El Segundo Idiota.

Capítulo 10.

Seamos evitados.

 

19 de Agosto de 2019.

 

Cuando salí del bachiller nunca me imaginé volver a poner un pie por los pasillos. No fue una mala experiencia escolar pero por algo había decidido no continuar con mis estudios por el momento.

Y ahora, aquí estaba por segunda vez en el mes, y lo peor es que esta vez era por voluntad propia.

Estaba en las gradas de la cancha de básquetbol viendo como la clase de Bianca tenía una agradable clase de deportes. Veo muy seguido a Bianca en traje de baño pero el uniforme de los shorts sueltos del equipo de básquetbol me da una perspectiva muy diferente sobre...

—Y luego dices que la chica no te gusta—Jorge llegó a interceptar mi vista.

—No me gusta.

—¿Entonces qué haces aquí?

—Vine a ser un buen hermano y dejarte esto—le extendí su libro—. Ahora quítate.

—Te agradecería, pero hoy no me toca inglés y no te pedí que lo trajeras, tú fuiste el que dijo que te viera aquí.

—¿Y no puedo buscar alguna excusa para venir a ver a mi queridísimo hermano menor?

El muy tarado no se quería quitar de mi campo de visión así que yo lo jalé para que se sentara, justo en ese momento Bianca volteó a vernos y me miró confundida, yo le sonreí y volvió su atención al juego amistoso que estaban dando.

—¿Qué planeas?

—Que te importa—dije sin mirarlo.

—Si no fueras mi hermano, me caerías muy mal.

—Uy, me sentiría muy mal.

—Dejando de lado tu cariño de siempre, ¿qué estás planeando con esa chica?

—¿Yo? Nada, ella es la que tiene que "conquistarme".

Todos la defienden cuando ella fue la que empezó todo esto. Pudo haber rechazado a Ana para no ayudarle pero en vez de eso, llega, se porta bien conmigo, me besa y ahora se rehusa a salir de mi cabeza.

Vamos a omitir lo último.

—Ah claro, y tú solo dejas que lo haga, ¿no?

—Así es, hasta la estoy ayudando dejando que todo sea más fácil.

—No sé si seas estúpido o solo te haces.

—Oye, no hay necesidad de insultarme.

—Lo que yo creo es que esa chica en verdad te gusta y no sabes como acercarte así que te justificas diciendo que le seguirás la corriente a su plan.

¿Cuántas veces tengo que repetir que no me gusta? Solo estoy indignado por el hecho de que se haya acercado a mí solo porque se lo pidieron y por eso voy a hacer lo mismo, acercarme a ella solo porque se me da la gana, no porque me guste.

—No necesito que me de consejos sobre chicas alguien que nunca ha tenido novia.

—Poniéndote a la defensiva solo demuestras mi punto.

—Pininditi i li difinsivi...

—¿En serio eres mayor que yo?—me interrumpió.

Esta vez decidí ignorarlo.

—Muy maduro. Solo recuerda que a ella en realidad no le gustas aunque sea lo que parece, solo ayuda a su amiga—esta vez si lo volteé a ver y el muy desgraciado tenía una sonrisa burlona.

—Eres mi hermano y aún así me caes mal.

No dijo nada más y se sentó a mi lado a mirar el partido.

Me gustaría decir que me aburrí, pero en realidad Bianca es muy buena en el deporte, podía desmarcarse muy bien de sus compañeras e hizo la mayoría de las canastas de su equipo.

Cuando terminó su clase se acercó a las gradas justamente donde estábamos.

—¿Qué haces aquí?—me preguntó.

—Hola a ti también, Bia.

—Hola, Iván—rodó los ojos divertida—. ¿Qué te trae por aquí?

—Mi hermano me citó aquí para traerle un libro, el pobrecito es muy olvidadizo. Por cierto, él es Jorge.

—Hola—a él si le sonrió amigablemente.

Jorge la saludó y tuvieron una corta conversación sobre que compartían algunas clases, pero la verdad es que no presté mucha atención, sobre todo cuando ella tomó de su botella de agua lo cual me dio tiempo de detallarla más, estaba sonrojada y un poco sudada por el deporte, de hecho alcanzo a ver como una gota de sudor bajaba por su cuello hasta su pecho y...

Alto, me dijo algo, ¿qué dijo? Estaba distraído y ahora esperaba mi respuesta.

—El partido se veía muy interesante—Jorge le contestó.

Le di un aplauso mental, salvó muy bien la situación y ahora ya no me cae tan mal.

—Bueno, será mejor que regrese, te veré al rato, Iván. Adiós, Jorge—estaba regresando a su lugar pero en un impulso tonto decidí llamarla de vuelta.

—Oye, Bia—ella volteó—. ¿Harás algo después de tus clases?

No sé de donde salió eso, pero no había marcha atrás.

—Eh, supongo que ir a trabajar.

Jorge soltó una pequeña risa y yo lo pateé.

—Oh, ¿dónde trabajas?

—En un restaurante del centro, se llama AyM's

—En ese caso, suerte.

—Gracias—volvió a darse la vuelta y se fue.

—¿Es mi día de suerte y acabo de ver como una chica te rechazó a salir?

—No iba a invitarla a salir.

—Te creo...

Está bien, iba con esa intención pero no me rechazó, solo que ya estaba ocupada. Aunque tal vez podría pasarme por ahí algún día...

23 de Agosto de 2019.

Esta semana ha sido un completo asco.

No me pregunten porque, pero he tratado de acercarme a Bianca a lo largo de los días y ella siempre se aleja. Traté de hablar casualmente con ella a lo largo del trabajo pero siempre huía para cuidar a sus alumnos y en vez de darme por vencido, tal vez comencé a ser más insistente.

Simplemente quiero averiguar si Bianca si forma parte del plan de Ana o no, una confesión es todo lo que busco. Y por eso he tratado de hablar con ella o llamar su atención, pero me evita, no había pasado mucho tiempo conviviendo con ella pero me gustaba hacerlo...

No sé que me pasa, no sé que me hizo pero me desconozco. Si una chica me rechaza inmediatamente la dejo de buscar para no ser un pesado, parece que olvidé todo eso con Bianca.



#1789 en Otros
#460 en Humor
#4538 en Novela romántica

En el texto hay: humor, romanceadolescente, humor amor

Editado: 28.01.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.