El sueño de las flores moradas: 3 Pesadilla

¿Podré seguir adelante?

Después de haber pasado ya por muchas cosas, todos parecían ya estar muy cansados y la moral, bueno, para ser sincero no era la mejor, al ser que todo lo que había era ahora una ciudad completamente desolada, no podían encontrar un lugar en donde pudieran ver a más personas además de ellos, aunque tampoco era tan bueno el saber que se habían quedado sin familia.

 

Elva, que actualmente era la cabeza de esta operación, empezó a tratar de encontrar una manera de comprender mejor las cosas que pasaban a su alrededor, así como investigar cada vez más con la información que había para poder hacer que todo se mantuviera funcionando, por supuesto que esto no era un trabajo fácil, por lo que a veces pensaba que ya era suficiente de todo esto.

 

En realidad, no era como si pudieran crear cosas tan grandiosas como lo que salen en la tele, es una gran ventaja el que haya podido usar con todo lo que había aprendido viendo a su hermano que según era alguien muy bueno en lo que estudiaba y por eso es que había logrado mantener todo bajo control, pero en este instante se encontraba completamente en un gran dilema, no podía entender cómo es que en este momento todo lo que veía era tan diferente de lo que estaba acostumbrada, por alguna razón, por más que lo viera, no comprendía nada de lo que estaba en la computadora, todo lo que hacía se encontraba un poco confuso, era casi como si hubiera olvidado un poco de las cosas que antes le eran fáciles o por lo menos podía entenderlo y manejarlo apropiadamente.

 

Ante este problema, pensó_

Elva – de verdad… ¿Q-qué debería de hacer? ¿No puedo siquiera lograr ingresar a las cámaras de vigilancia, terminé saliéndome por error de este y ahora ya no puedo entrar, tampoco puedo entender que era todo esto que escribí en mis apuntes, se supone que esto es de gran importancia, pero no lo entiendo para nada, ahora ¿Qué es lo que debería de hacer? No puedo seguir así… así no puedo hacer nada –

 

Mientras trataba de entender toda esta situación, se podía notar en su expresión el poder encontrarse completamente confundida, al mismo tiempo que la frustración se empezaba a apoderar de ella, esto no parecía ser para nada bueno en lo más mínimo.

 

A pesar de que trato de aparentar que todo estaba bien, Dalo empezó a notar que ella no estaba para nada bien, en realidad no podría ser de otra manera, el desgaste físico y emocional que producía la situación en la que se encontraba, añadiendo al mismo el simple hecho de que apenas eran unos adolescentes, no era un panorama para nada agradable. Así que, mientras Elva trataba de ir en busca de alguna manera de lograr conseguir regresar a estar al tanto de todo como antes, la destrucción que se avecina era cada vez más realista.

 

Dalo, quién la estuvo dando mucha prioridad sobre cada una de las cosas que hacía, noto que de pronto su mirada empezaba a verse apagada, como si ya casi no pudiera ver nada y a nadie enfrente a ella, era más como si se tratara de que se volviera en un completo robot, que no tiene emociones y no puede reaccionar. Pero esto no era para nada bueno, ya que Dalo recordó cuando se vio de la misma manera, el sentimiento de estar solo, el sentimiento que tuvo que pasar cuando todo esto empezó, en el momento en que no podía ver a nadie, ese instante en la que estuvo con su familia, pero ya todos eran… todos se habían vueltos en Flormors.

 

Mientras miraba desde lo lejos, pensaba:

Dalo – no… ¿No habrá algo que pueda hacer para ayudarla? La verdad, no puedo dejar que esté sola, debo de lograr conseguir una manera para lograr hacerla sentir mejor –

Miró a su alrededor, donde todo lo que podía visualizar en este momento era una habitación vacia, esto debido a que los demás habían salido con la intención de poder ver el huerto que habían empezado a cultivar, así como traer algunos suministros para poder seguir sobreviviendo.

Dalo – bueno, la verdad… esto… esto no parece ser un lugar tan acogedor, pero tampoco es que haya otro lado al que podamos ir. Cada vez que salimos nos enfrentamos a la posibilidad de convertirnos en Flormor o tener que enfrentarnos contra ellos lo cual es muy peligroso y… para ser sincero… no tengo confianza en que podamos conseguir salir con vida –

Con un tono débil mezclado con la desilusión e incapacidad de ser alguien que pueda asegurar la seguridad y felicidad de los demás, Dalo terminó dándose la media vuelta para luego reposar su espalda en la pared y de esta manera dejarse caer hasta el suelo mientras su mirada estaba viendo a la nada.

Dalo, con una voz quebradiza – de verdad, soy sólo un tonto, no puedo hacer nada para salir de este lugar, no puedo hacer que regrese mi familia, no puedo proteger a mis amigos, incluso me cree un completo inútil la niña que yo… –

Un silencio se apodero de el lugar.

 

Desde la distancia todo lo que podía hacer era verla, sin siquiera tener la fuerza suficiente como para tratar de ayudarla. Eso era todo lo que Dalo podía pensar o sentir que era la realidad.

 

Por otra parte, Elva, quien estaba abrumada con cada uno de los cambios que habían surgido, no tenía suficientes fuerzas como para poder mantenerse al día con todo lo que sucedía ni mucho menos para saber que es lo que le pasaba a ella misma. Ella se encontraba considerando que se estaba volviendo en una carga para los demás y que en cualquier momento podría quedarse sola otra vez. “Este mundo no es un lugar en el que pueda estar hecho para que sobrevivas si eres demasiado débil” es lo que ella pensaba y por eso trataba de volverse a parar, pero en este momento parecía que la realidad le estaba dando un golpe muy duro que no la dejaba poder seguir adelante.




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