mis labios.

Ni siquiera me había dado cuenta de que la tenía ahí.

—¿Qué pasa?

—Ya quité todo.

Me levanté a mirarme al espejo y era cierto. Mi cabello volvía a estar en su estado perfecto de siempre. Aún mojado pero perfecto.

—¿Y al menos confrontaste a la persona que te hizo eso?—Abi preguntó en lo que secaba mi cabello con una toalla.

—No tuve oportunidad—salí del baño y las tres me siguieron a mi cuarto—. ¿No me van a dejar en paz?

—¿Cómo que no tuviste oportunidad?—ahora fue Mía—. No creo que la hayas dejado escaparse tan rápido si se trata de tu cabello.

—Alguien me distrajo.

—¿Quién?—preguntaron las tres.

—Bianca—las tres me miraron esperando a que continuara—. Me besó.

—¿Qué?—las tres volvieron a decir y se fueron a sentar a mi cama.

—Oigan, no las invité a pasar.

—¿Te besó?—Abi preguntó—. ¿Y qué hiciste?

—Ese no es el punto, creo que le empiezo a gustar.

Ese pensamiento ha rondado en mi mente en lo que va de la noche, algo me dice que tengo razón.

Las tres se miraron entre sí y luego Mía habló.

—No te hagas ideas tontas Iván, no le gustas.

—Es obvio que sí.

—¿Por qué lo dices?—Lia preguntó.

—Ha estado conmigo mucho tiempo y me besó.

—Porque su amiga se lo pidió, ¿lo olvidas?—Mía siempre tan linda.

Sé que es porque su amiga se lo pidió, pero nadie besa a alguien solo por un favor... ¿o sí?

—Pero...

—Pero nada. No le gustas y punto. Tampoco debería gustarte a ti.

—No me gusta.

—Entonces deja de emocionarte por ese beso.

—No me emociono.

—¿Entonces porque le correspondiste?—Abigail finalmente participó.

—Pues porque sí, me dio la gana y ya.

—De nuevo el mal humor—intentó susurrar Abi de nuevo a pesar de que estaba aquí.

—Es porque tres chicas molestas no me dejan dormir.

—Uy, ya cásate—Lia se levantó de la cama.

—Sí, Iván, no tienes que tratarnos así—Mía me aventó la almohada de mi cama—. Oye Lia, hablando de dormir, ¿me invitas a quedarme? Verás que es muy noche y... la verdad tengo flojera de caminar.

—Ve y pídeselo a Luis—Abi dijo bajito, pero Mía la escuchó y la miró muy mal, hasta a mí me dio miedo.

Las tres salieron de mi cuarto dejándome dormir por fin.

Me acosté y me puse a pensar en lo que había sucedido. Bianca me había besado, bueno, nos habíamos besado.

¿En serio está haciendo esto para hacerme ilusiones?

16 de Agosto de 2019.

Bien, no había podido dejar de pensar en ese beso en todo el día. Estaba harto, ni siquiera pude dormir bien dándole vueltas a todo el asunto, tenía que ponerle fin y necesitaba una explicación para ello.

Así que después del entrenamiento, esperando a que los niños llegaran para cambiarse, fui a esperar a Bianca afuera de los vestidores de chicas, ella siempre espera a los niños frente a la alberca para calentar así que suponía que estaba a punto de salir.

Cuando vi que se acercaba decidí bloquear la puerta y cuando me miró intentó pasar a lado mío desapercibidamente pero también le bloqueé el camino.

—¿Qué pasó?—preguntó nerviosa.

—¿Qué fue lo que pasó ayer?

—Pues te besé.

¿Y lo dice así tan tranquila?

—Pensé que lo ibas a negar.

—¿De que me serviría negar algo que pasó?—se encogió de hombros—. ¿O acaso hablabas de otra cosa?

—¿Y lo tomas tan a la ligera? Es obvio que hablo de eso.

—¿Qué tiene?

Hubiera preferido que se hiciera la desentendida a que no le tomara importancia al asunto.

—Que me besaste.



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Editado: 28.01.2023

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