El Silencio de Black Hollow

Capítulo 14: La Señal en el Brazo

El túnel devoró a Dereck en una oscuridad tan densa que pareció tragárselo entero. Corrió con las manos extendidas, sintiendo las paredes húmedas y frías como piel muerta. El eco de las risas infantiles lo perseguía, mezclándose con el sonido de sus propios jadeos.

No supo cuánto tiempo pasó en la negrura, pero cuando finalmente emergió, la luna llena lo bañó con su luz enfermiza. Estaba en el cementerio antiguo, justo detrás de la iglesia abandonada que Marck había mencionado. Las lápidas se inclinaban como dientes podridos, musgo creciendo sobre nombres borrados por el tiempo.

Un escalofrío repentino lo hizo mirar su brazo izquierdo.

Tres líneas paralelas le atravesaban el antebrazo, rojas e inflamadas, como si algo con garras lo hubiera arañado mientras corría. Pero lo más aterrador no eran las marcas en sí, sino el patrón que formaban:

El mismo símbolo.

El mismo maldito símbolo que había visto en el altar, en su sueño, en el libro de los Hollow.

Dereck se llevó los dedos a las heridas y tuvo que morderse el labio para no gritar. La carne ardía, como si le hubieran tallado las marcas con hierro candente. Peor aún: bajo la piel, algo se movía, pequeños bultos que serpenteaban siguiendo el trazo de los arañazos.

—No, no, no —murmuró, frotándose el brazo como si pudiera borrar las marcas.

El viento silbó entre las lápidas, llevando un susurro que no era del viento:

"Marcado..."

Dereck giró sobre sí mismo, pero solo vio sombras danzando entre las tumbas. Sin embargo, una lápida en particular llamó su atención.

"Lina Graves - 2009"

Era sencilla, sin epitafio, pero alguien había dejado un objeto a sus pies: un espejo ovalado, el marco adornado con rosas talladas.

El mismo diseño que las rosas blancas del jardín de los Hollow.

Dereck lo recogió con manos temblorosas. Por un instante, solo vio su propio reflejo: pálido, los ojos inyectados en sangre, el cabello revuelto y sucio de tierra.

Entonces el reflejo sonrió.

No fue él quien lo hizo. Su boca permaneció cerrada, pero en el espejo, su imagen mostraba una sonrisa demasiado ancha, demasiado llena de dientes afilados.

Tienes su sangre —dijo el reflejo con una voz que era la de Dereck, pero distorsionada, como si algo hablara a través de él—. Pero también tienes la mía. Y eso te hace peligroso.

Dereck estuvo a punto de arrojar el espejo, pero entonces su reflejo levantó su brazo izquierdo, mostrándole algo que lo paralizó:

En el espejo, las marcas de su brazo no eran tres simples líneas.

Eran letras.

"SANGRE VERDADERA"

Y debajo, en símbolos más pequeños:

"Busca donde el río olvida los nombres"

Un trueno retumbó a lo lejos, aunque no había nubes en el cielo. El reflejo de Dereck palideció, sus ojos dilatándose en puro terror.

¡Ella viene! —aulló—. ¡Escóndete, idiota!

Dereck no lo pensó dos veces. Se arrojó detrás de la lápida de Lina justo cuando algo aterrizaba donde él había estado parado.

El olor lo delató antes de que pudiera verlo: gardenias y tierra de tumba.

Claire.

O lo que fuera que llevara su piel ahora.

Sus pies descalzos, blancos como la cal, aparecieron a centímetros de su escondite. Garras negras se engancharon en la lápida, raspando el mármol.

Dereck... —cantó, con una voz que era dulce y putrefacta al mismo tiempo—. No puedes esconderte de la familia, cariño.

Dereck contuvo la respiración, apretando el espejo contra su pecho. En su superficie, su reflejo le hacía señas desesperadas, señalando hacia la iglesia abandonada.

Un grito desgarrador resonó en la distancia.

¡DEREECK!

Era Liam. Pero no el Liam frío y perfecto que conocía. Este grito estaba lleno de un dolor tan humano que le partió el alma.

Claire (¿la cosa?) giró hacia el sonido con un gruñido de hambre.

¡Mío! —rugió, y se lanzó hacia las sombras.

Dereck no esperó. Corrió hacia la iglesia, el espejo ardiendo en sus manos. Al cruzar el umbral, una inscripción en la pared lo detuvo en seco:

"El río olvida los nombres bajo el púlpito"

Y allí, entre las tablas podridas del suelo, vio algo que hizo que la marca de su brazo palpitara en código morse:

Una trampilla.

Y sobre ella, pintado con lo que solo podía ser sangre seca, el nombre que lo condenó:

"HOLLOW"



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En el texto hay: suspenso misterio

Editado: 23.08.2025

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