El Silencio de Black Hollow

Capítulo 25: El Ritual

El bosque se abrió de golpe, revelando el claro donde el pozo esperaba.

No era una estructura abandonada, como Dereck había imaginado. Era algo vivo.

Las piedras que lo rodeaban no estaban apiladas al azar; formaban un círculo perfecto, cada una tallada con símbolos que ardían con un fulgor verdoso bajo la luz de la luna llena. El agua en su interior no reflejaba las estrellas: era negra como el alquitrán, y burbujeaba lentamente, como si algo respirara bajo la superficie.

Y alrededor del borde, ellos esperaban.

Los habitantes de Black Hollow.

No eran una multitud, apenas una docena de figuras con capuchas oscuras, pero Dereck reconoció sus siluetas: el director Calloway, la bibliotecaria Graves, el viejo Tom (ahora con la espalda recta y los ojos brillantes), y otros rostros familiares del pueblo.

En el centro, de pie sobre una losa de piedra plana, estaba Lillian Hollow.

Vestía un traje de época negro, su cabello recogido en un elaborado moño atravesado por huesos pequeños. En sus manos sostenía un cuchillo de obsidiana que parecía absorber la luz.

A sus pies, Liam yacía inmóvil, atado con cuerdas que no eran de cáñamo, sino de pelo humano trenzado.

Pero lo peor no era eso.

Era el árbol.

Un roble antiguo que se alzaba detrás del pozo, sus ramas retorcidas extendiéndose como dedos huesudos. Y de ellas colgaban vestidos infantiles. Decenas. Quizás cientos. Todos de diferentes épocas, todos manchados de tierra y algo más oscuro.

El vestido amarillo de Sarah colgaba en el centro, como un trofeo.

Lillian alzó los brazos.

¡Sangre llama a sangre! —anunció, su voz amplificada por algo que no era humano—. ¡Un Hollow debe morir para que el linaje continúe!

Los presentes murmuraron la respuesta al unísono:

¡Sangre por sangre!

Dereck intentó retroceder, pero unas manos lo agarraron por detrás.

Mike.

O lo que quedaba de él.

Su piel ahora era completamente gris, sus ojos dos pozos negros sin fondo. Le susurró al oído con un aliento que olía a tierra de tumba:

Te gustará, al final. A todos les gusta.

Lo arrastró hacia el círculo. Los presentes se apartaron, formando un pasillo que llevaba directo a la losa de sacrificio.

Lillian sonrió al verlo.

Hijo mío —dijo, extendiendo una mano enguantada—. Todo esto es para ti.

Dereck miró a Liam. Su hermanastro (¿era su hermanastro?) tenía los ojos abiertos, vidriosos, pero en ellos había un destello de conciencia. Un rastro del verdadero Liam.

No... —logró decir Liam, con un hilo de voz—. Corre...

Lillian golpeó a Liam con el mango del cuchillo, haciéndolo callar.

El pacto debe cumplirse —dijo, señalando el pozo—. Ella tiene hambre.

El agua negra burbujeó con más fuerza. Algo grande se movió bajo la superficie.

Dereck sintió que lo empujaban hacia adelante. Sus pies pisaron algo blando: pétalos de rosa blancos, tan frescos que debían haber sido arrancados esa misma noche.

El ritual es simple —explicó Lillian, acariciando el cuchillo—. Tu sangre abrirá la puerta. La de Liam la mantendrá abierta. Y cuando Ella salga...

Sonrió, mostrando demasiados dientes.

Black Hollow será inmortal.

Los presentes murmuraron su aprobación. El director Calloway dio un paso al frente, sosteniendo un cuenco de plata que Dereck reconoció demasiado bien: el mismo del altar en la casa.

No me tocarás —logró decir Dereck, aunque su voz sonó frágil—. Soy sangre verdadera.

Lillian rió.

Por eso mismo eres perfecto.

Un grito desgarrador interrumpió la ceremonia.

Mary.

Apareció en el borde del claro, cubierta de sangre y barro, sosteniendo algo que hizo que Lillian palideciera:

El diario de Sarah, abierto en la última página.

¡Lo sabía! —gritó Mary, tambaleándose hacia adelante—. ¡Guardó la página final! ¡La que explica todo!

Lillian se abalanzó hacia ella, pero Mary era más rápida. Arrojó el diario a Dereck, quien lo atrapó al aire.

Las palabras finales de Sarah estaban escritas con una caligrafía temblorosa, como si las hubiera escrito en la oscuridad:

"El ritual no es un sacrificio. Es un intercambio. Sangre verdadera por la prisionera. Un Hollow debe tomar su lugar. Solo así se cerrará la puerta."

Y debajo, un dibujo:

Una mujer de pelo negro, de pie dentro del pozo, con cadenas alrededor de los tobillos.



#1608 en Thriller
#763 en Misterio
#587 en Suspenso

En el texto hay: suspenso misterio, paranomal

Editado: 21.10.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.