Cruzo las piernas por debajo de la mesa sin dejar de ver a Larry directamente todos los planes que había elaborada mi cerebro en minutos se fue a la borda cuando este se sento delante de mi, sonrió con nerviosismo y me saludo con un sutil movimiento con la mano, pero al ver mi cara de asesina como la que tengo ahora bajo la mano carraspeando avergonzado.
Pinche Larry, ahora que voy a hacer.
Cuando mi madre e tías sirven la comida la señora con la que vino Larry agradece sonriendo, me enderezo en mi asiento y tomo la cuchara para agarrar arroz y meterlo a mi boca, quiero terminar rápido para irme pero como siempre las voces de mis tías me sacan de mi ensoñación provocando que rodee los ojos al saber lo que van a preguntar.
—Julieta—agarra la cuchara—tienes novio o lo siento verdad, se me había olvidado que el te termino.
Aprieto la copa en mi mano—ah, tía, no pense que eras tan mala educada como para no presentar a tus invitados, Donde esta la clase con la que tanto alardeas.
—no me reconoces.
Frunzo el seño y dirijo la vista ante la señora, niego con lentamente y ella solo sonríe, acaso no les duele las mejillas de tanto sonreír.
—soy tu madrina—me ahogo con la copa en mis labios, devuelvo el liquido—la ultima vez que te vi tenias 8 años, todavía recuerdo como jugabas con Joseph en el patio de mi casa, Mi niño ne dijo que ta había reconocido en una fiesta y te fue a saludar.
Maldito hijo de puta.
Entonces el ya sabia quien era yo en el antro y todo este tiempo, le sonrió a la señora un tanto forzada sin saber que decirle, no me alegra para nada saber que tenia una madrina que supuestamente es como una segunda madre, esa es la función, ver por la bienestar del ahijado y estar en momentos difíciles, pero ni siquiera sabia de la existencia de una entonces para mi no es nada.
¡ni sabia que tenia una madrina!
—Estas muy hermosa.
—lo se—Lo engreído, la prepotencia y orgullo es detectado por ella en unos segundos.
—eres mi única ahijada, me perdí mucho de tu crecimiento.
—en cualquiera caso ya es tarde, no se mortifique por algo que no importa.
Ahogo un jadeo de satisfacción cuando el vino toca mis papilas Gustativa enviando ondas de lo dulce y fuerte que es este vino.
—fue mejor que no estuvieras aquí—habla mi tía y sonrió de lado al detectar su tono de voz en unos momentos comenzara a tirar su veneno—es todo un desastre, fuma, se droga, va tanto a peleas ilegales como a carreras también ilegales.
—hermana.
La voz de mi madre rezumba por toda la sala y casi rio al ver como pretende defenderme, no necesito a nadie, no la necesito a ella para defenderme si todos estos años lo he hecho yo.
—No lo niego, tía—hablo con burla—hago todo eso y mis notas en la escuela se mantiene intacta desde siempre, soy una de las mejores estudiantes que Bogotá puede tener o mejor dicho Colombia, he representado a mi anterior escuela desde que tengo 13 años y a los 15 lo deje de hacer por pereza, soy lo mejor que pudo tener esta familia de mierda.
Le sonrió y alzo mi copa en su dirección, siento como un golpe para nada suave en mi tobillo, no me inmuto, solos sonrió con burla, provocándola, estudiándola, quiero que explote que diga todo lo que quiere decir ya no me importa si Larry o su mamá estan aquí.
Despues de todo son familia ¿no?
—eres una insolente y adicta que piensa que la vida te va a dar todo lo que quieres.
—Y así será—la interrumpo bebiendo otro sorbo de vino creo que será el ultimo de esta noche por que me iré de esta mesa cuando termine de decir toso lo que diré en unos momentos.
—como piensas conseguir un novio o esposo si sigues así de estúpida, puedes ser bonita, pero ningún hombre querrá a una adicta que andas en cosas ilegales, te iras al inferno, tienes que aprender de nuestras hijas ella si son muchachas de bien no como tú que eres mala influencia.
Lanzo una carcajada ante lo dicho de mi otra tía.
—Gracias a Dios que no soy iguales a las putas que tiene como hijas—me levanto del asiento dispuesta a hacer un show a arruinar esta estúpida cena que ya agoto toda la paciencia que no tengo— prefiero ser una adicta a ser como sus hijas, cambiando de novio cada mes o semanas, solo por conseguir un poco de dinero hay veces que hasta se regalan, siento que le falto respecto a las mujeres de Bogotá que llegan a ese extremo por comida, pero ellas tienen necesidad lo hacen lo necesidad por llevarle a comer a sus hijos o padres hay algunas que hasta la obligan.
Me siento en el borde de la mesa quedando a lado de mis tías mientras la miro fijamente—solo lo hacen para poder comparase ropa y bolsas de marca pero la pregunta es que de donde aprendieron—le sonrió—de sus madres, como dice un dicho de tal palo tal astilla, Dios me libre de cambiar de marido cada mes por dinero o una vida lujosa, Me libre de quedar sin dignidad y dejar que me pisoteen como si fuer mierda, como si fueran ustedes, me libre de tener que operar mi cara o cuerpo para el gusto de los demás.
—cállate.
—me libre de ser tan miserables que ustedes que tanto alardean pero los hombre solo la quieren para meter su peno en un agujero por un tiempo y despues botarla como las basuras de persona que son, por que te aseguro que si no quieren a una drogadicta tampoco querrán a unas putas sin dignidad—miro a unas de mis primas y le sonrió desde que la vi estoy segura de algo—a mi edad ustedes tuvieron a su primer hijo de una bueno para nada que solo les quito su flor y las dejo como basuras, las dos en el mismo año—las señalo—dando a luz a mis dos primos—los miro—que porquería de madre les toco.
—no te permito…
—tu no puedes negarme nada—lo señalo—acaso ellas han sido buena madres—se callan—lo supuse, pero lo mas importante es que sus hijas siguieron exactamente sus pasos.
—de que hablas—se levantan las dos y me enderezo en mi posición dejando muy en claro la diferencia de tamaño, no me llegan ni a los hombros y esos que tiene tacones altos—que insinúas.