Capítulo 9 Plan en marcha

Punto de vista desconocido

Cuando crees que tienes todo bajo control es cuando es más probable recibir un duro golpe de realidad y lo sentirás devastador porque obviamente no lo veías venir y prácticamente es como darte de bruces con el suelo por estar sintiendo que vas caminando sobre las nubes.

Estos días han sido provechosos, he estado teniendo información sobre los viajes de Raúl Acosta, la probable estancia que tendrá en cada uno de ellos y cuando menos lo espere atinaré mi jugada maestra.

—Seguirán vigilando unos días más—informo a mi gente, quiero que obtengan hasta el más mínimo detalle de los movimientos de la familia Acosta.

—Como ordene señor—, contesta uno de los hombres.

Como todo empresario reconocido tiene a su escuadrón de seguridad que previamente establece quienes viajan con él y quienes se quedan para resguardar a su querida familia, especialmente a sus hijos, he tenido en la mira al mayor que es un jovencito comprometido con sus estudios, pero como cualquier adolescente se ve tentado a satisfacer sus aficiones y claro cometerá alguna falla que será provechosa para mí.

No tengo dudas en pensar que Raúl espera que su primogénito sea su sucesor para tomar el control de las empresas en un futuro, sería una lástima que eso no llegara a pasar.

Soy un hombre paciente no me adelantaré con actos que sean provocados por un ataque de rabia, es que por momentos siento impulsos de joderle de una puta vez la existencia a este maldito, pero eso implicaría que todo el trabajo realizado en meses se vaya a la basura.

Seguiré entreteniéndome con esta maravilla de programa que se me ha ocurrido, bendita sea la hora que mis capacidades fueron dirigidas hacia el área digital, la idea que anda rondando en mi cabeza muy pronto será palpable, no es como crear algún virus para infectar archivos o mierdas de esas, será como una máscara que me permitirá acceder a todo tipo de sistemas sin dejar rastro. Estoy consciente que la casa de la familia Acosta Romero está protegida por un sistema de cámaras de seguridad avanzado, sensores de movimientos, alarmas que activan alertas en la central de policía.

Estoy tan sumergido en mis pensamientos cuando de pronto el sonido de mi celular avisándome de una llamada me devuelve a la realidad.

—¿Qué nueva información me tienes? —digo nada más deslizar el dedo en la pantalla del celular.

—Antes de eso se saluda—dicen al otro lado de la línea, no hago más que rodar los ojos.

—No me vengas con estupideces, al grano Esteban.

—Como digas—responde—Es sobre esas dichosas clases de canto dónde asiste la hija de Raúl, en tres semanas habrá un evento dónde podrán asistir los familiares, es como una presentación de los estudiantes sobre lo que han aprendido o algo así.

«Maravilloso»

—Me parece estupendo lo que me dices—contesto— es posible que todo se esté alineando a mi favor y mi objetivo se cumpla antes de lo previsto.

»—Sin embargo, no forzaremos las cosas, deseo ver en la ruina a la persona que más odio, pero no sin antes hacerla sufrir junto a los seres que ama—recalco.

—Perfecto, seguiré tus indicaciones.

Estoy a punto de colgar cuando me percato de recordarle algo.

—Espero que puedas dar el primer aviso como te indiqué.

—No te preocupes Sombra estoy en ello.

Termino la llamada y me dirijo hacia el mini bar para servirme un trago, saboreo el ardiente líquido que baja por mi garganta mientras sopeso todo el caos que provocaré.