El Ser Mitológico

QUINTA ESCENA

—«Hechicería espacio-temporal: Invocación demoníaca» —dijeron al unísono Las Dificultades, las cuales se encontraban encapadas en una manta aterciopelada y tonificada de color morado.

Como líderes elitistas, Jade y Sebastián se colocaron al frente del mando de la situación. Agnis dio un paso atrás para soslayar la batalla y, además, sabía que «Invocación demoníaca» no podía ser un hechizo así de ameno.

—Soy Jareth de la élite Dafean —dijo un chico con una apariencia un poco más chica que la de Agnis. Al parecer tanto Jareth como Agnis habían dado un paso atrás alejándose de la situación problemática actual. Agnis sintió que Jareth emanaba un aura extraña, pero no le prestó mucha atención.

Desde donde se encontraban Jareth y Agnis se podía visualizar una aparición invocatoria, en un resplandor opaco, de lo que parecía ser un ser supranatural: un demonio antiguo excarcelado de las profundidades del mal. 

Aquel ser supranatural se presentó con un destello negruzco de partículas, traslúcido de un inmenso o doble tamaño del promedio de los seres mágicos. Detrás de aquel ser demoníaco se hallaban dos enormes alas de color negro brillante, reluciente, centelleante e impresionante. En adición, tal demonio antiguo tenía algunos rasgos animalescos como, por ejemplo, en vez de uñas tenía garras encorvadas. 

Jareth y Agnis, al ver semejante ser, se tomaron inconscientemente de las manos. Aparentemente aquellos dos no estaban preparados ni entrenados para la batalla o, bueno, ese tipo peligroso de batalla.

—Invocadores, ¿dónde está mi tributo? —dijo el gran demonio con matiz deslumbrante.

Uno de Las Dificultades, específicamente el tercero de izquierda a derecha, alzó su brazo derecho y, con ello, se levantó aquella inamovible capa morada, de donde salió una daga hechizada, con un símbolo exaltado de un corazón estacado, de tamaño considerable que se encabezaba justo hacia Emma. Katie, que estaba próxima, se abalanzó contra Emma interponiéndose entre la daga hechizada grisácea y el destino de Emma. La daga hechizada estaba a punto de calar el corazón vívido de Katie.

—«Encantamiento másico: intercambio corporal» —De repente, Katie estaba justo al lado de Agnis, sosteniéndole la mano; mientras que Jareth había sido astillado protegiendo a Emma. El cuerpo de Jareth, sin incineración alguna, empezó a desvanecerse en cenizas, cenizas de sacrificio.

Una pequeña lágrima se resquebrajó a lo largo de todo el ser de Jade. Un alarido fue soltado cuando Katie se dio cuenta que su amigo (quizá más querido) había muerto. Los demás integrantes de la élite Dafean estaban completamente estupefactos, doloridos. Emma, con una expresión incomprendida, fue la única que vivió toda aquella situación crítica.

—El sacrificio adeudado del tributario hacia su amor a través del tiempo es el mejor tributo que podéis darnos a los demonios antiguos, a los demonios que los seres mágicos alguna vez sellaron… —detuvo el discurso dejando parte del mensaje en incógnita, como si todo se tratara de algún juego de palabras que los chicos no podían ahora entender.

—¿Quién eres? —le preguntó osadamente Sebastián al demonio antiguo. Este lo quedó viendo con un sabor exquisito entre su boca.

—Mara, el demonio de la ilusión… —se presentó dicho ser supranatural con una sonrisa malévola.

—«Encantamiento de sello: historial diáfano» —dijo uno de Las Dificultades. Alrededor del demonio Mara aparecieron vendajes con grafías extrañas que lo mantenían inmovilizado, así como también se presentó una iconografía carcelaria alrededor de Mara.

—Tratan de liberarlo… —vociferó Ethan a todos los demás.

Jade, mentalista de los seres naturales, a través de la razón mental encuadró todo el ecosistema presente en una especie de espejo líquidamente férreo que, al parecer, mantenía a todos, incluidos Las Dificultades y el demonio, alejados de la realidad: había creado una hiperrealidad con el fin de mantener a raya al gran demonio de la ilusión. Los demás integrantes de Dafean rodearon la hiperrealidad para mantenerla intacta.

—«Emancipación hechizada: sello de liberación» —dijo una de Las Dificultades, pero esta vez aquel que dijo aquellas palabras aparentaba ser un individuo con gran poderío mágico, pues liberar un demonio antiguo sellado es bastante complicado y requiere un gran conocimiento mágico y un gran poder mágico.

Todas y cada una de las ataduras de sellado del gran demonio de la ilusión Mara habían sido desbloqueadas, libertadas y emancipadas. El gran demonio de la ilusión ya no pertenecía al Limbo, la hiperrealidad de la magia del sellado. La élite Las Dificultades había desaparecido sin ningún rastro de escape, bueno al parecer solo uno: el rastro de liberar a un demonio antiguo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.