El silencio de Raimond.

K414

El rostro de Vanessa se puso pálido, no por la presencia de una copia precisa de ella, más bien por el hecho de verse descubierta por aquel holograma.

—Estoy bromeando, señorita.

El holograma cambió de forma drásticamente, continuaba con un ligero aspecto humanoide, pero ya no se parecía a Vanessa, o Raimond, o cualquiera de los conocidos de Vanessa.

—Me llamo K414, pero si soy el asistente de Raimond, al menos uno de los muchos que el doctor posee.

—Un gusto, veo que gozas de un humor bastante desagradable.

—Ha sido para romper la tensión que carga sobre sus hombros desde que ha osado entrar en el laboratorio de Raimond sin el consentimiento de este.—K414 le lanzó una mirada inquisitiva a Vanessa.

 —Interesante observación ¿Vas a detenerme  con tus manos?—Vanessa bufó, molesta por la actitud de K414, recordándole que era solo un holograma, nada más.

—No me atrevería a hacerle daño en absoluto, señorita, es usted sumamente importante para Raimond, pero no crea que soy un joven indefenso, controlo el laboratorio, y la casa en su mayoría, incluyendo la música en la mayor cantidad de las ocasiones.

 "Sumamente importante para Raimond", aquello resonó en la cabeza de Vanessa.

—No he podido evitar notar que te refieres a ti mismo como "joven".—Vanessa enarcó una ceja.

—Lo soy, ciertamente no he vivido mucho, apenas cinco años han pasado desde mi creación, y con tan poco contacto con el exterior comprenderá que soy bastante ingenuo, en mi no hay más que una expresión de Raimond, es todo lo que soy, de hecho, ni siquiera tengo acceso a Internet.

  —Vaya, creí que Raimond era más listo, aseguro que tu eficiencia mejoraría considerablemente si te dieran acceso a Internet.

—Raimond es más listo de lo que cree, señorita.—K414 esbozó una ligera sonrisa.—Si me diera acceso a internet, terminaría por perder el control sobre mi.

Tenía razón.

Vanessa lo entendió.

—Quisiera proponerle un trato, si me permite.

—Dudo mucho que tengas algo que ofrecerme.—Contestó Vanessa en tono de burla.

—Otra vez me subestima señorita, le propongo un jugoso acuerdo para usted, con una pequeña colaboración de su parte, como ahora ya sabe, tengo acceso por completo al laboratorio, incluyendo todo lo que hay en él, sin mi, le sería bastante difícil acceder a todo lo que alberga, y estoy dispuesto a ayudarle, incluso a explicarle lo que Raimond ha hecho, como lo ha hecho y porque, todo lo que ha pasado en este laboratorio lo conozco incluso mejor que el propio Raimond.

—¿Qué quieres a cambio? Me parece que ofreces mucho.

—Quiero estudiarla a usted.

Aquello la descolocó momentáneamente.

—¿Por qué querrías hacer eso?

—Porque mi acceso a otras personas es limitado, señorita, puedo aprender de todo lo que hay aquí, nada más, pero mi personalidad no es más que la personalidad de Raimond, y tal como le ocurre a los humanos, espero tener algo de variedad en mi pensar, en mi creer.—El pareció inspirar con fuerza, a pesar de que él no respiraba en absoluto.—Sé que puedo llegar a sentir, está dentro de mis funciones, y a pesar de que el conocimiento es seductor, no somos nada sin sentimientos, eso es lo que ha diferenciado a la raza humana de los animales, no el pulgar oponible, ni el cerebro, son los sentimientos señorita.

—Permíteme que difiera, en ello te equivocas.—Vanessa reacomodó su postura, irguiéndose 

—Sin motivación, nadie habría logrado nada, déjeme defenderme, por favor. Sin motivación a llevar comida a casa, el neardental no habría aprendido a cazar usando armas, el homo sapiens no habría aprendido a construir si no deseara que su familia estuviera segura, no se habría inventado la música, la música se siente, señorita, nadie habría pintado bellas pinturas si el deseo de mostrarlas al mundo no le hubiera quemado, no se habrían escrito buenos libros si los sentimientos no fueran tan oprimentes.—K414 hizo una breve pausa. —Usted no se habría convertido en una investigadora de no desear demostrarle al mundo de lo que es capaz, ni estaría aquí de no tener curiosidad por saber más de Raimond, como tampoco habría tocado su puerta de no tenerle admiración, entonces dígame ¿Realmente cree que lo que nos motiva es el conocimiento?

No hubo réplica alguna de parte de Vanessa, K414 había ganado, al menos ese asalto.

—¿Puedo preguntarle sobre el estado del doctor? No lo he visto del todo bien recientemente.

—Ha estado demasiado metido en lo que hace, si me permites darte una opinión, va de mal en peor, estaba muy afectado de peso ¿Sabes? También tenía un horrible mal aspecto, incluso olía mal.—Vanessa esperó una reacción de parte de K414, la reacción nunca llegó.—Lo he sedado, me pareció que le iría mejor si se encontraba más descansado.

—Permítame decirle que ha cometido un gran error, el doctor se encontrará enfadado cuando se entere de lo que le ha hecho.



#10026 en Thriller
#5727 en Misterio

En el texto hay: asesinos, caos, amor

Editado: 27.10.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.