Por primera vez Ron se disponía a contar su historia era una tarde otoñal, estaba el gran maestro y Ron en el jardín para su primera sesión
Narra Ron.
Markethe y yo teníamos dos años que nos habíamos ido de la capital de Yurei, buscando las pruebas que pudieran comprobar que mi padre no hizo lo que decían y así con la aprobación del consejo mundial y quizás con la ayuda de Cawdor atacar a Neipoy y tener justicia para mi padre y todos los que murieron en Chuugi.
Pero sin importar a donde fuéramos y las preguntas que hiciéramos incluso bajo amenaza nadie sabía nada, era frustrante no poder tener las pruebas que queríamos tener.
— ¿Estas bien? — me preguntó Markethe.
— Si solo que ya me estoy hartando de esto, según nadie sabe nada —
— Calma hermano sabremos llegar a la verdad, sabes bien lo que ocurrió aquel día— me fomento Markethe como en tantas ocasiones con miedo en sus palabras, en ocasiones me parecía que también era odio.
— ¿Si, Markethe ya lo sé hasta cuando vas a seguir con eso? —
— No me hables así, pude mostrarte con mis biorecuerdos lo que hiciste— respondió esta vez más alterado, definitivamente si sentía algo de odio, ¿pero por qué? ¿Porque ahora siente eso por mí?
Ya estaba cerca el pueblo del que nos habían informado estaba un sargento que había estado en el ataque a Chuugi.
— ¿Y me vas a ignorar? — me preguntó Markethe tomándome del brazo con fuerza, me había distraído sumergido en mis pensamientos.
— ¿Que? Disculpa me distraje— intenté parecer despreocupado, pero yo sabía que a él no lo podía engañar a pesar de que siempre seguía intentando.
— Que ya vamos a llegar, recuerda concéntrate y no te vayas a pasar de los límites la idea es conseguir la información que queremos— Me dijo Markethe sin soltarme el brazo.
Hice que me soltara — este hablará te lo garantizo — dije con una sonrisa, pero pude observar como el rostro de mi hermano expresaba miedo.
Llegamos al pueblo y preguntamos por el ex—sargento Nic Uduro, nos dijeron que estaba en una taberna donde acostumbraba a ir a conversar.
Antes de entrar a la taberna como ya había pasado antes pude ver a mi padre a un lado de la puerta mirándome fijamente con cara de reproche.
Al entrar a la taberna no fue difícil saber quién era él estaba alardeando de sus victorias y sus logros en el ejército, de inmediato nos dirigimos hasta donde él estaba.
— ¿Qué le parece si nos cuenta una de la batalla de Chuugi? — pregunto Markethe apoyándose en la barra frente al sujeto, sin la más mínima intención de ser sutil, yo por mi parte me coloque por detrás para evitar que saliera corriendo; inmediatamente las personas que estaba cerca de él se alejaron de él.
— ¿Quiénes son ustedes? — Pregunto Nic con preocupación, pero con calma.
— Yo soy Markethe Vitis─ y mi compañero es Ron Tower, existe la posibilidad y la probabilidad que sepa quiénes somos —
Cuando Markethe pronuncio nuestros nombres fue el evidente que el hombre sabio quienes éramos, sus ojos se abrieron como platos y nos miró repetidamente a ambos casi sin parpadear.
— Mejor vamos a un lugar más privado para poder hablar — Dijo Markethe.
Fuimos a otra habitación allí y después de media hora de intimidación se mantenía en su posición diciendo que él no sabía nada eso fue un mal sueño; yo ya no tenía paciencia me acerqué al sujeto y empecé a golpearlo con todas mis fuerzas.
— Para ya — me decía constantemente Markethe, incluso se acercó a mí, pero ya no iba a permitir más mentiras o almenas eso creí yo, le lance una bola de fuego a Markethe que lo dejo muy herido al otro extremo de la habitación; tome al hombre por el cuello y lo levante y antes de usar mi poder e incinerarlo de adentro hacia fuera pude recordar las palabras de Kandros el día que dejamos el ataúd de mi padre en la capital.
"Honraremos por siempre lo que nos has enseñado".
Pero eso no me detuvo, seguí calentando el cuerpo de ese hombre que me separaba de la verdad y pude ver como su vida escapaba de su cuerpo.