Adele.
El domingo,me levanté una hora más tarde. La noche anterior, él, durante el viaje de regreso a casa,solo me había dirigido la palabra,antes de descender del coche,para decirme que a las nueve y media, debía acompañarlo al servicio dominical,pero me miró en varias ocasiones durante el regreso.
Yo decidí no mirarlo directamente. Pero mientras los recuerdos de la noche venían a mi mente sonreí.
William III conde de Woodstock.
La ví replegarse sobre la esquina del asiento del coche rehuyendo mi mirada. En la sencillez de su arreglo,la ví hermosa. Estaba cayendo, enamorándome completamente de quien había sido como mi hermana,mi alumna,mi compañera.
Yo sabía que la había herido con mi actitud y ahora se estaba escondiendo para protegerse de mí. La semana estaba por comenzar y yo había atrasado su viaje dos días. Debía recordar escribir una carta para Perkins, él no debía decirle nada respecto a su retraso.
Mis padres llegarían en dos semanas y yo ya sabía a qué venían. Suspiré,estaba cansado. Ni siquiera al ser conde y tener una fortuna, podía decidir con quién compartir mi vida.
Yo.
Yo podía cuidar bien del condado, daría mi mejor esfuerzo y capacidades para ello, pero lo que yo consideraba una de las necesidades más importantes de mi vida, no sería satisfecha a mi placer nunca.
Pero si podía retrasar el momento,lo haría.
-Miss Harris, mañana hay servicio dominical en la iglesia de nuestro sector, espero que esté en disposición de acompañarme -
Ella me miró,no se lo esperaba.
-Si señor -
-Partira para la mansión el lunes a primera hora -
-Si señor -
Ambos nos quedamos cortados. Ella volvió su vista hacia la obscuridad de fuera y a las luces de la ciudad.
Adele.
Llegué a la mansión del conde el lunes por la tarde. Deposité mi maleta de trabajo y mi baúl,en la habitación que el conde había ordenado para mí en la casa.
Estaba cansada del viaje, pero tuve que sentarme en la habitación de Miss Cuervo durante media hora o cuarenta y cinco minutos,a compartir con ella u con mi nana la información acerca de mi viaje y mi semana en la capital.
Después de tranquilizarlas respecto a mi desempeño junto al conde, todavía me detuvieron para darme una sorpresiva noticia.
Mi tío se jubilaria esa misma semana y mi Nana,Mrs. Martin y él,se casarían el domingo por la mañana.
Estaba feliz por ella y por mi tío, después de la boda, ella seguiría trabajando en la cocina,y él haría los viajes cortos por la despensa y otros menesteres. Así que esa era la razón por la cuál yo ya no viviría en la casita de piedra, que había sido mi hogar desde los cinco años. Aunque extrañaría a mi tío, comprendí que eso era algo bueno para ellos y me alegré sinceramente.
Los ojos se me cerraban, entonces Miss Cuervo,le dijo a mi nana que debían dejarme dormir.
Mi nana y ella me acompañaron a mi nueva habitación en la casa,en el segundo piso,a seis habitaciones de distancia de la habitación del conde.
En realidad hubiese querido una habitación junto a los demás servidores, pero había sido una orden expresa del conde y no había más que confirmarme.
-Mr. Perkins te espera en el despacho a las nueve, y él señor conde regresa de Londres el sábado.-
-Tan pronto?- eso me sorprendió.
-Asi es querida,ha decidido honrar nuestra pequeña boda con su presencia.- respondió mi nana, ayudándome a desabrochar mi vestido.
El siguiente día, bajé con renovadas fuerzas a desayunar a la cocina a las ocho de la mañana.
Miss Cuervo, me dijo que fuese a desayunar al gran comedor. Yo le supliqué que no me enviara allí. Comería con mis antiguos compañeros mientras pudiese.
Ellos se mostraron poco a poco más amigables conmigo y él ambiente en la cocina comenzó a destensarse.
A las nueve,estaba lista, ante el anciano administrador, para entregar los informes de mi semana en Londres. Cómo siempre,me hizo hacer una lista de los pendientes del día y algunos de la semana.
El conde le había ordenado por carta, que hiciese los preparativos con el ministro de la iglesia, para la boda del domingo. El día siguiente iría yo a supervisar que los preparativos estuviesen en buen camino.
En realidad estaba muy contenta, mi tío me había llamado por la noche para cenar junto a él y mi nana y me aseguró que, el siempre velaria por mí. Las actividades del día a día,animadas a los preparativos de la pequeña boda, me trajeron de allá para acá en diversos menesteres.
Lo que no me esperaba fue que, el sábado por la tarde, después de la llegada del conde,fuese llamada a su presencia y se me entregaste una gran caja.
-Ve esa caja?-
Su tono era recio y un poco brusco todavía.
-Asi es señor -
-Es para usted, es un pequeño presente por la boda de su tío-
Carraspeo con incomodidad ante mi silencio.
-Señor, yo..yo no puedo.. aceptarlo-
Su mirada sería se tornó furibunda en un instante.
-No crea que es usted la única a la que le he dado un presente- dijo ácidamente.-Miss Cuervo y su Nana han recibido el suyo,-me fulminó con su mirada-No me haga perder tiempo, Miss Harris, tómelo y váyase-
-Muchas, muchas gracias señor- dije torpemente y salí de la habitación muy mortificada.