El Silencio de las Auroras

Capítulo 14: La Magia en Cada Corazón

El estudio de Anya se convirtió en un centro de energía creativa, un espacio donde la magia de las auroras se respiraba en cada pincelada. Su arte se extendía por el mundo, no solo a través de las galerías y museos, sino a través de los corazones de las personas que la habían tocado.
- "Kaelen," dijo Anya, con una sonrisa radiante, "cada día recibo más cartas, más mensajes, más historias de personas que han encontrado su propia luz gracias a mi arte."
- "Tu luz se está expandiendo por el mundo, Anya," respondió Kaelen, con una voz llena de orgullo. "Estas iluminando corazones, despertando sueños, cambiando vidas."
Anya sintió un calor inundar su alma. No se trataba solo de la fama o el reconocimiento, sino de la sensación de que su arte estaba creando un impacto real en el mundo.
- "¿Crees que la magia de las auroras, la magia del espíritu del norte, se está extendiendo por el mundo gracias a mi arte?" preguntó Anya, con un tono de voz lleno de emoción y curiosidad.
- "La magia ya estaba dentro de cada corazón, Anya. Tu arte la ha despertado", dijo Kaelen, con una sonrisa llena de sabiduría. "Tú has sido el catalizador, la fuente de inspiración, la guía que ha ayudado a la humanidad a recordar la magia que reside en su interior."
Anya sintió que la energía de las auroras latía dentro de ella, como un eco de su viaje a Svalheim. La magia no era solo un recuerdo, era una fuerza viva que fluía por su cuerpo, su alma, su arte.
- "Kaelen," dijo Anya, con un tono de voz que reflejaba su profunda conexión con el mundo, " siento que nuestra misión se está completando. La luz de las auroras se ha extendido por el mundo."
- "No se ha completado, Anya," dijo Kaelen, con una voz llena de esperanza. "Se ha transformado. La magia de las auroras no es un destino, es un camino continuo. Tú has encendido la luz en el corazón de la humanidad, y esa luz continuará brillando para siempre."
Anya sintió un sentimiento de paz y gratitud inundar su ser. Su viaje al norte le había enseñado que la magia es un estado de conciencia, un camino sin fin.
- "Pero, ¿qué pasa conmigo, Kaelen? ¿Cuál es mi destino?" preguntó Anya, con un tono de curiosidad.
Kaelen la miró a los ojos, con una mirada llena de amor y comprensión.
- "Tu destino, Anya, es seguir brillando, seguir inspirando, seguir creando. Tu arte es tu propia aurora boreal, una luz que guía a otros hacia su propia magia. No hay un final, Anya. Solo hay un continuo flujo de luz, de amor, de esperanza."
Anya se sintió llena de inspiración. Su corazón latía con una fuerza nueva, una fuerza que la impulsaba a seguir creando, a seguir compartir su arte con el mundo, a seguir iluminando el camino de la humanidad.
- "Gracias, Kaelen," dijo Anya, con un tono de gratitud. "Por todo."
Kaelen sonrió, con un brillo en los ojos que la llenaba de paz y esperanza.
- "Siempre estaré contigo, Anya. En tu corazón.




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