El sonido de tu voz (corrigiendo)

Capítulo 6, En las sombras

 

Punto de vista desconocido

Mis manos se pasean lentamente por las fotografías que tengo sobre la mesa, sin duda la vida ha sido muy generosa con este hombre, tiene una hermosa familia y según la información que he recolectado durante estos meses que recuperé mi libertad su empresa ha ido creciendo y obteniendo fama en muchos lugares.

—Patrón ya llegó la persona que estaba esperando— me informa uno de mis hombres.

— Hazlo pasar inmediatamente— le exijo.

— Como ordene.

Mientras espero que la persona entre en mi despacho sigo disfrutando dando caladas a mi cigarro expulsando el humo lentamente.

En pocos minutos la persona que esperaba hace acto de presencia esbozando una sonrisa torcida cuando me ve.

—Viejo amigo es un placer volver a verte—es lo que dice al entrar.

— Lo mismo digo— me limito a decir.

Por fin después de haber estado 10 malditos años encerrado en esa cárcel de mierda pude salir, fue un infierno evidentemente donde tenía que dormir prácticamente con un ojo abierto ya que temía por mi vida, poco a poco fui logrando que las lacras que también estaban recluidas me temieran, pude obtener una fama y logré que obedecieran en lo que les ordenaba, pero eso no borra las torturas que sufrí al inicio.

—Me sorprende que no me hayas contactado apenas saliste, me acabo de enterar que ya llevad varios meses gozando de libertad.

—Todo a su tiempo Esteban, debía arreglar varios asuntos antes de proceder, lo que llevo planeado debe salir a la perfección ese hijo de puta debe sufrir a niveles inimaginables todo lo que pasé por su culpa.

— Vaya no me sorprende sabes que vas a contar conmigo en lo que decidas llevar a cabo.

— Precisamente porque tengo conocimiento de tu disposición es que te busqué, el momento de cobrar cuentas pendientes ha llegado y aquellos que piensan que el pasado se puede olvidar y que no afectará en tu presente se llevaran un duro golpe de realidad.

A Esteban lo conocí cuando tenía 16 años, estudiábamos en el mismo instituto y formamos una buena amistad, tomamos un poco de distancia cuando nos fuimos a estudiar a la universidad, porque teníamos preferencias distintas en cuanto a elegir profesión yo me fui por el lado de la tecnología me encantaba poder manejar programas, sistemas y así me gradué de Ingeniero en Sistemas, para muchos solo somos “hacker” pero no tienen idea de lo que seriamos capaz de crear dependiendo el objetivo que tengamos en mente.

Después de graduarme conocí a un joven empresario que llevaba poco tiempo de haber asumido las riendas de la empresa de su familia, me ofreció una oportunidad de trabajar a la que no pude negarme ya que me ofrecía un sueldo bastante competente.

Poco a poco me gané su confianza, desarrollé para él programas excelentes, sistemas de vigilancia eficientes y todo lo relacionado a tecnología y dispositivos tenía mi marca, estaba completamente feliz con el prestigio que había construido.

Como todos los empleados de la empresa estaba al tanto de las grandes cantidades de dinero que ingresaban, de los negocios que se cerraban con otras, debo admitir que estaba sorprendido por el talento que Raúl Acosta tenía al liderar los negocios de su familia, pero en mi despertó un sentimiento de envidia al ser la persona que ocupaba ese lugar, desde pequeño fui ambicioso y tenía en mente llegar a lograr grandes cosas, no quería pasarme toda la vida siendo un subordinado que solo sabía seguir ordenes , quería tener el control absoluto y aprovechando mis habilidades ingrese al programa de finanzas donde estaban todos los informes detallados de inversiones y capital disponible.

Alteré cifras para transferir una suma considerable a mi cuenta y deje todo bien maquillado para que no se levantaran sospechas y todo marchara normal, pero subestime a ese imbécil porque 5 días después llegaron a mi casa agentes policiales para arrestarme me acusaban de fraude, malversación de fondos, abuso de confianza etc… la lista era larga.

Raúl me arruinó la vida por completo, me enfrentó antes de mi sentencia expresando lo ofendido que se sentía, pero debía proceder como era debido asegurándose de joderme bien.

—Esteban en este momento tenemos ventaja dudo mucho que Raúl este enterado que salí de la cárcel, pagué por el silencio de muchos para que la noticia no se difundiera—le expreso con mucha tranquilidad.

— Bueno eso es algo favorable—comenta Esteban— supongo que vas a dañar algo que aprecie bastante.

—Supones bien, no creas que me refiero solamente a sus negocios.

Tomo dos de las fotografías que están sobre la mesa y se las entrego.

— Quiero que vigiles cada movimiento de ellos y me mantengas informado, serán mi obra maestra de la venganza.

Esteban toma las fotografías y lee el nombre que aparece en cada una muy bien resaltado.

—Así que Adam Acosta Romero y Dorothy Acosta Romero—dice en un tono divertido— que hijos tan lindos, supongo que ya tendrás pensado lo que harás con ellos.  

En mi rostro se forma una sonrisa perversa.

— Exactamente, no te imaginas la capacidad de mi mente para crear escenarios malvados, pero que te digo así es la vida cada acción tiene consecuencias.




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