No es usual que un caballero defienda a alguien de un nivel más bajo que él. No es usual que un caballero defienda a un administrador. No es usual que un caballero defienda al empleado de otro noble y el hecho de que ese empleado sea una mujer,le añade bastante hierro al asunto.
Ciertamente que entre las damas y aún entre algunos caballeros y nobles hay personas sin honor o educación, y especialmente entre los vulnerables se soportan bastantes desplantes,entre hombres es más común que discutan y se inconformen, pero entre las mujeres,hay algunas bastante groseras, maleducadas y aún arpías y hay una sección de ellas que soportan.Este fenómeno se da más en los momentos cuando interactúan hombres con hombres y mujeres con mujeres.
Ese día,pude sentir la animosidad de gran parte de las mujeres invitadas. Los hombres fueron más prudentes, por una parte,era de todos conocida la estima que el conde tenía por mi. Y en segundo lugar, tenía el favor del Mr Mc Hannon, un hombre, caballero escocés, cuya familia tenía negocios exitosos, muchas tierras y bastantes riquezas.
Uno de los caballeros del círculo en el cual yo me encontraba,el dueño de la casa,sugirió entrar a su despacho.
Uno o dos administradores de los caballeros entraron con los hombres y conmigo al espacioso y bien iluminado despacho.
Antes de entrar ,pude ver en algunas damas, expresiones despectivas y desdeñosas.
Suspiré.
Los sucesos, aunque bastante incómodos y con un muy mal sabor de boca, no me prepararon para lo que vendría después.
Sorprendentemente, después de ese suceso, los caballeros comenzaron a respetarme más, pero las mujeres, en su mayoría se volvieron hostiles. Especialmente la madre de la condesa. Ella fue desde ese momento mi enemiga declarada.
Hacía y decía cosas para ofenderme y una vez, delante de su hija, prometió hablar con la madre del conde y que yo me atuviese a las consecuencias.
Creo que sino gozara de la estima de Miss Cuervo y de mi Nana, seguramente la situación para mí sería muy difícil.
Me estaba cansando. La mujer se había quedado ya un mes en la casa y procuraba molestarme lo más que podía.
Los nervios se me estaban alterando, los padres del conde vendrían la siguiente semana, entonces yo sabría lo que dirían o harían conmigo.
Mc Hannon y su esposa, vinieron a la casa antes de regresar a Escocia y el volvió a reiterar su buena voluntad para conmigo. Me ofreció trabajo en sus oficinas de Londres. Le agradecí y dejé esa puerta abierta,no sabía si lo necesitaría alguna vez.
Lo que no me esperaba sucedería algunos meses más tarde.
Algunas veces, sentía que el trabajo era bastante tranquilo y monótono y eso me gustaba hasta cierto punto, pero otras era bastante desafiante y esos días me parecían aterradores con los padres del conde en casa.
Las tensiones comenzaron a aflorar, la madre del conde se unió a su consuegra y comenzaron a decir y hacer cosas en mi contra.
Ellas comenzaron a presionar para que el conde me despidiera. Y lo hacían abiertamente.
Iban al despacho por las mañanas, fingiendo interesarse en los asuntos de la propiedad. Manchaban "accidentalmente "los documentos de las cuentas.
Comenzaban a perderse cosas del despacho. Por supuesto que con la tensión subiendo de nivel,el conde se dió cuenta de lo que estaban intentando hacer.
Y a pesar de que le hizo saber que, no iba despedirme, ella insistía una y otra vez,hasta que el padre del conde, le pidió directamente que me despidiera. Me darían un buen dinero y me ayudarían a encontrar otro trabajo.
El conde se negó. No habría despido. El padre no dijo nada más,pero la madre tuvo la osadía de sembrarme un collar de perlas que le pertenecía a su consuegra en mi cajón de la ropa interior. Todos ya sabían que ella lo había colocado ahí, Mr. Green la había visto y se lo dijo al conde. Hizo un escándalo,secundada por la madre de la condesa. El conde estaba harto y les pidió firmemente, que se marcharán de la casa. La madre lloró desconsolada,( según ella), el conde permaneció tranquilo, mientras le explicó a su padre lo que estaba sucediendo y le pidió que porfavor se llevase a su madre.
En cuanto a su consuegra, la citó al despacho y me pidió retirarme. No sé lo que le dijo pero, acto seguido,la mujer dejó la propiedad.
Estoy segura de que ambas me van a odiar el resto de sus vidas.
Nuevamente he suspirado,tengo la sensación de que buscarán un modo de desquitarse y sacarme de la casa.