Los días pasaban volando al lado de Adrien. Con él todo era más fácil. Era capaz de ver más allá de mi apareciencia, a diferencia del resto de mis compañeros. Las tardes junto a el descubriendo Roma nos habían convertido en muy buenos amigos. No recordaba otros momentos más felices. Adrien Black en poco más de un mes había hecho que mi vida se viese envuelta de luz.
Ahora mismo me encuentro acabándome de arreglar en mi habitación, al tiempo que miro asombrada caer los copos de nieve por la ventana. Son muy pocas las ocasiones en las que nieva en Roma, por lo que mi estado eufórico ante este hecho es más que lógico. Bueno, para ser sincera también se debe al chico que aguarda dando círculos enfrente de la puerta. Agarro el abrigo junto a la bufanda que tengo tendidos en la cama y me los pongo a medida que bajo las escaleras. Tan pronto salgo a la calle me encuentro frente a frente con Adrien, quien me regala una sonrisa.
-Cada día estás más guapa-Me dice al tiempo que me aparta un mechón, haciendo que sienta esa corriente eléctrica cada vez que me toca.
Caminamos juntos hacia el parque, en donde todos nos miran. Ese hecho ya no me importa. Me acostumbré a las miradas y a los cotilleos de tal manera que no me hacen ya daño. De camino, nos paramos en una chocolatería, en donde nos compramos un chocolate caliente junto con unos churros que llevamos al parque. Una vez en el, nos sentamos en un banco enfrente del lago.
-¿Alguna vez has jugado a verdad o atrevimiento?-Me pregunta Adrien.
-No, pero se como se juega. ¿ A que viene eso?
-Podíamos jugar.
-¿Ahora?
-Si-Me dice mirándome a los ojos. Nunca he sido muy partidaria de ese juego por miedo a lo que podían preguntarme o mandarme, pero los ojos vibrantes de Adrien sobre los míos hacen que responda que si.-Muy bien las damas primero.
-¿Verdad o atrevimiento?
-Verdad.
-¿ Por que decidiste acercarte a mi en tu primer día?
-Creo que de eso ya hablamos Lucinda. Me acerqué a ti porque vi algo especial en tu interior. No se como explicarlo bien, pero es como si fueras un ser de luz.-Sus palabras logran tranquilizarme nuevamente, como ya lo habían hecho con anterioridad.-Mi turno ¿Verdad o atrevimiento?
-Verdad
-¿ Cual es el verdadero motivo de que la gente no te acepte?-Sabía que el juego era verdad o atrevimiento, ¿ Pero como decirle la verdad?. Si le confiaba mi mayor secreto: el hecho de ver las auras o poder oír lo que piensa la gente; me tomaría por loca y me rechazaría coma el resto. Al final decido contarle lo que ya sabe.
-Me rechazan por mi aspecto. Soy diferente a cualquier persona. A veces desearía ser normal, como al resto.
-La gente en ocasiones es demasiado ciega para poder ver la verdadera belleza-Comenta, al tiempo que posa una mano sobre la mía, la cual empieza a acariciar realizando pequeños círculos con su pulgar.
-Es tu turno de nuevo ¿ Verdad o atrevimiento?
-Atrevimiento
-Invítame al baile de invierno del centro.-No puedo creer que estas palabras acaben de salir de mi boca.
-Lucinda ¿ Me harías el honor de ser mi acompañante en el baile de invierno? De esta forma al menos habrá una estrella en el baile-Lo veo arrodillado enfrente mía, como en ese instante de la película en la que el joven le pide matrimonio a su amada.
-Hiré encantada contigo-Le digo arrodillándome también, de forma que quedemos cara a cara.
-¿Verdad o atrevimiento Lucinda?
-Atrevimiento.
-Besame-Tengo miedo. Nunca antes había besado a un chico y temo no saber hacerlo. Los nervios empiezan a recorrer mi cuerpo entero. Se calman cuando siento una de las manos de Adrien sobre mi megilla y la otra en mi espalda.-Tranquila- Esa es la palabra que hace que me lance a sus labios. Nuestros labios se unen en un beso dulce, con sabor a chocolarte. Cuando nos separamos observo el color de su aura. Es rosa mezclado con amarillo, los mejores colores qje podía ver.
Después del beso, nos dirigimos a una sala de cine en donde echan películas típicas de Navidad viejas. Nos sentamos en las últimas butacas, de tal forma que nuestras manos puedan estar entrelazadas y mi cabeza quede sobre su hombro.
-¿Sabes qué?-Me pregunta nada más terminar la película.Niego con la cabeza.-El mejor regalo de Navidad para mi es saber que me acompañarás al baile y que ahora estamos saliendo.
-Eso ya lo hacíamos antes. Me refiero a lo de salir.-Observo como se ríe. Me encanta el ruido de su sonrisa.
-Me refería a que ahora ya somos algo más que amigos. ¿Somo novios no?-Me pregunta al tiempo que agarra mi mano para salir del cine y dirigirnos a mi hogar.
-Supongo que si lo somos-Le respondo escondiendo mi rostro entre mi pelo avergonzada.
-No te escondas por favor. Detesto que lo hagas. No tienes nada de lo que avergonzarte. Eres perfecta ante mis ojos.
-Es que nunca he salido con nadie antes y temo no saber hacerlo bien. Seguro que tu has salido con alguien antes que yo y...
-Para no sigas. Es cierto que salí con otra chica antes que tu, pero no quiero que sientas que te voy a comparar. Lucinda, me gustas, me gustas mucho. No sabes cuanto.-A continuación siento como sus labios se posan sobre los mios, demostrando que sus palabras son ciertas.
Caminamos un rato más hasta llegar a nuestros destino en donde nos despedimos con un pequeño beso. Cuando llego a mi habitación meto la pequeña rosa que me acaba de dar Adrien en un jarro con agua al mismo tiempo que me llega un mensaje a mi nuevo móvil. Lo abro y veo que se trata de Adrien
Adrien: Ya te hecho de menos. Quiero volver a verte. Me estoy volviendo adicto a tu presencia.
Le contesto rápidamente con un "Yo también". A continuación apago el móvil y me pongo mi pijama para meterme en mi cama, en donde comienzo a leer nuevamente Cumbres borrascosas.
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Editado: 03.06.2019