La reunión era bastante incómoda, Adele sentada a su escritorio,el conde frente al suyo,la condesa sentada erguida en un pequeño sillón orejero.
Miss Cuervo, Mr.Green, Joseph Harris y Mrs.Harris estaban a ambos costados de la habitación, bastante incómodos.
-Adele está embarazada,como ustedes ya lo saben. El niño que espera es mi hijo.- hizo una pausa, seguramente que era bastante incómodo y triste tratar el asunto.- De ninguna manera ha sido intención mía y por supuesto la de Adele tener una relación ilícit, pero como ustedes saben,se ha orquestado todo esto por orden de mi suegra.-
La condesa se veía bastante triste y avergonzada.
-He decidido enviarla a Francia, durante algún tiempo, mientras el bebé nace y ella se recupera -miro a Mr Harris - Joseph,tiees alguna opinión al respecto ?-
- He escrito a la persona que cuidó de ella y de mi cuñada, cuando Adele era una recién nacida. Ella ha dicho que recibirá a Adele con mucho gusto -
El conde asintió.-Adele,-dijo dirigiéndose a ella -esto te parece bien?-
-Estoy de acuerdo, señor -Adele estaba seria y bastante conmocionada todavía.
-El bebé sea niño o niña, será reconocido como hijo mío. Recibirá la herencia en su totalidad a mi muerte, llevará mi apellido y será adoptado por mi esposa -
Adele sintió una profunda tristeza. Pero algo se rebeló en su interior. No. Ella no iba a entregar a su hijo o hija. Era suyo, para amarlo,quererlo y atesorarlo.
-No voy a entregar mi hijo a ustedes. Yo no pedí esto. Y mi hijo se quedará conmigo. Nadie más que yo, decidirá sobre su vida -
El conde la miró sin decir una palabra.
La pequeña propiedad rural estaba muy cerca de la ciudad de Valois, Céline ya era una mujer madura y viuda que vivía sola.
Había recibido una carta del hermano del capitán Harris,un tal Joseph Harris.
La chica, con una barriga de siete meses y medio de embarazo, estaba de espaldas a ella, recibiendo los maravillosos rayos del sol en su rostro.
Había recibido un susto cuando la vió ,era casi idéntica a su madre.
En realidad,en cuanto había leído la carta, había decidido de inmediato recibirla, tenía curiosidad por saber cómo era, como estaba y como le había ido en la vida.
Era hermosa,como su madre y de un corazón noble. Estaba bien de salud,y así lo había corroborado el médico de la ciudad más cercana. Y en cuanto a cómo le había ido en la vida, eso lo sabría tal vez después, cuando la chica se abriese más con ella.
Por su parte, había decidido cuidar de ella y ayudarla cuando fuese a dar a luz,en agradecimiento al capitán Harris.
Él había cumplido su promesa y había comprado esa pequeña granja para ella y su familia. Su hija mayor,estaba casada con un comerciante de telas al que le iba bastante bien, y su hijo era abogado, gracias a los contactos e influencias del capitán Harris, quien le había recomendado con algunos de sus pudientes amigos franceses.
Ahora vivía sola, cuidando veinte vacas y ocho terneros, sesenta y nueve gallinas y cinco gallos, un montón de pollitos y pavos, patos y veinticinco cerdos. También tenía un caballo y un burro,una carreta y un huerto de verduras y un campo de naranjas, manzanas y peras.
Estaba bastante ocupada. Pero porsupuesto que podía cuidar a Adele,la hija de Marie.
En realidad Joseph Harris no había dado explicaciones,solo que la chica, necesitaba un lugar donde vivir hasta que diese a luz. Y ella había aceptado,estaba bastante agradecida con el capitán y guardaba un recuerdo especial por la buena y hermosa Marie.
Un caballo y un jinete,se acercaban a la casa. La chica siguió viendo al horizonte y juntando flores del campo.
Céline le echó una mirada por última vez y emprendió el camino de regreso a casa para hablar con el jinete que se acercaba.
El hombre extendió algunas cartas a la señora de la casa. Ella le dió algunas monedas y el hombre se giró hacia el camino y se fue.
Adele entró por la puerta en ese momento y se quitó el sombrerito lleno de sereno matutino.
-Madame,tienes dos cartas.-
-Por favor,no me llame : madame, solo soy Adele -
Céline sonrió.
-Tal vez pueda llamarte Marie?-
-Por supuesto - Adele vaciló. -Mi tío dice que usted la conoció...a mí madre-
-Asi es -
- Podría hablarme de ella?-
Céline asintió.
-Era hermosa, con una belleza angelical y además,era muy buena,se parecía a tí -
Adele sintió los ojos llenarse de lágrimas - ella... ella me quería?-
-Por supuesto, te amó mucho -
Adele se palpo el vientre suavemente. El bebé se movió dentro. Ella también quería ese bebé. Mucho, muchísimo.
-Quisiera que estuviera aquí ... conmigo..-
Céline se levantó de la silla y la abrazó.
-Todo saldrá bien,todo saldrá bien.-