La primera vez que consumí drogas fue a los 12 años mi madre tuvo un accidente de auto cuando salió del hospital yo la cuide por que mi padre trabaja casi todo el día mi hermano mayor no estaba en el país se fue a unas vacaciones con nuestros abuelos a panamá y él pequeño tenia 7 años entonces me hice cargo de la casa por 4 meses.
Madre no podía cocinar, barrer, trapear, hacerse cargo de mi hermano pequeño entre otras cosas entonces, comencé a hacerlo todo, y hay fue donde comenzó todo cuando terminaba de limpiar la casa estaba cansada adolorida días tras día era lo mismo.
Entonces unos de tantos días de cansancio fui a revisar a mamá tenia que cambiarla de ropa y darle su medicina cuando termine de cambiarla fui en busca de agua junto al medicamento se lo di pero ese día fue diferente me dio curiosidad como una pastilla tan chica podía dejar a mi madre relajada y sin dolor.
Sabia lo que era un analgésico, pero nunca lo había visto o consumido hasta ese día cuando mi madre se durmió tomo la caja de pastilla y me trague una de esas pastillas me acosté en mi cama pasaron unos minutos y la medicina comenzó hacer efecto en mi cuerpo.
Me sentía en las nubes, nada dolía, me sentí bien por primera vez en dos meses puede dormir bien sin que nada le doliera y esa sensación fue lo que me hizo adicta a la codeína.
Hasta el nombre se asimila a la cocaína.
Irónico ¿no?.
Pasaron las semanas y ya no era una si no dos nunca nadie se dio cuenta o eso era lo que me hicieron creer yo sabia perfectamente que mi madre lo sabia ella no era estúpida la codeína se acaba rápido y la única que tenia manejo ende esas pastillas era yo.
Nunca le importo.
Entonces pasaron los años y comencé a consumir otras clases de drogas, molly, cocaina, cannabis, Fentanilo otras drogas que sinceramente no me acuerdo de sus nombres.
A Los 14 conocí a mi vendedor de drogas personal con los años se volvió más que eso era mi único amigo, mi compañero, mi apoyo, mi hombro para llorar y un soporte que jamás se ira de mi lado.
Nunca pude socializar con otras personas tanto del seco masculino como femenino entonces solo me quede con él y el conmigo solo somos los dos, si vamos al cine solo nosotros, a comer solo nosotros, a jugar solo nosotros y tenemos una conexión tan fuerte entre los dos que nadie absolutamente nadie o algo podrá romperla.
Pero toda mi vida se fue al carajo cuando no me fije bien en lo que iba a consumir, aunque no siempre lo hago, pero esta vez si que me pase de la raya mi hermano pequeño bueno no tan pequeño ahora me encontró en el sueño del baño de nuestra casa hecha todo un desastre.
Una sobredosis.
Llamo a la ambulación estaba muy asustado nadie estaba en la casa solo él y yo… Como siempre ha sido y me culpo por el hecho de que el haiga presenciado eso pero que puedo hacer.
Cuando Salí del hospital vine a mi lugar seguro en donde sé que nadie podría encontrarme hui no de mis papas o hermano mayor hui del menor el era el único ser en este planeta que no me le atrevería a mirarlo de nuevo los ojos no sin antes pedir una disculpa bien elabora igual que ha mí mejor amigo quien siempre me a advertido sobre que tengo que ver cuanta cosas es la que me voy a meter y en que lugar.
Que demonios hare con mi vida, suspiro con lentitud creo que querrán saber todo con lujos de detalles de lo que paso hoy entonces retrocedamos al momento en que abrí mis ojos estando en el hospital hay tendrán todo en contexto del desastroso día que tuve hoy.
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Abro mis ojos lentamente al reconocer el famoso sonido de pitido que emite el electrocardiograma abro y cierro mi boca al sentir como mi pecho se contrae sacudo mi mano con molestia al sentir como esta le pasa los medicamentos para revertir los efectos de las drogas.
Miro la puerta de reojo al ver como dos enfermera junto a una doctora en particular se lleva toda mi atención al verla como niega con decepción al verme nuevamente en la camilla del hospital en la sala de urgencias esa mirada que tanto he visto a lo largo de mi vida pero esta me da risa por el simple hecho de que por fin veo la derrota en sus ojos a parte de la decepción.
Se rindió.
Perdió la fe en que yo pueda superar mi adicción a las sustancias ilícitas.
Está el la tercera vez en la semana que estoy en urgencia por una sobredosis de droga.
Ya no importa.
Solo es… Vacío.
Las enfermeras que la acompañaron revisan el aparato a un lado mío junto a la intravenosa, arrugo mi entrecejo al ver como la enferma presiona sin cuidado la aguja enterrada directamente en mi vena.
Estúpida lo hizo con toda la intención se le nota en los ojos.
—Estoy bien—le respondo a la enfermera estúpida de mala gana al ver como abre su asquerosa y operada boca para hablarme—imbécil—murmuro en alemán mirándola por última vez antes de que la enfermera junto a la otra se retire del cuarto en pasos largos.
—ni gastare mi saliva en explicarte lo que tienes que hacer por que ya lo sabes perfectamente, puedes irte tus padres y hermano estan afuera esperándote—arranco la Aguja que se posa en mi mano con la función de pasarme estúpidos medicamentos de un solo tirón provocando que salgan gotas de sangre manchando un poco mi pantalón tomo mi chaqueta para caminar hacia la salida—ah… Solo te diré una solo cosa—murmuro—que Dios no quiera que la próxima vez que te vea por aquí será solo tu cadáver y te digo que estas a punto de perder la vida si sigues con esto, pero me has demostrado que para ti no hay salvación bueno no que yo crea.
Sonrió sarcásticamente—no eres la primera que me lo dice ni la ultima en hacerlo, pero te digo algo un dicho que me ha repetido mi abuela desde que era una cría: hierba mala nunca muere.
Borro mi sonrisa y abro la puerta para salir caminando lo más rápido posible de ese lugar para dejar atrás a mi tediosa “familia” quienes no tardan en aparecer en mi campo de visión deteniendo mis pasos.