El sillón

Por fin.

Tres capitulos más y terminamos con este primer borrador. Hoy es el día que he decidido colocar a los pies de Jesús,mis cinco panes y dos peces con fé.

Por fin había salido todo. Todo.

Adele se arrebujó con la manta en derredor de los hombros. Había llorado mucho.Todo lo que podía decir en su defensa había salido. Ni una palabra. Su hijo la había mirado con espanto, dolor y rechazo. Salió de la habitación herido ,sin decir ni una palabra.

Por supuesto que estaba preocupada por él. Pero no había mucho que ella podía hacer,su hijo era ya un hombre, un hombre que tomaba sus propias decisiones. Un hombre noble que no podía permitirse ser relacionado con ella.

A pesar de la tristeza, sintió alivio, había cargado con esos secretos durante mucho tiempo. Aunque el conde aún no tenía muchos recuerdos, por lo menos ya sabía la verdad.

El hecho de que Katerine le mostrase su animadversion,no le molestaba. Ella ya no tenía esperanzas de ninguna relación romántica con el conde. Por otro lado aun era joven, debía buscarse la vida.

Alguien estaba tocando la puerta. Se deslizó de la cama y se arregló el cabello antes de abrir.

Era de noche.

-Quien?-

-Soy yo ,el conde -

Ella reconoció la voz de inmediato y abrió la puerta. Ahí estaba él... pero no solo, Katerine estaba justo detrás.

Ella se movió para darles el paso. En cuanto Adele cerró la puerta el conde se volvió a ella.- Está Miss Cuervo aquí?-

-Si señor, aquí estoy - Miss Cuervo estaba sentada frente a la mesita, preparándose un té.

Adele se sorprendió,al cruzar el saloncito ni siquiera la había percibido.

-Acompañe a Miss Watson a casa, debo hablar en privado con Miss Harris -

-Si señor - el ama de llaves se dirigió hacia la joven. -Miss Watson,haga el favor de acompañarme -

-William, quiero quedarme -

-Miss Watson, este asunto no le compete, haga el favor de salir - el conde se veía bastante contrariado.

La mujer no se movió.

El conde la tomó del brazo,para sorpresa de ella y la sacó fuera de la casa,con Miss Cuervo detrás.

-No entres a esta casa,o sucederá lo que estás evitando que suceda -

Katerine entendió. Se dió media vuelta y comenzó a caminar hacia la mansión.

El conde entró de nuevo,Adele le ofreció un asiento.

-No tengo muchos recuerdos aún. Pero he leído los diarios..-

-Los diarios?-

-Los diarios del conde - carraspeó - mis diarios -.

Hubo un silencio después de eso.

-Ahora entiendo algunas cosas,solo pido perdón, por hacer que usted recuerde solo por mi beneficio -

Adele continuó callada.

-Puedo hacerle algunas preguntas?-

Ella asintió. Fue muy incómodo.

-Es mi hijo,su hijo?-

-Si-

-Llego usted a la casa a la edad de cinco años?-

-Asi es, mi tío me trajo aquí, cuando mi padre murió.-

-Y su madre?-

-Mi madre murió después de mi nacimiento.-

Era huérfana. Con razón su suegra la había escogido, su tío era viejo y dependiente del condado, no era noble, no tenía muchas defensas.

-Fui tu maestro?-

-Si señor, su tío, que en paz descanse,el anterior conde,me favoreció con la educación de usted, y lo agradezco, tanto a usted,como a él.-

-Cual era el nombre del hombre que, quiso casarse con usted y llevarle a Escocia?-

-Mr.Mc Hannon, Daniel -

Era cierto, el diario contenía su nombre y también los celos suyos.

-Por qué no se fue?-

-Por qué no quería dejarle.- era verdad.

-Por qué no?-

-Por qué yo le quería,desde niña, usted ha sido el hermano que yo nunca tuve. No tengo derecho ni a pensarlo,ni a decirlo,solo soy una mujer que fue bendecida por la bondad suya y de su tío. No pude irme-

-¿Que sucedió cuando desapareci?-

Entonces ella procedió a contarle todo. La búsqueda, el testamento, los problemas, la muerte de la condesa, las decisiones de su hijo.

El se quedó callado bastante tiempo. Ella se levantó para hacer un té.

Cuando ella puso el té frente al conde, el hizo una última pregunta.

-Por qué fue despedida?-

Ella titubeó.- Solo diga la verdad -

-La madre de la condesa no me quiere. Nunca lo ha hecho. Ella influyó en el joven conde y en cuanto recibió el condado, contrató a otro administrador y me despidió -

El conde entonces percibió que, esto era más grande de lo que él podía entender o saber. Tomó sorbo tras sorbo de té hasta que lo terminó.

-Gracias por el té. Y gracias por responder mis preguntas - se levantó.- pensaré en todo. Luego hablaremos de nuevo.

Adele no dijo nada mientras el abrió la puerta y salió a la obscuridad.



#2195 en Novela romántica
#764 en Otros
#159 en Novela histórica

En el texto hay: trabajo y amor, orfandad

Editado: 04.07.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.