Era de mañana, la mañana del cumpleaños número 18 de Evol, pero la emoción era tanta que ni ella misma recordaba que era el día de su cumpleaños ya que por fin podría viajar al lugar al que tanto ha esperado ir (corea del sur), y cumplir sus sueños.
-brrr…brrr
-Mm…
-br-
-hola?
-feliz cumpleaños!
-ahs! no grites acabo de despertar
-de nada
-gracias
-te esperare en el aeropuerto
-ok, adiós
-bye
Pov Evol
Solo el despertar con la llamada de mi mejor amiga empecé a sonreír como una tonta este era un día muy especial pero si no fuera por Lili yo no recordaría mi cumpleaños, luego de estirarme y frotar mis ojos me levante de mi cama para bajar al primer piso y encontrarme con…
-feliz cumple!
-gracias papa
-sopla las velas y pide un deseo
-(sopla) listo
-hay mi niña…cuando te convertiste en una mujer independiente
-ya papa, vamos a comer pastel
El es mi padre Luka García, un hombre viudo y trabajador que ha cuidado a su hija desde que su esposa murió, mi madre Min lei-hyun murió cuando nací y si es coreana es quizás una de las razones por las que tengo tantas ganas de ir a corea, para conocer mis raíces, la cultura de mi sangre y también para conocerlo…
Después de comer un poco de pastel y desayunar me dirigí a mi cuarto para arreglar mi cama, darme una ducha y al vestirme me vi en el espejo y…
-vamos Evol, no estés nerviosa…trabajaste y estudiaste coreano 2 años para esto, esto es lo que quieres…no estés-
-Evol! Ya casi es hora cariño tu amiga ya debe estar allá
-voy papa!
-cariño no juzgo tu “estilo mixto” pero con ese suéter te va dar calor
-papa aquí me daría calor, pero en corea el clima es mas frio y por si acaso llevo otra camisa debajo
-ok, entonces vámonos
No sé porque estaba tan nerviosa, el dinero, la cultura, mi trabajo o quizás encontrarme con el…En el camino hubo silencio, no uno incomodo era mas bien triste, o simplemente un padre soltero con una hija a la cual no quería tener tan lejos.
Al llegar mi amiga me saludo, lloro un poco y me pregunto si podía ir conmigo ella era alguien muy sensible pero sé cómo tratar con ella, mi padre solo dijo que me cuidara y que volviera de visita o al menos que llamara y también me dijo “nada de chicos”, yo solo le reclame y mi amiga se empezó a burlar. Me despedí de mi amiga con un cálido abrazo y a mi padre le dije “es hora de los sueños” para así empezar mi viaje en una lugar nuevo, con costumbres nuevas, amigos nuevos y una vida nueva estaba tan emocionada que no me di cuenta cuando caí dormida en mi asiento.