El Sello de Poder - Libro 5 de la Saga de Lug

SEXTA PARTE: Lug - CAPÍTULO 103

—¿Puedo hacerte otra pregunta?— dijo Liam.

—Claro.

—Lug me dijo que había algo en este mundo que bloqueaba su poder, pero eso no parece afectarte a ti, ¿por qué?

—Básicamente porque conservo mi memoria de quién soy, y fui criada con muy pocas programaciones limitantes. Mi padre en cambio, sufrió una educación que le ocultó su identidad y destruyó sistemáticamente su autoestima hasta borrar su valor personal. Le costó mucho trabajo descubrirse y desarrollar sus habilidades. Pudo hacerlo en el ambiente del otro mundo, donde para su inconsciente, no existían las reglas limitantes de éste, y por lo tanto era aceptable construir su verdadero poder. Pero al regresar aquí, los viejos patrones volvieron a restaurarse, y por lo tanto, cree que no tiene poder aquí.

—¿Quieres decir que el bloqueo del que habla Lug no existe en realidad?

—Existe una malla energética que rodea el planeta y mantiene los sistemas de creencias en su lugar. La percibí cuando llegué aquí. Es bastante poderosa, pero no tanto como para no poder ser rota por una conciencia individual que quiera explorarse a sí misma sin restricciones. El problema es que casi nadie quiere hacerlo porque el sistema mismo de limitación ha instalado un programa de defensa muy potente: el miedo. Mientras una persona siga teniendo miedo de creer en algo diferente a lo que cree, no podrá ver más allá de lo que la malla permite.

—Por lo tanto, ¿todo es cuestión de creencias?

—Efectivamente.

—Pero entonces, ¿cómo se explica que funcionara el ritual de las cruces? Yo no creía en lo que estaba haciendo, y sin embargo, Lug casi muere cuando le cerré todos sus centros de energía.

—Tú no lo creías, pero él sí. Cuando creas una realidad en la que involucras a otro ser humano, los dos tienen que consentir la co-creación de esa realidad para poder percibirla y para que se manifieste de forma física. Si un brujo lanza una maldición, se hará efectiva solo si el embrujado acepta y cree que está siendo afectado por ella.

—¿Y qué hay del Ritual de Ocultamiento? Yo no creía en él y tú no tienes tu poder limitado en este mundo, así que, ¿cómo es que funcionó? ¿Cómo es que al buscar a tu padre diste conmigo tal como se esperaba?

—Mi poder es ilimitado, pero el poder de todos los seres humanos es ilimitado también, lo que significa que cuando quieres crear una realidad que incluye a otros seres humanos, estos deben consentir co-crear contigo, como ya te dije. Mi padre creyó que estaba oculto de mí, y entonces yo no pude hacer nada al respecto, él no quería co-crear un encuentro conmigo en ese momento, y yo no podía forzarlo.

—¿El hecho de que yo no creyera en esos símbolos en sus brazos no importó?

—Sí importó, porque en realidad, sí lo creías.

—No— negó Liam con la cabeza—, no lo creía.

—No lo creías de forma consciente, pero sí de forma inconsciente.

—¿Quieres decir que creo cosas que no sé que creo?

—Por supuesto, por eso estos rituales funcionan, porque su significado y patrón de acción ya están cargados en el inconsciente colectivo de tu mundo. Y ese inconsciente colectivo está conectado con tu inconsciente individual. Por eso, aunque no entiendas lo que significa un símbolo o para qué sirve, parte de ti lo sabe, lo cree, y por lo tanto, lo activa.

—¿Quién cargó el significado de esos símbolos en el inconsciente colectivo?

—Esa es una buena pregunta. No he investigado el asunto, pero presumo que tuvo que ser una co-creación entre seres humanos y entidades como Meldek.

—Y supongo que esos seres humanos se involucraron con esas entidades porque creyeron que las entidades les darían el poder que deseaban, cuando en realidad el poder siempre había sido de los humanos en  primer lugar, y solo estaban siendo usados y engañados.

—Lo vas entendiendo, sí. Esas entidades son parásitos mentales y energéticos, y pueden embaucar fácilmente al ser humano si éste lo permite.

—¿Pero cómo supieron qué símbolos usar o qué rituales usar?

—Ningún símbolo o ritual tiene significado en sí mismo, el significado se lo da la persona que lo creó. Así que nunca fue cuestión de encontrar el símbolo correcto, sino de crear uno cualquiera y darle la intención deseada.

—Me pregunto cuántos de esos símbolos usamos a diario sin saber cómo fueron programados y qué efecto están teniendo en nosotros.

—Muchos— respondió Lyanna—. En mi corta estadía aquí los he visto por todos lados, invadiendo cada rincón de la existencia humana.

—¿Cómo podemos saber lo que significan de forma consciente? ¿Cómo podemos protegernos de su efecto?

—Traer a la conciencia cada símbolo con todas sus variantes para poder conocer cómo fue programado es una tarea ardua e inútil, puesto que los símbolos siguen estando allí, y no hay forma de evitar el contacto con ellos pues todo lo que nos rodea es en realidad símbolo, y conocer o desconocer su significado no cambiará las cosas.




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