El sueño de las flores moradas

En busca de más sobrevivientes

Dalo se levantó temprano y fue a ver a Walter. Al encontrarlo, le dijo - Buenos días Walter. ¿En qué les puedo ayudar? -, Walter, - Buenos días Dalo. Bueno, tendrás que esperar hasta que se levante Fernanda. Lo cual es algo raro, ya que siempre es una de las primeras en levantarse -, Dalo, - muy bien. Voy a ver si puedo hacer algo mientras espero -, se despidieron.

Dalo va a despertar a Fernanda, toca en su habitación pero no contesta. Se recordó que Fernanda aveces va a dar una vuelta sin que nadie se entere. Ahora lo único que tenía que descubrir es donde, se estaba marchando cuando abrió la puerta Fernanda. Fernanda le dijo: hola Dalo. ¿Qué haces aquí? -, Dalo, sorprendido al ver que era cierto que Fernanda todavía seguía durmiendo, - nada. Sólo venía a despertarte, ya que no es bueno dormir de más -, Fernanda se enojo y le dio un golpe en el hombro derecho. Dalo, colocando su mano en donde le había pegado Fernanda, dijo - ¿Porqué te enojas conmigo?, ¿acaso te he estado haciendo algo malo? -, Fernanda, - eso te pasa por despistado, tonto y no ser delicado con una dama como yo -, Dalo, - está bien. No se lo que me quisiste decir con eso pero no importa -, Fernanda, - ¿Cómo que no importa? -, Dalo, - lo siento. Pero no quiero que todo siga así. Deseo que todo vuelva a ser como era antes. Poder ver a mi papá, mamá, hermanos y hermanas. Poder estar junto a todos, recibiendo clases y compartiendo sin temor alguno. Así que deseo conocer mi próxima misión pero no me lo darán sin que tú estés -, Fernanda con voz sarcástica, - qué conmovedor, casi me haces llorar -, Dalo, - ¡qué bueno!. Así que no tenemos tiempo que perder -, Fernanda, - tú solo quieres impresionar a Florentina, ¿verdad? -, Dalo, - ¿Porqué lo dices? -, Fernanda, - no hemos sido amigos por nada -, Dalo, - tienes razón. De todas maneras, ¿Vamos? -, Fernanda, - está bien pero, sino me dejas desayunar en paz la, lo lamentaras -, Dalo, - por supuesto. No te voy a molestar durante la comida -.

Después del desayuno, Dalo y Fernanda se dirigieron con Pepe. Una vez llegaron, Pepe les dijo - hola Fernanda y Dalo. Hoy les quiero encargar una misión muy importante. Debido a que hemos encontrado a Dalo a salvo, creemos que hay más personas que han sobrevivido como Dalo. Por ello, ustedes buscarán a todos los sobrevivientes y los traerán -. Dalo y Fernanda aceptaron la misión y se dirigieron por herramientas y armas, si fueran necesarios, para ir a la búsqueda de más sobrevivientes.

Sin saber dónde empezar, Fernanda se sentó en una banca del parque, ya que durante todo el tiempo en que habían buscado no obtuvieron señal alguna. Dalo miró en dirección a la escuela y, recordando, propuso ir por esa ruta. Fernanda se levantó y, estando de acuerdo con Dalo, se dirigieron por ese camino. Empezaron a caminar y, pasando unas tres cuadras, doblaron en la esquina. Fernanda preguntó - Dalo ¿no íbamos hacía la escuela? -, Dalo, - sí. Pero, acabo de recordar, por aquella tienda, donde compramos nuestros dulces, vi que algo se movía -, Fernanda, - y ¿cuándo fue eso? -, Dalo, - fue un día antes de encontrarme con ustedes -, Fernanda, - ¿estás seguro de que halla alguien todavía? -, Dalo, - Sí. Porque, igual como me encontraba, esa tienda puede tener un lugar en donde poder resguardarse de todo ésto. Y, creo que debemos ir ahí, antes de que esa persona pierda las esperanzas y trate de convertirse en un Flormor. Como me sucedió -.

Estando frente a la tienda, entraron con precaución. Pasaron el mostrador y, abriendo la puerta, se adentraron por dentro de la tienda. Al ser una casa de dos niveles y un sótano, Fernanda fue por el sótano mientras Dalo fue al segundo nivel. Fernanda, prendiendo la luz, empezó a bajar. Estando abajo, vio un armario que le daba una cierta sensación de que alguien o algo estaba dentro. Se dirigió hacia el armario despacio, tomó una de sus puertas y lo empezó a abrir lentamente.

Por otro lado, Dalo se encontraba ya en el segundo nivel. Dalo, empezó a registrar las habitaciones que estaban. Pero, al entrar en cada una, no encontró nada. Se preguntaba - ¿habrá alguien aún?, de seguro debe haber alguien. Pero ¿Dónde? -. En eso, encontró una puerta escondida, que se encontraba en una habitación. Abrió la puerta y vio un cuarto pequeño. Entró, y al llegar frente a una cama, que se encontraba dentro, estaba dormida una muchacha y, con una expresión que delataba la soledad en que se encontraba y rastros de un mar de lágrimas que habían quedado en la noche. Dalo le tocó el hombro y dijo - hola, buenos días. Despierta, que hemos venido a traerte -.

La muchacha empezó a abrir lentamente sus ojos. Dalo, vio lo hermosura oculta de una mujer al despertarse, él creía que, a pesar de todo lo que estaba pasando, no había visto a personas tan fuertes como lo era ella. Ella seguía viva, las marcas de sus lágrimas, era una muestra de que aún no había dejado de sentir y, el simple echo de encontrarse viva, era la muestra de que ha estado luchando por ver un día mejor. En el que todo esto quedará como una simple pesadilla y, que después de despertar, se podría sentir ese alivio y calor de todo ser querido, de esta manera, poder sonreír.

Ella se despertó y, al ver a Dalo junto a ella, se levantó rápidamente, sin pensarlo nada más, lo abrazó y lloró. Mientras lloraba, decía - gracias a Dios. Al fin puedo ver a alguien que se encuentra igual que yo. Y, sobre todo, alguien conocido -. Dalo quedó paralizado, no sabía que decir ni mucho menos hacer y, cuando escuchó esas palabras, quiso acompañarla en sus lágrimas. Dalo, recordó cuando estaba solo en su casa y, olvidándose de todo, dijo - no te preocupes. No eres la única, aquí estamos buscando a sobrevivientes como tú. Así que - sonriendo - vamos, salgamos de aquí -.

Ella se levantó. Empezaron a bajar pero, Dalo no estaba tan calmado ante tal silencio en que se hallaban, se le pasaba por la mente donde está Fernanda. De pronto, escuchó la voz de Fernanda. Dalo corrió lo más que le fue posible. Bajo al sótano y, agarrando una de las armas, dijo - ¡Fernanda!. Aguanta, ya voy allá -. Quedo atónito, al ver que Fernanda estaba en el suelo, ya que se encontraba rodeada por las flores moradas. Vio hacia arriba y notando que se encontraba un Flormor en el techo.




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