El Sello En Un Beso

Capítulo 1

Natalia solo era una joven cuando se enamoró por primera vez y veía el mundo de una manera diferente, del amor solo sabía lo que veía a su alrededor y hay que destacar que la mayoría eran un completo desastre. 
Pero aquel hombre de quien se había enamorado demostraba no ser como todos los que veía con sus amigas, primas, o incluso como sus tíos. Él era atento y cariñoso, nada que ver con su apariencia, o sería porque lo veía desde los ojos de una adolescente enamorada. En todo caso para Natalia ese año estaba siendo el mejor con diferencia, estaba experimentando experiencias nuevas y maravillosas para ella. Cada noche que tenía que decir adiós a Iker ya estaba esperando con ansias a que llegara el día siguiente. 
Un día que la tocó quedarse cuidando las cosas le dijeron a Iker que se quedara con ella para que no se sintiera sola y por primera vez en su vida, no la importó ni se quejó de salir con esos “ancianos” amigos de sus primas y las mismas, porque su amor de alguna manera, pertenecía a ese grupo. 
- Hola Natalia, ¿te puedo decir Nathy? 
- Hola, claro, ¿qué tal Iker? 
- Bien y tú? 
- Bien,- se sonrojó un poco y giró la cara hacia otro lado muerta de vergüenza. 
- Eres la más pequeña del grupo, siempre te veo con tus primas, pero hasta ahora no tuve la oportunidad de hablar contigo 
- Sí, tengo 14 años, en diciembre hago los 15, tú cúantos tientes?- preguntó la joven con pudor  
- Tengo 21 años y en diciembre hago los 22, qué dá cumples? 
- El día 6 y tu? 
- El día 24 
- En noche buena jajaja 
- Sí, 
Después de eso se pusieron a hablar de cosas sin importancia conociéndose más, así día tras día y sin saberlo la menor, estaban entablando algo más que una amistad; pero a sus ojos, ella era poca cosa, una niña y él nunca se fijaría en ella, de manera que se empezó a conformar con hablar con él cada vez que coincidían en los encuentros con sus primas y los amigos de éstas. 
Un día antes de llegar a casa una noche que salió con sus primas, pasó algo que ella no se esperaba, Iker llevó a una chica y la presentó como su novia. 
- Mila, te quiero presentar a la enana del grupo- dijo este cogiéndola de la mano para guiarla donde estaba la menor- Nathy, te presento a mi novia Mila. 
- Hola Nathy, encantada de conocerte, Iker habal mucho de ti.- dijo la novia con una sonrisa como si estuviera hablando con una niña de seis años y no con una chica de 14 para 15 
- Nathalia, encantada de conocerte Mila- dijo la menor con una voz que destilaba ira, no sabía contener sus emociones, todavía empezaba a asimilar qué era que le gustase alguien y la costaba tener que aceptar que ese alguien no la correspondía, pero lo que más rabia la daba era que sus suposiciones fueran ciertas, porque en el fondo de su alma, deseaba estar equivocándose y esperaba con ansias que Iker también hubiera empezando a sentir algo por ella. 


La novia de Iker puso cara de desconcierto por la respuesta de la menor y se giró para ver a su novio y hacer una pregunta muda y antes de que Iker respondiese la menor se adelantó. 
- Me llamo Natalia no Nathy 
- Ah de acuerdo,-dijo la novia apenada- pensé que te podía llamar Nathy al igual que lo hizo Iker. 
- Solo mi familia y allegados me llaman Nathy o Thalia 
- Vale, -dicho esto se fue. 
Cuando la novia se había alejado lo sufiente para no escuchar la conversación del mayor con la menor, este se giró hacia Natalia estupecfacto. 
- Qué es lo que acaba de pasar Nathy? 
- Natalia,- dijo esta tajante 
- Hasta donde tengo entendido no te molestaba que te llamase Nathy, o me equivoco? 
- No, no me molestaba, pero ahora lo hace. 
- Y se puede saber por qué? 
- Pues….. es que no quiero que tu novia se ande pensando que porque tú haces ciertas cosas conmigo o me llamas de ciertas maneras, ella también puede hacerlo. 
- Vale, eso  lo entiendo, pero hasta ahora, desde que te conozco, nunca has tratado a nadie tan indiferente como lo has hecho con Mila y eso es algo que me ha dejado descolocado. 
- Lo siento si te ha molestado, es que no ando de humor hoy 
- Seguro andas en tus días 
- No tiene nada que ver con eso 
- Entonces qué es? 
- Nada, no me apetece hablar- dijo la menor con los nervios a flor de piel 
- Sabes que siempre vas a contar conmigo verdad? 
- Sí, pero ahora no me apetece hablar en serio Iker- y antes de que el mayor pudiera responder ella se alejó de este con prisa y se acercó a su prima mayor que se encontraba junto a su pareja- me voy a casa que me encuentro mal- dijo la menor a su prima al oído para que solo ella la escuchara. 
- Qué te pasa? 
- Nada, solo me duele la cabeza y tus amigos gritan mucho,- dijo soltando aire con aire de aburrimiento- y ya sabes como me pongo cuando me entran las migrañas. 
- No quieres que pasemos por una farmacia por unos ibus? 
- No hace falta, tengo en casa, si no hay, me voy a tomar un paracetamol y voy a dormir 
- De acuerdo, cualquier cosa, llama- le da su teléfono 
- Vale, gracias- se da la vuelta para ver a todos sin mirar a nadie en especial- me voy a casa. 
- ¿Qué te pasó enana?- la pregunta Pablo. 
- Nada importante, está con migrañas- responde su prima por ella 
- Y por eso la mandas a casa? 
- No,- esta vez responde la menor- he decidido subir yo porque con las migrañas me vuelvo insoportable por el mal humor que me da y vosotros gritáis más que los altavoces de la feria; parece que lleváis un amplificador en la garganta- dijo esta soltando una pequeña sonrisa. 
- Entonces no pasa nada- dijo el chico que siempre quiere hablar con ella pero su prima siempre lo impide- si te encuentras mal, ve a casa y descansa- se levantó y la dejó un beso en la comisura de los labios haciendo que la menor se tensase. 
- Gracias- dijo intentando alejarse todo lo posible de Marcos. Levantó la mano y despidió al resto con un movimiento de manos y se dispuso a marcharse, pero para su mala suerte la persona a la que menos quería tener cerca ni hablar con él habla. 
- Espera, te acompaño hasta que te acuestes y me vuelvo. 
- No hace falta, puedo estar sola no me va a pasar nada 
- Thalia, prefiero que vallas con Iker, solo va a ser en lo que te cambias, tomas la pastilla y te acuestas- dijo la prima con cara de angustia puesto que sabía lo que pasaba cada vez que le daban migrañas y quería que estuviese segura. 
- Vale, como digas- se giró al mayor- vamos. 
Ambos subieron en silencio sin intención de dar el paso de borrar esa tensión que se había instaurado entre ambos, por un lado, el mayor presentía que era por su culpa, pero era ajeno al verdadero motivo del comportamiento de la menor, en cambio ella trataba de olvidar quién la acompañaba y se encerró en su mundo. Al llegar a la casa esta quiso cerrarle la puerta al mayor para impedir que pudiera acceder a su casa, pero él fue más rápido y se lo impidió empujando sin ejercer demasiada fuerza y entrando. Una vez dentro se quedaron un rato retándose con la mirada hasta que el mayor rompió el silencio. 
- Y bueno, se supone que debes tomarte una pastilla, dónde está? 
-  En el botiquin del baño, ahora vpy por ella- dijo la menor caminando hacia el baño cuando se mareó y tuvo que sujetarse a la pared para no caerse asustando al mayor que se le acercó corriendo 
- Estás bien? 
- Sí, solo ha sido un mareo por la migraña, necesito tumbarme.- entonces el mayor la tomó en brazos y la llevó a su habitación y la colocó sobre la cama 
- Voy por la pastilla y el agua 
- Gracias 
El mayor salió corriendo hacia el baño para coger la pastilla y luego se fue a la cocina por un vaso de agua y al entrar en la habitación de la menor abrió la puerta con algo de premura y fuerza haciendo que esta se golpease con la pared lo que hizo que la menor se quejase como estaba de espaldas a él no pudo apreciar que esta estaba llorando. 
- Te traje la pastilla y el agua- la dijo sentándose a la orilla de la cama 
- Está bien, gracias- dijo esta con una serenidad que no tenía, entre las migrañas y el dolor de amor estaba que se moría- puedes irte. 
No se imaginaba que el mayor la iba a dar la vuelta y cuando quiso esconderse fue tarde, el lahabía visto y se sintió mal e impotente sin saber qué podía hacer para mitigar su dolor. Por inercia le dio un abrazo que hizo que la menor se sintiera mal, ella lo veía como si él tuviese lástima de ella. 
La menor no quería que tuvieran lástima de ella.  

 




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