El Sello de Poder - Libro 5 de la Saga de Lug

SEXTA PARTE: Lug - CAPÍTULO 100

Lug estaba sentado sobre el borde de la pila bautismal cuando Liam volvió con mantas y toallas que había encontrado en uno de los automóviles. Liam mojó la punta de una de las toallas en el agua y se dispuso a limpiar la sangre en el cuerpo de Lug.

—Esto sería más fácil si te metes al agua— opinó Liam.

—No voy a meterme ahí dentro otra vez, no me pidas eso— meneó la cabeza Lug—. Un bautismo por ahogamiento es suficiente por una noche, ¿no crees?

—Como quieras— se encogió de hombros Liam y comenzó a trabajar.

—Si no quieres hacerlo…

—No tengo problemas con hacerlo, Lug. Además, ya tengo práctica limpiando sangre de tu piel, ¿recuerdas?

—Esperemos que esta sea la última vez— suspiró Lug—. ¿Puedes sacarme las vendas de las muñecas? Están muy ajustadas y me cortan la circulación. Se me están empezando a dormir los dedos de las manos.

—Claro— dijo Liam, dejando la toalla por un momento y forcejeando con las vendas—. De verdad están ajustadas— comentó, frunciendo el ceño porque no podía desatarlas. Luego tuvo una mejor idea: desenvainó la daga ceremonial que había guardado en su cinto después de que Shenmen lo detuviera, y decidió cortarlas.

Lug dio un respingo involuntario al ver la daga acercándose.

—Tranquilo, solo cortaré las vendas, ¿está bien?— lo calmó Liam.

—Sí, sí, lo siento, es solo que esa daga…

—Entiendo. ¿Quieres mirar para otro lado mientras lo hago?

Lug lo hizo, y Liam cortó las vendas. Las heridas no existían, no había siquiera quedado cicatriz.

—¿Dónde está la niña?— preguntó Liam para distraer a Lug.

—Fue a explorar las ruinas.

—¿Por qué te llamó “papá”?

—Porque es mi hija— replicó Lug para quien la respuesta era más que obvia.

—¡Tu hija! ¿Qué diablos hace aquí? ¿Cómo llegó? ¿Y cómo hizo el truco del anillo?

—Es un misterio tanto para mí como para ti, Liam, pero creo que te siguió la pista a ti para llegar hasta mí. Y lo del anillo… bueno, creo que tiene poderes insospechados incluso para mí que soy su padre.

—Tengo otra pregunta para ti.

—Dime.

—¿Qué pasó con Shenmen?

—Aquí viene ella, ¿por qué no se lo preguntas?— indicó Lug con la cabeza hacia Lyanna que venía dando saltitos por un sendero.

—¿No sería más fácil limpiarlo si se metiera al agua?— preguntó Lyanna al ver a Liam frotando pacientemente la sangre para sacarla.

—Se lo dije, pero no quiere saber nada con meterse a la tina— respondió Liam.

—Oh, papá— lo amonestó ella, medio en broma, medio en serio—. ¿Cómo vas a superar tus traumas si no te enfrentas a ellos?

Y antes de que Lug pudiera reaccionar, Lyanna corrió hacia él y lo empujó con fuerza, haciéndolo caer en el agua.

—¡Ly!— gritó Lug, irritado y sorprendido a la vez.

Liam dio un salto hacia atrás, pero no lo suficientemente rápido como para evitar ser salpicado por el chapuzón de Lug. Lug quedó sumergido con la cabeza bajo el agua por un momento, pero Liam lo tomó rápidamente de las axilas y lo tiró hacia arriba. Lug boqueó desesperado, tosiendo y maldiciendo.

—Eso fue muy desconsiderado, Ly— le dijo Lug a su hija cuando se recuperó del susto.

—Por el contrario— dijo ella—, lo hice con toda mi consideración hacia ti, papá.

Lug rezongó por lo bajo con palabras ininteligibles.

—¿Quieres que…?— se acercó Liam con la toalla para seguir limpiándolo.

—No, está bien— replicó Lug, frotándose la sangre con las manos y tiñendo el agua de rojo.

—Me alegro de que te bañes solo como un adulto, papá— sonrió Lyanna.

—Eres cruel, ¿lo sabías?— le reprochó Lug.

—Como dijo Hamlet: “Debo ser cruel, solo para ser bondadosa”— replicó ella.

—¿Desde cuándo puedes citar Shakespeare?— frunció el ceño Lug.

—Desde que Mercuccio me dio a leer sus obras— respondió ella.

—Tienes una hija bastante difícil— le murmuró Liam a Lug.

—No tienes idea— gruñó Lug por lo bajo.

Lug terminó de limpiarse y salió del agua. Liam le alcanzó una toalla para que se secara y una manta para que se envolviera.

—¿De casualidad no encontraste ropa en los coches?— preguntó Lug.

—De hecho, sí— respondió Liam, alcanzándole un pantalón y una camisa—. Parece que pensaban cambiarse las túnicas por ropa normal después de la ceremonia. Espero que sea de tu talla.

—Se acerca bastante, gracias— respondió Lug, comenzando a vestirse.




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