El Ser Mitológico

SEGUNDA ESCENA

Agnis estaba tirado boca arriba sobre su cama viendo el techo, reflexionando sobre que preferiría no dormir a seguir encontrándose con Malum. Cada escena que Agnis recordaba de Malum era esa escena en la que se desangraba, en la que moría lentamente o en la que jamás había pensado que saldría con vida. Se preguntaba cómo Spot habría soportado todo ello, mejor dicho, se refería a Natus Vincere.

Katie tocó la puerta con golpes suaves.

—Aún sigo vivo —bromeó un poco Agnis, aunque lo dejó debido a que se espeluznó de su propio comentario.

Katie abrió la puerta.

—Te buscan —dijo Katie.

Agnis se confundió totalmente.

—Ryan —dijo Katie tumbándose en la cama con una pose de te-he-pillado.

Agnis se ruborizó y salió a atender a la visita inesperada.

—Hola, hermosura —saludó Ryan con un guiño.

—¿Puedes dejar de utilizar esas palabras? —dijo Agnis con una voz tímida.

—Así se saluda, ¿no? —Ryan evadió la pregunta con sagacidad.

Agnis hizo caso omiso a la engorrosa situación.

—¿Qué quieres?

—A ti —respondió Ryan.

Agnis le cerró con ímpetu la puerta en la cara a Ryan.

—Es sobre la fiesta —gritó a través del otro lado de la puerta cerrada.

Katie, escondida, estaba escuchando toda la conversación.

—Modales —le objetó Katie. Agnis volteó a buscar a Katie, pero no la vio por ningún lado.

Agnis abrió la puerta, frunció el entrecejo y esbozó una expresión huraña.

—No quiero.

—Ándale —le suplicó Ryan.

—Dile que sí —Agnis escuchó decir a Katie.

Una vez más cerró la puerta en las narices de Ryan. Agnis se arregló lo más rápido que pudo, quizá utilizando uno que otro truco de magia. Volvió a abrir la puerta. Por un momento, Ryan contempló la apariencia de Agnis. Ambos se dispusieron a salir y a dirigirse a la fiesta mágica.

—¿Dónde es?

—Las mejores fiestas mágicas quedan en la ciudad encantada —contestó Ryan—. Debes que aprender muchas cosas —añadió—. Yo te enseñaré —dijo Ryan mientras agarraba de la mano a Agnis y se sumergían en la muralla o pasadizo que daba de la ciudad hechizada a la ciudad encantada.

Durante la caminata de la ciudad hechizada a la ciudad encantada, Agnis se intimidó un poco.

—¿Cómo sabías dónde vivía?

—En realidad, no sabía —confesó Ryan con un tono especulativo—. Sabía en qué lugar vivía Sebastián de la élite Macapa, eso no es tan difícil de saber —Se detuvo, quizá para dar una pausa intrigante.

—¿Y entonces? —Agnis se irritó un poco.

—Pues observé que en la ceremonia de Jareth, tú llegaste con la élite Macapa —Se contuvo—. ¿Qué eres para la élite Macapa? —consultó Ryan—. No recuerdo a alguien como tú en la élite Macapa —declaró Ryan atisbando cada detalle nimio de Agnis.

—Quieren que me integre a su élite —manifestó Agnis con un sonido vacilante.

—Integrante delegado… —precisó Ryan. Este sintió una fría y cortante mirada que lo acechaba—. Solo decía —Reía un poco para salvaguardar la integridad de Agnis.

—Oye, pero la élite Macapa ya está completa… —Se frenó en sí mismo—. Ya veo, vas a ser su mentor.

—¿Mentor? —Agnis se extrañó un poco.

—Sí, el mentor es el cargo elitista más importante.

Al escuchar las palabras tentadoras de Ryan, Agnis sintió un escalofrío pesado por todo su cuerpo.

—¿Qué hace un mentor?

—Bueno, un mentor —explicaba Ryan— es el que adiestra a todos los integrantes de la élite, el que aconseja en la toma de decisiones al líder de la élite, al que protegen los integrantes elitistas, lo que se desempeñan en investigación mágica dentro de la élite—Cada palabra que decía la expresaba con un aburrimiento—, cosas por ese estilo…

—¿Y un líder? —Ryan volteó a verlo, pero recordó que había quedado en enseñarle lo que fuese necesario.

—Pues un líder comanda un grupo, responde ante las regulaciones mágicas por responsabilidades de sus integrantes, entre otras cosas de mando. 

 —¿Tú qué eres? —le preguntó Agnis a Ryan.

—No todo son élites —le explicó Ryan—, algunos trabajan en solitario, otros trabajan en duplas como los fisicalistas y mentalistas…

—No entiendo qué son élites, entonces —rechinó Agnis.

Ryan se giró en sí, asió a Agnis de los hombros e intentó explicarle:

—La petición elitista es la clave —Ryan soltó a Agnis y siguieron caminando.

A Agnis se le hacían esas palabras demasiados familiares, como si la hubiese escuchado en alguna sesión de las regulaciones mágicas.

—La petición elitista —continuó— es un ritual hechizado que se lleva a cabo en una élite para integrar a un individuo. Tal integración —Ryan hizo un ademan de titubeo— es tan mágicamente fuerte que cuando alguno muere, deben utilizar la magia del olvido que, de algún modo, los deslinda…




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