Desde que todo había sido vuelto en una completa ciudad fantasma, al parecer Florentina se las había arreglado para conseguir a muchos más sobrevivientes, lo cual no había sido posible por el lado de Dalo, pero la carga con la que tenía que lidiar era mayor que la que podía soportar sola.
El sentir que en cualquier momento cualquiera de ellos podría volverse en su contra, era algo que empezó a sentir después que su grupo logro llegar a los quince miembros, esto podría decirse que era algo demasiado bueno, pero en realidad ella conocía muy bien los peligros que significaba contar con un gran numero de miembros y sobre todo si es que eran completos desconocidos.
Florentina, mientras hacía una de sus rutinas y revisaba las provisiones que tenían para poder alimentarse, se dio cuenta que muy pronto puede que terminaran en grave problemas al ver que esta había disminuido considerablemente, esto no era algo para nada gracioso el saber que había personas que estaban comiendo de más y no daban el suficiente esfuerzo como para poder compensar dicho beneficio.
Con un suspirara, Florentina comenzó a pensar que era momento de que todo llegara a establecerse con un gran orden antes de que pudiera perder todo su poder con el que contaba. Estando hincada, colocó su mano sobre la frente mientras pensaba:
Florentina – de verdad, ¿Cómo pueden ser tan tontos como para terminar haciendo algo como esto? Pero lamentablemente aún no tengo la fuerza suficiente como para poder atacar con mano dura a los responsables de esto, es por eso que tendré que buscar a un aliado para lograr hacerlo, lástima que no supe cómo hacerlo en aquel momento, si tan sólo no hubiera rechazado su oferta, quizás me encontraría mejor en este momento, bueno, no es momento de pensar en eso – sacudió su cabeza para poder despejar un poco su mente – no es momento de sentirme así, es mejor que empiece a ver cómo puedo lograr hacer para que nada malo pase –
Florentina se levantó lentamente mientras trataba de ordenar cada una de sus ideas que pasaba por su mente para lograr llegar a conseguir arreglar este problema. Entre unas de las medidas que tuvo que realizar fue el de dejar de explorar en busca de más sobrevivientes, por supuesto que esto no les pareció para nada agradable a los demás, pero aunque se enojaran con ella, se mantuvo firme sin dejarse influenciar en lo más mínimo, estas decisiones que son muy difíciles de tomar es algo que debía de hacerse si es que querían seguir viviendo y evitar el terminar muriendo en este mundo en el cual ya no había casi nadie que pudiera ayudarlos, sumando a ello que ninguno de los que estaba con ella podía decirse que tuvieran habilidades tan sorpr3endentemente buenas como para poder demostrar una gran valía.
Lo que Florentina empezó a murmurar mientras varios de los refugiados con ella decían a sus espaldas, fue
Florentina – nadie nunca está feliz con las decisiones que se toman, pero de no tomarse alguna decisión y haber alguien que esté dispuesto a sufrir las consecuencias, nunca podremos seguir avanzando – mientras sentía en el pecho un gran dolor – pero el poder encontrar a una sola persona que pueda estar a tu lado a pesar de todo, es algo que es mucho más difícil de tener y es lo que más quiero lograr encontrarlo o volver a encontrarlo si es que en alguna ocasión llegué a alejarlo de mi lado –
Con estas palabras que parecían ser lo que ella trataba de lograr volverlo en su motivación, se dio la vuelta y se dirigió hacía el almacén para poder volver a realizar las diligencias de siempre.
Pero, en el momento en que estaba casi por llegar a este lugar, de pronto escucho unos murmullos, esto la hizo estar completamente alerta, es por esa misma razón que prefirió no continuar su rutina. No lograba contener en absoluto la simple idea de que en este lugar podría estar seguro, aunque hubiera hombres y mujeres por igual, ella no se podía decir que tuviera a alguien que lograr llamar “aliado” así que tampoco es que lograra confiar en todos.
El lugar del almacén en realidad podría ser un lugar lo suficientemente perfecto como para terminar también encerrada si no se tenía el debido cuidado. No porque fuera un lugar con alta seguridad, sino que puede que la rodeen y con ello no la dejen salir de esa habitación. En lo que respecta a todos estos meses en que había logrado mantenerse sin ni un incidente, se debía a que ella había logrado hacer que todos estuvieran de su lado sin ninguna clase de resistencia, esto debido a que no tenían ni un lugar al cual ir ni la más mínima idea de como lograr sobrevivir.
Pero la realidad estaba empezando a cambiar, esto debido a las decisiones que ella había empezado a tomar, sin embargo, no podía decirse que eran del todo malas, ya que a través de estas es que todos podían mantenerse a salvo de todo el peligro que llevaba el juntarse con los Flormor o poder terminar también contagiados por las flores moradas.
Los pasos tampoco eran tan fáciles de seguir, al igual que la información para lograr esto era completamente inexistente. El como logro conseguir esta información no fue a través de a ver terminado perdiendo a uno de sus pocos aliados durante una de las travesías que había realizado en este retorcido mundo, sino más bien era a través de Dalo, para ser más concreto, fue el diario de Dalo el que les dio las pistas para lograr encontrar una manera de mantenerse a salvo, sumando a esto lo que sería la casa abandonada en donde se mantuvieron al principio y que los protegía de todo hasta que fue destruida, por supuesto que después Elva descubriría con facilidad que esta se puede volver a arreglarla. Los Flormor, aunque aún no había un antídoto o una forma de lograr combatirlos, era esencial el método que encontraron en el cual ellos no podían detectarlos tras utilizar ciertas cosas lo cual lograba burlar a su tan desarrollado nuevo sentido que habían adquirido y este era algo fundamental que hizo que varios lograran sobrevivir y al parecer puede que también sean capaces de hacer que el efecto de las flores moradas no llegara a todos, pero eso aún es un misterio si es que funcionan de esa manera o no, así como el motivo por el cual podían decirse que son casi inmunes a lo que había sucedido a todos los demás.