El sosiego de la metrópoli [eclipse]

Capítulo 15

Salieron del hogar por la tarde noche, se negaron a quedarse en casa de la familia, no querían exponer a los dueños, necesitaban alejarse lo más que pudieran, sabían que los estaban buscando. 

_Tengo mucho sueño._ dijo Kay con voz soñolienta.  

Pablo la cargó en brazos, tenían que avanzar y encontrar rápido un refugio. 

La noche era oscura sin estrellas que iluminaran, la oscuridad del dia era normal pero la falta de estrellas en la noche daba miedo, al parecer sus ojos se habian acostumbrado a la oscuridad, el humo impedía ver el brillo parecía un mundo pos-apocaliptico sacado de una película. No habían faros en las calles ni luces hogareñas que les permitieran avanzar, caminaban confiando en su instinto. 

_¿Todos están bien?_ susurró Miguel. 

Alexis quien iba hasta atrás respondió. _Sí, todo bien._ 

_Silencio._ murmuró Pablo. 

Nadie sabía por que había pedido silencio, no habían visto ni escuchado nada. Todos estaban atentos por si algo atacaba. 

Pablo bajó a la pequeña y apretó las manos haciendo puños dejando escuchar el crujido de sus huesos, un estruendo hizo volver a poner todos en alerta. 

_¡Ah!_ un grito desgarrador llenó el ambiente de tensión. 

_Niños, he venido por ustedes_ una mujer habló de manera irónica y odiosa.

Esa voz hizo recordar a Dina, era parecida al de los dementes de la farmacia.  

_¿Que quieres de nosotros?_ frustrada gritó Dina. 

_Oh pequeña, no te puedo ver pero quiero que vengas conmigo._ Habló la mujer de manera tranquilizadora, pero su voz escondía malicia. 

_¿Que hay de ellos?_ Preguntó Dina. 

_He traído a mis amigos, pueden venir con nosotros._ respondió la mujer y se echó a reír. 

_No iremos contigo ni con nadie más._ enfurecido gritó Miguel.  

_A Kenia nadie le dice que no_ respondió con la misma intensidad. 

_¡Vanesa! A por ellos._ gritó Kenia.  

El silencio comenzaba a consumirlos y la oscuridad los hundía, por suerte los atacantes no tenían linternas y la oscuridad podría ser un escape.  

_Cubranme._ Dijo Pablo. 

Todos seguían sus pasos cubriéndose uno a uno. Un puño chocando contra un cuerpo. 

_¡Pablo!_ gritó Nicole alterada. 

Alguien le tapó la boca, jadeaba para liberarse pero el sujeto no cedía. 

La gente comenzó a alborotarse, se quejaban, gritaban, maldecían y corrían. 

_Vamos._ Alexis tomó la mano de Dina y ella sujetó a Kay. 

Pablo soltó a Nicole, hicieron una hilera tomados de las manos, sigilosamente se fueron alejando del grupo de Kenia. 

_Suéltame Alan, soy yo._ uno de los atacantes gritaba.  

_No permitan que huyan._ ordenó Kenia. 

Ya era demasiado tarde los jóvenes al escuchar la pelea huyeron hasta ponerse a salvó, tenían la ventaja ya que los maleantes estaban locos, la falta de cordura les impedía tomar buenas decisiones. 

_Alto._ Kay les impidió seguir el corazón le latía de forma exagerada.  

Todos descargaron sus mochilas en el suelo para buscar agua e hidratarse, se habían alejado del enemigo y tenían tiempo de un respiro. 

_¿Que camino tomaremos?_ preguntó Victoria. 

_Debemos ir a la izquierda hay tanto terreno que no hemos conocido por ahí._ respondió Miguel de inmediato. 

_¿Crees que sea seguro?_ Pablo cuestionó a Miguel. 

_No lo sé, sólo planteo mi idea._ Miguel habló de manera sarcástica.  

_Seriedad chicos._ comentó Victoria y lo único que provocó fue carcajadas. 

Dina levantó la mano y todos callaron, solo los grillos se dejaban escuchar y el viento. 

Dina soltó una carcajada y sin motivo los demás la siguieron. 

_Vamos, partiremos a la izquierda a sugerencia de Miguel._ ordenó la chica.
Aceptaron la decisión y partieron en la dirección indicada. 

Nada fuera de lo normal encontraban animales, plantas y agua, sin olvidar la basura que emitía olores fétidos. 

_Como desearía que todo esté mundo fuese fantasía._ entre suspiros dijo Kay. 

_Cuidado con lo que deseas niña._ 
Alguien le hablo cerca del oído a Kay haciendo que se sobresaltara y gritara por el susto. 

_Pablo... deja a la niña._ dijo Victoria dándole palmaditas en la espalda a Kay. 

_Me dan miedo las ranas, así no son en los cuentos._ alegó la pequeña con una tristeza profunda. 

_Bienvenida a la realidad._ murmuró Miriam. 

_Al fin hablas señorita._ Dijo Miguel. 

_Ah._ Miriam suspiro y siguió hablando. _Pues verás me he quedado sin palabras, esto es demasiado para mí._ 

_No solo para ti pero nosotros si luchamos._ agregó Nicole alterada. 

Gema le dió un codazo en las costillas de la pelirroja. 

_¡Auch! ¿A qué vino eso?_ dijo irritada. 

_Basta cada quien lo toma a su manera._ interferió Victoria relajando la situación. 

_Además estamos en el mismo bando._ comentó Miguel. 

_Es que..._ sin poder terminar Nicole fue interrumpida por Alexis.
_Nada, silencio y camina._  

Cruzada de brazos y derrotada siguió caminando en silencio. 

Así siguieron por todo el camino, en silencio a excepción del sonido de sus pasos y de la naturaleza.



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Editado: 02.09.2024

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