El señor amargado ¿puede ser mi papá?

CAPÍTULO 3

CAPÍTULO 3.

Arthur.

Odio que me cambien las citas sin avisar. Necesito que mi madre firme antes de las diez esta petición para el laboratorio, pero como mi cita de las nueve ha pasado a las nueve y media, ya voy con prisa.

Cuando llego al despacho, mi madre ya está allí. Y no está sola.

Hay una mujer sentada frente a ella, con una carpeta sobre las piernas y una expresión de falsa serenidad. La reconozco al instante.

—Tú… —La chica de la puerta. La que no ve por donde camina.

—Tú… —susurra ella, pero calla enseguida.

Me detengo un segundo. Solo uno y me recompongo enseguida.

—Ah, Arthur —dice mi madre—, justo a tiempo. Te presento a Charlotte West. Candidata para el puesto de enfermera pediátrica.

Genial. Lo que me faltaba escuchar hoy.

—¿Nos hemos visto antes? —pregunto, con el tono más neutro que soy capaz de fingir, aunque no debería hablar de nada que no sea profesional.

Ella me mira. Me fijo en esa forma que tiene de levantar la barbilla un poco.

Tiene carácter.

—Un encontronazo sin importancia en la entrada —dice. Luego gira el rostro hacia mi madre—. No sabía que trabajaba aquí, señora Parker.

—Pues ahora lo sabes —respondo sin perder la calma—. Soy el director clínico.

Mi madre me lanza una mirada de advertencia. Siempre se pone en ese plan cuando nota que estoy siendo… yo. Y no puedo evitarlo. No confío en la gente que presume de saberlo todo sin escuchar primero. Aunque esta mujer parece tener experiencia. Y por lo que veo en su ficha, no miente.

—Charlotte nos ha enviado su currículum desde Pediatría Sean Central —dice mi madre, como si el ambiente no se pudiera cortar con tijeras.

—Sí —dice Charlotte, volviendo a ese tono de voz firme que no sé si me molesta o me intriga—. He trabajado los últimos cinco años allí. Pero necesitaba un cambio…

—¿Motivos personales? —pregunto.

—¿Eso es relevante para el puesto? —contesta ella, devolviéndome la pregunta.

Vaya. Tiene respuesta para todo.

—Solo si afecta a tu rendimiento.

—No lo hará.

Silencio.

Miro a mi madre. Ella sonríe, encantada con la tensión. Disfruta más de estos momentos que de una merienda con sus amigas. Al parecer, ya ha leído el currículum y ha tomado notas. Como siempre.

—Tu experiencia parece buena —comento, sentándome al fin—. Pero aquí las dinámicas son distintas. No es un hospital general, es una clínica pediátrica privada que vale cada centavo que pagan nuestros clientes. Aquí los padres lo preguntan todo. Se preocupan por cosas que no tienen importancia médica, pero para ellos lo son todo y hay que estar a la altura.

—Me adapto rápido —responde.

—Veremos.

—¿Algún problema conmigo? —pregunta de pronto, con la voz ligeramente tensa.

—¿Eso crees? Encima de maleducada, egocéntrica.

—No… —Se indigna. —Solo lo pregunto porque hay gente que no oculta demasiado bien su antipatía.

La miro. Sin apartar mis ojos de los suyos.

—Yo no soy antipático. Soy directo.

—Vaya, qué alivio —responde ella—. Pensé que ya me había ganado un enemigo en mi primer día en Ashburd.

—No soy tu enemigo, West. Pero tampoco soy ni seré tu amigo. Solo evalúo si serías una buena enfermera pediátrica para los niños que vienen aquí. Eso es todo.

Mi madre carraspea.

—La decisión no se tomará hoy. —digo. —Haremos otras entrevistas y luego te llamaremos.

—Perfecto —dice ella, poniéndose de pie—. Gracias por recibirme.

—Gracias a ti por venir —responde mi madre con su eterna sonrisa maternal.

Yo no digo nada más. Solo asiento.

Cuando se va, cierro la puerta con calma. Me apoyo en el marco y me cruzo de brazos.

—¿Te cae bien?

—Tiene carácter —dice mamá, sin levantar la vista del cuaderno—. Y es brillante. Aunque a ti eso siempre te pone nervioso.

—No me pone nervioso. Me hace desconfiar…

—Tú desconfías hasta de los cactus, hijo.

No respondo porque tiene razón.

Charlotte West ha entrado pisando fuerte y la verdad es que no sé si eso me gusta o me fastidia.

Quizás un poco las dos cosas.




Reportar suscripción




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.