El Segundo Idiota.

Capítulo 21.

Busquemos consejos.

10 de Octubre de 2019.

Habían pasado algunos días desde las competencias y habíamos ganado varios puestos en primer lugar. Por ello nos habían dado una semana libre la cual ya casi acababa pero también en esa semana me la había pasado todos los días con Bianca y muchas horas.

Odio admitir que no me he aburrido ni un solo día y que no me he fastidiado de su compañía.

La razón para vernos era estudiar ya que sus exámenes finales estaban cerca, su examen de admisión a la universidad también y la niña decía que necesitaba ayuda con sus tareas. Pero siempre terminábamos haciendo algo diferente, terminábamos hablando hasta que era muy noche y ella partía a su casa o hasta que tenía que volver al restaurante donde trabajaba algunas veces. En otras ocasiones veíamos alguna película en la sala de mi casa o hasta convivíamos con mis hermanos y primas.

Pasar tiempo con Bianca se estaba volviendo en un hábito y de verdad que lo estaba disfrutando.

Hoy era nuestra sesión de estudio y apenas iba entrando a mi casa cuando vimos a Abigail aferrada a las piernas de Lia probablemente evitando que se fuera a algún sitio. Es raro porque hace cinco minutos las dejé tranquilas.

Luis y Jorge no les estaban prestando atención, estaban atentos a sus teléfonos como si esas dos no estuvieran montando una escena, aunque eso ya no es raro aquí.

—¿Están bien?—Bia me preguntó con diversión.

—Seh...

—No vayas con tu tonto novio, estoy solita—dijo Abigail reteniendo a Lia para que no saliera.

—Mi tonto novio también es tu tonto mejor amigo y nuestro tonto vecino. Solo voy a verlo un rato.

Lia se veía un poco fastidiada, pero Abi se veía como una niña necesitada de atención.

—Si vas le diré que le dijiste tonto tres veces.

—Tu siempre le dices bobo a tu novio y no voy y le digo.

—¡Porque es de cariño!

Lia de alguna manera logró escaparse y corrió hacia la puerta, Abi la siguió pero le cerró la puerta en la cara.

Ya sabía que ella tenía dos opciones, quedarse con los otros dos idiotas o ir con Bianca y conmigo y como ellos no estaban prestando mucha atención lo más probable era que se nos pegara como garrapata.

Me cae muy bien mi prima—aunque no se lo diré—, pero siempre termina lanzándole indirectas a Bianca sobre que me gusta a pesar de que yo no haya dicho nada al respecto y a veces siento que podría creerle y yo quedaría en ridículo así que es algo que prefiero evitar.

Tomé a Bianca de la mano rápidamente para arrastrarla a mi habitación antes de que Abigail se infiltrara pero cuando estaba cerrando la puerta ella logró poner su pie y entrar.

Se sentó en mi cama como si nada y nos observó.

—¿Y ya le dijiste que te gusta?—me dijo con una sonrisa inocente.

Bianca fingió que mi librero era más interesante aunque pude notar como se sonrojó.

—¿No tienes a alguien más que molestar, Abi?

—No realmente, tú pareces una buen opción, ¿Qué opinas, Bia? ¿Iván es una buena opción para fastidiar?

—Es muy molestable.

—Por eso seremos mejores amigas por siempre y para siempre.

Abigail se había auto proclamado la mejor amiga de Bia siempre que venía a casa, a Bianca le daba risa pero le seguía la corriente.

—Bien pues tu mejor amiga y yo debemos de hacer su tarea.

—Ya sé que hacer su tarea es código para besarse y me daría asco ver eso—se levantó y me dieron ganas de ponerle una cinta en la boca.

Por suerte no dijo nada más y se fue, cerré la puerta para que no decidiera regresar.

—Tal vez sea bueno estudiar algún día en tu casa.

Dije sentándome frente al escritorio.

—Oh no, no te gustaría ir a mi casa.

—Tal vez sí... Ahora que lo pienso, no sé dónde vives.

—Y no lo sabrás.

—Qué grosera.

Ella solo se rió y se sentó en el escritorio sacando sus cosas.

No conozco mucho de la vida de Bia, solo pequeñas cosas que ella va soltando de repente pero no me da indicio de nada, solo sé que su vida no ha de ser fácil y, aunque suene cursi y tonto, me gustaría ayudarla a que todo fuera mejor.

Comenzamos  a estudiar y traté de pensar en una manera de averiguar donde vive pero ninguna llegaba a mi cabeza ya que estaba distraído mirando como se concentraba y mordía su labio inferior leyendo la pregunta como por tercera vez ya que probablemente aún no le entendía del todo.

Me había perdido en ver el movimiento de sus labios que no me había dado cuenta de que me estaba mirando también. Tal vez me había dicho algo pero no le presté atención así que regresé la mirada a sus ojos y quedé atrapado en ellos, no podía desviar la mirada.

No estábamos hablando, de hecho estábamos cortando la distancia y me sentía muy bien de que fuera por ambos y no solo fuera yo.

Cuando estuvimos bastante cerca ella cerró sus ojos, así que yo también lo hice y apenas pudimos rozar nuestros labios cuando la puerta de mi habitación se abrió de golpe. Nos separamos inmediatamente y vi como ella enrojeció lo cual me hizo sonreír.

—Necesito tu cargador—Abigail fue la que interrumpió el momento.

Por suerte iba con la mirada en su celular y no nos prestó atención. Tomó lo que necesitaba y salió cerrando la puerta.

Voy a matar a Abigail algún día de estos.

Nos quedamos callados por varios segundos, yo tratando de acomodar mis ideas y ella parecía pensar en algo.

—Bueno...

No había terminado de hablar cuando Bianca volteó y me besó.

Me sorprendí pero le seguí el beso, fue difícil evitarlo y más cuando una de sus manos se posó en mi mejilla. Me separé de ella mordiendo levemente su labio inferior en busca de aire.

Ella abrió los ojos lentamente y tenían un brillo especial que me cautivó, pero también me asusto y creo que a ella también.



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Editado: 28.01.2023

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