El Señor de los Ladrillos

CAPÍTULO VII EL LADRILLO VA A ESQUIAR

Finalmente, la Comodidad del Ladrillo decidió partir, no tanto por voluntad propia, sino porque Elrock, desesperado aburrido, había decidido dejar de pagar las cuentas de su casa. Viéndose sin agua caliente, alimentos, sin electricidad y sin TV por cable, los miembros de la Comodidad prefirieron viajar.

Ir hacia el norte les pareció una buena idea: siempre habían oído decir que la mejor marihuana se cultivaba allá, y que las mujeres eran más fáciles. Sin embargo se equivocaban.

Gandulfo marchaba adelante, en una litera transportada por Merry y Pippín, aduciendo que debía estar descansado por si eventualmente necesitasen de su "magia" [hágase el gesto de "comillas" con los "dedos"]. Les seguían Troncos y Burromir, quienes a menudo peleaban por las sobras de comida. Sam, Gilme y Fletolás se les perdían constantemente entre los matorrales, y sucedió que muchas veces debieron volverse a buscarlos. Flojo, en cambio, se había sentido agotado desde el momento en que partió, y cualquier roca que viera le parecía el más cómodo de los asientos invitándolo a posar su trasero en él. Si no hubiese sido por el constante acechar del Jinete, a lo mejor Flojo se hubiera quedado echado.

No era tampoco que el Jinete fuese muy amenazante. Simplemente caminaba al lado de Flojo, y lo miraba de manera fija. Aunque tampoco le quedaba muy claro a Flojo si en realidad lo estaba mirando, ya que el Jinete no tenía ojos. (de hecho era más como ver un Jawa de Tatooine, la voz ayudaba a este efecto)

En otras ocasiones parecía que el Jinete sólo se dedicaba a parlotear durante horas, quejándose de los bajos sueldos en Gordor, y de que era lo que iba a hacer cuando todo este asunto del Ladrillo se resolviese y se pudiera jubilar.

- UNA PEQUEÑA CASITA BLANCA, CERCA DEL LAGO, CON CÉSPED Y UNA REJA DE MADERA COLOR CANELA. PONDRÉ UNA MECEDORA EN EL PORCHE Y VERÉ PASAR LA GENTE....

- ¿ ah, si ? - respondía Flojo, sin mayor interés.

- Y TENDRÉ UN PERRO. UN LABRADOR. ME GUSTAN LOS PERROS LABRADORES.

- mmmh.

- CUANDO ME JUBILE PODRÍAS IR A VISITARME.

- Seguro.

Aunque Flojo no estaba seguro de si llevaban días o semanas caminando, si estaba seguro de que parecían meses. De hecho estaba bastante molesto con Elrock, quien tenía muchos caballos a su haber, y sin embargo fue incapaz de prestarles uno solo siquiera, alegando que se los iban a hacer mierda.

- Deténganse - señaló Gandulfo desde su litera. - Montaremos acá nuestro campamento.

- ¿ Acá de nuevo ? - se quejó Troncos. - ¡ Sí estamos apenas a cien metros de la Casa de Elrock !

Gandulfo se irguió, miró hacia el horizonte con las manos a manera de visera sobre los ojos y luego asintió.

- Tienes razón. Tal vez el haber estado dando vuelta en círculos nos ha demorado en nuestro viaje.

El grupo había pasado las dos últimas semanas dando vueltas en torno a la casa de Elrock, albergando la secreta esperanza en su corazones de que éste, arrepentido, los saliese a buscar. [un rápido cambio de la camara (swoooosh !) hacia la casa de Elrock nos lo muestra en calzoncillos, con un bolsononón de palomitas sobre sus piernas, viendo las peleas de la WWF]

Antes de que pudieran acomodarse para descansar, algo húmedo y tibio golpeó el cuello de Sam. La súbita visión de lo innombrable le hizo exclamar, con una voz que luego le parecería demasiado ronca y varonil para su gusto, la frase que solía caracterizarlo: "¡Corran !".

El grupo entró en desbandada. Merry y Pippín arrojaron la litera mientras Gandulfo trataba de salir de ella. Troncos corría como el oso del Pájaro Loco. Gilme trataba de correr al tiempo que intentaba ponerse los pantalones, ya que el grito de Sam le llegó justo cuando se había ido a defecar tras unas matas. Todos los miembros de la Comodidad del Ladrillo se habían ocultado tras las rocas.

Tras unos segundos de silencio, y cuando ya parecía que la situación había sido sólo una de las tantas histeriqueadas de Sam, una mancha oscura se alzó en el cielo, al Sur, y se movió como el humo llevado por el viento. Un súbito rumor de aleteos los atemorizó. Un ruido similar a "putucrrruuuú, putucruuuuú" fue creciendo en intensidad. De pronto, y a tan sólo unos centímetros de Flojo, otro proyectil húmedo y tibio cayó con un ruido que podría escribirse como "plotsch". A este plotsch, le siguieron varios plitsch y algunos plutsch, aunque nunca algún platsch. Todo mezclado con aleteos.

 

Plutsch, plitsch, plitsch, aleteo, putucruuuuuú, plitsch, aleteo, aleteo, putucruuuuuú Plutsch, plitsch, plitsch, aleteo, putucruuuuuú, plitsch, aleteo, aleteo, putucruuuuuú Plutsch, plitsch, plitsch, aleteo, putucruuuuuú, plitsch, aleteo, aleteo, putucruuuuuú Plutsch, plitsch, plitsch, aleteo, putucruuuuuú, plitsch, aleteo, aleteo, putucruuuuuú Plutsch, plitsch, plitsch, aleteo, putucruuuuuú, plitsch, aleteo, aleteo, putucruuuuuú Plutsch, plitsch, plitsch, aleteo, putucruuuuuú, plitsch, aleteo, aleteo, putucruuuuuú ….




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