Pov Dixie
Me miro en el espejo de la habitación meditando si escogí el vestido correcto, el muy tonto de James no me quizo decir a donde iríamos así que elegi un vestido rojo ajustado de una sola manga, con una abertura lateral en la parte de abajo, cinturón metálico de Halston combinándolo con unos zapatos en punta efecto jaula, alise un poco mi cabello y listo, ahora solo debo esperar a James, pasan cinco minutos y escucho que tocan la puerta, se que es James y antes de ir a abrirle me detengo otra vez en el espejo, diablos, este hombre me pone nerviosa, observo que todo esté bien, maquillaje, cabello, vestido, si definitivamente estoy lista, abro la puerta y ahí se encuentra James con un traje negro, camisa azul, sin corbata y zapatillas negras
- hola guapo- saludo mientras me acerco para darle un beso
- hola nena, ¿te puedo decir algo?
- claro - contestó, se acerca hasta acorralarme entre el y la pared, me besa, luego sube hasta mi oído
- te miras hermosa con ese vestido, tengo tantas ganas de hacerte el amor, pero creo que primero tienes que ver la sorpresa que te prepare- susurra con una vos ronca que me hace estremecer
- por favor, no me pongas así.
- ¿como? - sonríe de lado
- sabes muy bien como, ahora dime ¿cuál es mi sorpresa?- cambio de tema
-No, porque si te digo ya no es una sorpresa
- solo dame una pequeña pista- hago un puchero que me hace ver ridícula pero en realidad no me importa que tan ridículae me vea
- no, mejor vámonos ya para mostrarte la sorpresa
- está bien - me rindo
Caminamos tomados de la mano hasta el ascensor, bajamos hasta el estacionamiento y entramos al auto de James, si, James tiene un auto aquí en los Ángeles, un lindo Lamborghini gris, se acerca para abrirme la puerta, cosa que me hace recordar la primera vez que nos besamos, esa vez reí por pensar que en este mundo casi no quedan hombres caballerosos y el pensó que me reía de el, ahí iniciamos con el juego hasta besarnos, la primera vez que sentí sus exquisitos labios. Entro al auto y antes de ir a su asiento deja un pequeño beso en mis labios.
- ya quiero ver la cara que pondrás al ver tu sorpresa, pero antes de eso iremos a cenar - dice mientras
arranca hacia donde sea que vamos
- ¿no podemos ver primero la sorpresa y luego cenamos?
- nena, la sorpresa que te tengo nos agotará, así que tenemos que cenar para tener energía- quedo muda ante su respuesta, James solo ríe ante mi reacción, después de unos minutos llegamos al puerto de los Ángeles
- James, ¿que hacemos aquí?
- ya veras, nena- baja de el auto y luego abre mi puerta, caminamos hasta llegar a una parte donde se encuentran muchos yates lujosos
- ese de haya- señala uno de los yates que más llama la atención- alli cenaremos está noche- me abraza por detrás mientras esconde su cabeza en mi cuello
- es hermoso, cariño- acarició su cabello castaño
- ese yate es especial, cuando era pequeño mi madre siempre me traía cada fin de semana, pasamos momentos muy especiales allí, pero cuando murió deje de venir, hasta hoy que regrese a este lugar que me trae tantos recuerdo y que es tan especial.
- gracias, gracias por compartir conmigo ese lugar tan especial para ti y para tu madre
- tu eres especial para mi, así que tenía que traerte- sonrie- ahora subamos que me estoy muriendo de hambre
- yo igual, hasta pensé en comerte a ti- río
- no es mala idea nena, pero eso lo harás más noche.
- estaré encantada de probarte esta noche cariño- susurro muy cerca de sus labios
- yo igual, estoy ansioso- me besa, pero somos interrumpidos por el sonido de mi estómago
- al parecer alguien está hambrienta- rie.
subimos al yate y puedo observar un camino formado por velas y muchos pétalos rojos esparcidos en el, avanzo lentamente para observar cada hermoso detalle, el camino termina donde se encuentra una mesa para dos.
- Dios, esto es tan hermoso, nunca nadie había hecho algo así por mi- digo sorprendida
- te mereces esto y mucho más- se acerca hasta tomarme de la mano y dejar un dulce beso en ella
- me encantó cariño
- me alegra que te haya gustado, ahora llevare el yate a un lugar mas tranquilo para que luego podamos cenar
-Espera, ¿tu puedes manejar un yate?-Pregunto
-Claro que si me ofendes- toca su pecho dramáticamente fingiendo que lo que dije le dolió
- vamos no seas dramático- golpeó su hombro juguetonamente
- claro que no soy dramático- niega riendo, para luego poner en marcha el yate, desde aquí puedo ver su bello perfil, algo me está pasando con James, creo que me estoy enamorando, pero me niego a creerlo, sería demasiado rápido.
- ya se que soy muy guapo, pero por favor deja de verme así como que me quieres devorar
- no sea tan arrogante señor Black, que no es tan guapo
- mira quien lo dice la que me comía con la mirada- rie, para el yate y se acerca hacia donde me encuentro
- está bien nena, tú puedes observarme y hacer lo que quieras conmigo recuerda que soy solo tuyo- sin más desaparece por un pasillo para luego regresar con dos platos que coloca en la mesa
- espero que te guste el salmón ahumado- dice mientras sirve vino
- claro, se ve delicioso- en serio se ve muy apetitoso, no hay duda que disfrutaré de ese salmón, ya que hoy olvidé almorzar así que estoy hambrienta. nos sentamos a disfrutar de la cena en un silencio relajante, solo el y yo, por momentos nos dedicamos pequeñas miradas y sonrisas. Luego de un rato nos recostamos en unos de los sillones negros que se encuentran en la terraza, no hablamos, solo nos abrazamos mientras observamos la luz de la luna y las estrellas
- pequeña creo que ya es hora de tu sorpresa- me susurra al oído
- estoy ansiosa por mi sorpresa- sonrió, mientras me inclino a darle un beso en la barbilla
- para eso tendremos que volver, tu sorpresa no está aquí
- está bien-digo, se levanta para poner en marcha el yate, el regreso no es muy dilatado ya que no nos alejamos demasiado, bajamos de el yate, no sin antes hacerle prometer a James que vendremos de nuevo
- fue una cena muy linda- comento mientras caminamos hacia el estacionamiento
- si, es relajante poder alejarnos un momento de todo el caos
- si, tienes razón, es bueno pasar un momento solo tú y yo sin que nadie nos interrumpa- opino mientras subo al auto
- ya falta poco para que veas tú sorpresa- comenta James mientras enciende el auto
- veo que tú también estás emocionado
- si, va a ser algo interesante
- y dime ¿ya vamos a llegar?
- ya casi no estamos muy lejos
- conduce un poco más rápido- le sugiero
- lo siento nena, no puedo, no querrás que tengamos un accidente- luego de un camino de unos diez minutos llegamos a ¿un gimnasio?
- ¿un gimnasio?- pregunto
- si, un gimnasio, entremos ya verás cual es la sorpresa- bajamos de el auto y entramos al gimnasio que está vacío lo único que escucho son unos golpes como de un saco de boxeo retumbar por todo el lugar, sigo el sonido de los golpes y no puedo creer lo que veo
- oh por Dios, ¡Ronda Rousey!