El Sello de Poder - Libro 5 de la Saga de Lug

SÉPTIMA PARTE: Otra vez Liam - CAPÍTULO 112

—Esto es muy impresionante— dijo Lug, tomando asiento en la silla donde había estado Rory y apoyando los papeles que había estado estudiando durante la entrevista de Liam con el Concejo.

Al verlos más de cerca, Liam reconoció los papeles: eran sus notas sobre la investigación y los cálculos de su estrategia.

—Pensaste en todo— siguió Lug—. Bueno...— se corrigió—. Casi todo.

—Si te refieres al hecho de que terminé encerrado y ahora estoy esperando mi sentencia…

—No, no me refiero a eso— meneó la cabeza Lug.

—Adelante, ¿por qué no me lo echas en cara? Sé que quieres hacerlo— le espetó Liam, enojado.

—¿Qué cosa?

—Reprocharme el no haber informado a Alaris de lo que iba a hacer. Haber puesto la vida de Rory en peligro… Traté de hacer las cosas bien, Lug, te lo juro. Traté de plantearle las cosas a Alaris, pero…

—Alaris nunca hubiese aceptado tu plan— lo cortó Lug—. Entiendo perfectamente por qué lo hiciste a sus espaldas.

Liam guardó silencio por un momento, desconcertado, y luego:

—¿Entonces? ¿Estás enojado por qué no te lo planteé a ti?

—Yo tampoco lo hubiera aceptado, y no estoy enojado. Liam, tu plan fue brillante, pero debes admitir que en el otro mundo, siempre que se ha aplicado la estrategia de problema-reacción-solución ha muerto mucha gente para que el sistema pueda imponer nuevas reglas. Eso era algo que ni Alaris ni yo hubiésemos condonado para el Círculo.

—Pero hice las modificaciones necesarias para que no hubiera derramamiento de sangre— protestó Liam, señalando sus papeles.

—Es verdad, pero te equivocaste en algo, y eso pudo haber desatado una catástrofe y un daño difícil de reparar— le dijo Lug, eligiendo uno de los papeles y presentándoselo a Liam.

Liam observó que el papel que Lug le alcanzaba era el que contenía la lista de sus co-conspiradores.

—Estos son mis colaboradores— declaró Liam—. ¿Vas a arrestarlos también?

—¿No notas algo extraño en esa lista, Liam?— le preguntó Lug, ignorando la pregunta del otro.

—¿Extraño? No, ¿por qué?

—¿Cómo reclutaste a estos alumnos?

—El primero con el que hablé del tema fue Rory. Tuvo sus dudas al principio, pero cuando leyó todos los detalles, le pareció que teníamos buenas probabilidades de éxito y decidió apoyarme.

—¿Y los demás?

—Los demás son del equipo de Erika. Trabajan en los huertos con Maira.

—¿Erika los reclutó?

—No exactamente. Cuando llegué a la escuela hace seis meses, no me fue fácil integrarme con los demás, pero hubo un muchacho que me ayudó mucho, casi el único que me hizo sentir bienvenido a pesar de mi condición de extranjero del otro mundo. Su nombre es Elleb.

—Elleb— repitió Lug.

—Sí.

—¿Sabes quién es Elleb? ¿Cuál es su habilidad?

—Algo relacionado con los vegetales, supongo. Trabaja en los huertos bajo la supervisión de Erika. Fue él el que se ofreció a ayudarme a reclutar estudiantes para mi estrategia. Todos los que están en esta lista, incluso la propia Erika, fueron persuadidos de participar gracias a él.

—Liam, tu plan requería participantes con agallas, con experiencia en sus habilidades y con algún historial de oponerse a la autoridad. Ninguno de estos chicos cumple con eso, excepto Rory.

—No fue fácil reunir colaboradores, todos tenían miedo. Tomé con gusto a los que se ofrecieron— protestó Liam.

—Excepto que no se ofrecieron— le retrucó Lug.

—¿Qué quieres decir?

 —¿Por qué no hablaste con Llewelyn o con Julián?— continuó Lug—. Ellos son más del tipo de personas que te hubieran seguido en esto, y sus aportes te habrían sido muy útiles.

—No lo sé— se encogió de hombros Liam—. Supongo que no pensé en Llewelyn porque era tu hijo, y Julián… bueno Julián está muy enojado conmigo.

—Pero tú sabes lo que pasó con Llewelyn y Lyanna, sabes que me desafió y la escondió de mí. ¿No crees que habría sido un miembro perfecto para tu grupo? Alguien con las agallas suficientes para oponerse a las autoridades del Círculo sin importar las consecuencias, ¿no era eso lo que estabas buscando?

—Sí, supongo que sí— admitió Liam—. Llewelyn era ideal para esta misión.

—¿Entonces? ¿Por qué no lo contactaste?

—No lo sé— murmuró Liam.

—Pero habría sido la opción más lógica, ¿no es así?

—Sí… ahora que lo dices, no sé por qué no hablé con él— admitió Liam.

—Y Julián y tú se volvieron amigos… Sin embargo, nunca le hablaste de tu plan secreto.




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