El Substituto

Cambiando de panorama

Hoy decido ir al bar, no cualquier bar, sino un bar donde las paredes tienen un poco de humedad, y la higiene no es su fuerte. Aquí suelo venir a ver caras de la gente, solo tomo mi whisky y observo. Veo que se me acerca una mujer, rubia, alta, de ropa provocativa.

 

-Disculpa, ¿Tenés fuego?- me dice sonriendo, con el cigarrillo en la mano. Viene con la escusa casual de entablar un conversación.

 

-Como no, ¿soles venir seguido?- le digo para ver si mi teoría es correcta.

 

-¿Me estas jodiendo, no Oscar?, nos vimos la semana pasada... no puede ser que te hayas olvidado de mí- Luego me dice una grosería... Ofendida la veo irse con mucha bronca.

 

Me carcome la cabeza su actitud, realmente no me acordaba de ella. En un rincón del bar, se ven un grupo de los que frecuentan el lugar. Voy a saludarlos.

 -¿Cómo andan?- les digo de la forma más simpática que el substituto podía expresar.

-Bien- me dice uno. Y sigue hablando con sus amigos.

Luego me dice, al ver que no me voy...¿Vos cómo andas?

-Bien- le digo.

-Me alegro- Me dice de forma cortante, cortando la conversación para que me vaya.

 

Ya sabía mi rumbo, volver a la barra, pagar lo que había consumido, e irme. Total éste no era el bar que quería ir, sino que era el substituto.

 

Después de horas y horas, veo un mensaje de Clara, lo había respondido.

 

-¿Qué andas haciendo?- me dice en el mensaje.

-Volviendo a mi casa, hice una escapadita a un bar.

-Justo iba a salir a tomar algo, que lástima no te mande le mensaje antes.

-Si querés podes pasar por mi casa- le digo equivocadamente.

-Oscar yo no soy así, lo dejamos para otra ocasión.

-Como vos digas Clara- Las torpezas abundan en el juego de la seducción, no debía alarmarme.

 

Llego a mi departamento de dos ambientes, me digo a mí mismo. Veo el televisor, lo deje encendido... lo apago. Una gotera empezó a caer del techo. Hacía un recorrido hasta un rincón de la pared, que se humedecía, el tanque de agua seguía roto. ¿Con qué plata lo arreglaría? ya que acá el propietario, tardaría meses en arreglarlo...

 

Los meses se convirtieron el días, con mucho esfuerzo y ayuda de amigos lo pude arreglar.

 

Esa noche satisfecho, me acuesto para al fin dormir. Las reuniones con los amigos eran muy gratificantes, y las salidas a correr con Clara, muy especiales.

 

La idea del substituto de a poco salía de mi mente. Estaba llegando a una vida más gratificante que la anterior, que en mi antiguo matrimonio.

 

A los meses Clara me asciende a un puesto mejor remunerado, ella había vivido también una separación. Cuando le preguntaban de su vida, decía que era soltera, no decía que era separada. Era una cuestión de actitud, ella no cargaba su pasado. Y yo cada vez lo cargaba menos.

 

Decido mirarme al espejo, debía verme tal cual soy...

 

La sonrisa duró horas y el encuentro conmigo mismo había sido muy bueno.

 

Llego la hora de acostarse para dormir. A la media noche, despierto, la luz semi a oscuras, hacía ver una figura de un hombre, alto y delgado, sentado en una silla del cuarto.

El substituto estaba ahí. Me había visitado.



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En el texto hay: misterio, doble personalidad entes

Editado: 16.05.2022

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