El Silencio de Black Hollow

Capítulo 8: La Pesadilla Recurrente

El sueño siempre comenzaba igual:

Dereck estaba descalzo en el bosque, con la luna llena brillando como un ojo infectado entre las ramas. Sus pies se hundían en la tierra húmeda, cada paso dejando un rastro de huellas que sangraban en lugar de hundirse. Delante de él, entre los árboles, una figura encapuchada se movía sin hacer ruido, arrastrando algo pesado y oscuro que dejaba un reguero brillante sobre las hojas secas.

Espera— intentaba gritar Dereck, pero su voz no salía.

El aire olía a hierro y a flores podridas.

Esa noche, la pesadilla era diferente.

La figura se detuvo bajo un roble retorcido y por fin se volvió hacia él. Bajo la capucha no había rostro, solo un vacío que absorbía la luz de la luna. Cuando abrió los brazos, Dereck vio lo que arrastraba:

Era Liam.

Su hermanastro yacía pálido como la cera, los ojos abiertos y vidriosos, la boca cosida con hilo negro. Su camisa blanca impecable estaba empapada en rojo, y en su pecho, alguien había tallado un símbolo:

☽✧☾

La figura sin rostro extendió una mano hacia Dereck. Esta vez, tenía dedos. Demasiados dedos, largos y delgados como raíces de árbol, que se retorcieron en el aire formando letras, palabras:

"Tú siguiente."

Dereck intentó retroceder, pero sus pies estaban atrapados. Miró hacia abajo y vio que las raíces de los árboles se habían enrollado alrededor de sus tobillos, apretando como torniquetes. Peor aún: no eran raíces. Eran venas, gruesas y pulsantes, que emergían de la tierra y se conectaban a sus piernas como si siempre hubieran estado allí.

La figura encapuchada se acercó, y por primera vez, Dereck pudo ver dentro de la capucha. No estaba vacía. Estaba llena de algo que su mente no podía procesar: una masa oscura y palpitante de bocas sin dientes, lenguas bifurcadas y ojos que parpadeaban en distintas direcciones.

Despierta— susurró la criatura con docenas de voces superpuestas.

Dereck se incorporó en la cama con un jadeo, el sudor frío empapando su camiseta.

Su habitación estaba igual: los dibujos en las paredes, la ventana entreabierta, el olor a humedad y madera vieja. Pero algo no estaba bien.

Sus pies estaban cubiertos de tierra.

Y en la palma de su mano izquierda, sangrando levemente como si hubiera sido grabado con una uña, estaba el mismo símbolo que había visto en el pecho de Liam en su sueño:

☽✧☾

Fuera, en el pasillo, algo respiró contra la puerta de su habitación.

—Dereck... —era la voz de Liam, pero distorsionada, como si algo intentara imitarla—... ¿estás despierto?

El picaporte giró lentamente.

Dereck se quedó paralizado, mirando cómo la puerta se abría centímetro a centímetro, revelando primero los dedos de Liam (demasiado largos, demasiado pálidos), luego su brazo (manchado de algo oscuro que goteaba en el suelo), y finalmente—

¡DESPIERTA!

Dereck se sacudió violentamente. Estaba acostado en su cama, la luz del amanecer filtrándose por la ventana. No había tierra en sus pies. No había símbolo en su mano.

Pero cuando miró hacia la puerta, estaba entreabierta.

Y en el umbral, había huellas de barro que entraban a su habitación... pero ninguna que saliera.



#1011 en Thriller
#494 en Misterio
#373 en Suspenso

En el texto hay: suspenso misterio

Editado: 23.08.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.