El sonido de tu voz (corrigiendo)

Capítulo 11 Represalias

 

Estuve buscando por cada rincón de este lugar a mi amigo para irnos, maldigo la hora en que mis padres se opusieron a que tuviera mi propio auto, “y con lo de hoy muy pronto me lo darán” pienso sarcásticamente.

Alcanzo a divisar una silueta entre la multitud y me aseguro que sea Dylan me acercó para decirle que nos vayamos ya, afortunadamente él no está tan borracho ya que son otras las prioridades que viene a buscar en estos sitios.

Llego a su sitio y le explico rápido la situación, al principio resopla molesto porque se quería quedar otro rato más, después acepta, podrían decir que buscara a alguien más para poder irme o un taxi, pero la verdad es que no me apetece y puede ser algo más arriesgado.

Llegamos a mi casa un poco más rápido de lo normal y es que le dije a Dylan que acelerara igual sé que me espera una buena regañada así que no me queda más.

Entro a mi casa y no me sorprende ver a mi madre despierta y la mirada que me está dedicando no es precisamente de amor maternal, lo que sí me sorprende es ver al hombre que está junto a ella, es Roberto el jefe de seguridad de mi padre.

—Tú sí que eres un irresponsable—empieza mi madre—¡¿Qué carajos te pasa, Adam?!

»—Te había dicho que no, sabes que no cambio de opinión y te arriesgas saliendo sin permiso a exponerte y me dejas preocupada.

Estoy a punto de decir algo, pero ella sigue con la reprimenda sin darme oportunidad a defenderme, bueno tampoco es que tenga buenos argumentos.

—Sabes perfectamente que tu padre es reconocido, por lo tanto, su familia también, no tienes idea si haya afuera alguien quiere hacernos daño y cometes estas imprudencias.

Después de eso encuentro un momento para poder intervenir.

—No voy a perder el tiempo dando justificaciones—hablo—Quería salir, bastantes cosas tengo encima como para no darme un respiro.

Mi madre respira hondo. —No te vas a salvar de un castigo ejemplar—avisa—Como te habrás imaginado tu padre ya está al tanto de tus actos es por ello que Roberto está aquí.

»—Ya estaba rastreando tu ubicación, pero menos mal ya venías para acá—sigue—Solo me falta hablar con la familia Rodríguez para que estén al tanto, incluso a tus amigos puedes poner en peligro y no analizas la situación.

“Mierda” Dylan me va a matar.

—Bueno, lo siento aceptaré el castigo y procuraré que no vuelva a pasar.

—Adam, necesito que nos ayudes a poder resguardarles—dice Roberto—burlaste el protocolo y saliste sin seguridad, afortunadamente no ocurrió algo que te pusiera en peligro, pero evita este tipo de cosas.

—Ya escuchaste, ahora vete a dormir que te levantaré muy temprano debes ir a la empresa mañana, tu padre te llamará y te dará unas indicaciones.

No le digo nada a mi madre, le doy un leve asentimiento a Roberto como despedida y me dirijo a mi habitación son las 2:13 a.m, trataré de dormir, me acuesto en la cama después de quitarme la ropa y creo que pasan unos minutos cuando caiga en los brazos de Morfeo.

 

×××

 

Siento unos leves toques en mis brazos y piernas, pero me niego a reaccionar quiero creer que es producto del sueño que estoy teniendo, pero siento como algo viscoso y húmedo comienza a acariciar mi cara haciendo que despierte de un solo.

—¡¿Pero qué putas?!—digo—mientras me paso las manos por la cara quitando esa sensación desagradable y luego me dan un fuerte jalón en el cabello.

—Sin groserías muchachito— dice una voz y es la de mi madre. —Vaya que tienes el sueño pesado, tuve que usar a Toby para que te despertará.

Toby es nuestro perro, es un Golden Retriever que llegó a casa hace ya unos años cuando apenas era un cachorro, ahora ya está bastante grande.

—¡Qué asco! — me llenó la cara de baba y para qué me despertaste apenas son las… ¡¿6:13 a.m.?!—¿Qué te pasa mamá? —le reprocho—, no dormí casi nada.

—Te dije ayer que hoy debías ir temprano a la oficina—me recuerda—Así que levántate, ve a ducharte, te arreglas y bajas.

Este día empieza de maravilla, pienso con ironía.

Después de las indicaciones que me dio mi madre sale de mi habitación, la sigue Toby muy emocionado supongo que le divirtió la situación. Me apresuro con mi higiene personal y me visto para bajar a la sala de mi casa.

Me encuentro con Joel creo que es su nombre uno de los guardias de seguridad, supongo que es el que me llevara a la oficina.

—Hijo al llegar allá le envías un mensaje a tu padre, él te llamará y te indicará lo que debes hacer—indica mi madre—En la empresa saben que llegaras así que no hay problema, desayunas allá por favor.

— Como digas mamá— contesto algo irritado.

—Al terminar te vendrás directo para acá—declara y me hago de todo mi autocontrol para no poner los ojos en blanco.

—Como digas— es lo único que respondo.

Me dirijo hacia el auto seguido viene Joel se coloca en el asiento del conductor, durante el camino vengo sumido en mis pensamientos, hago todo un esfuerzo por no quedarme dormido, porque sé que será casi imposible despertar “odio levantarme tan temprano”

Sacó mi celular estoy por enviarle un mensaje a mi padre cuando empieza a trabarse y hacer unos sonidos raros, ¡Genial, lo que me faltaba! Batallo durante unos minutos hasta que vuelve a la normalidad. Justo escribo el mensaje cuando ya estamos en el estacionamiento de la empresa.

Me bajo del auto y me dirijo hacia la planta de arriba, voy directo a la oficina de mi padre, la secretaria me recibe muy amable y me indica que pase.

Recibo la llamada de mi padre, tal como lo imaginé utiliza ese tono frío cuando está furioso, me explica que me enviará unos códigos a mi celular y que ingrese en ciertas plataformas para agregar unos datos que dejo ya clasificados en unas carpetas.




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