Ada
Llegue a la cueva, creo que necesito dormir,
Me dirijo con las mujeres neandertales, me siento a la do de la mamá de Adán,
Adán se acercó, pero yo lo ignoré no quiero verlo seguiré comiendo esta carne que hace mucho que no la he comido.
No vi mucho a Adán venía por carne y se iba, todos los neandertales estaban hablando podía sentir la mirada de Adolfo, no lo quiero ver tampoco, seguía con las demás mujeres solo puede ver las piedras chiquitas que se encontraban al rededor del fuego, hasta que me sentí cansada, veo a mi alrededor la mayoría de los neandertales se fueron a dormir.
Escucho eso y me voy a mi rincón de siempre para acostarme, cierro mis ojos, pero no puedo dormir me quedo viendo la entrada de la cueva. Mis padres…
Recuerdo cuando me avían encontrado, pero solo fue un sueño, me pone triste al no estar con ellos, los encontraré, me iré con ellos y buscaré ese sueño que he estado soñando y viviré ahí con ellos.
Cierro los ojos trato de no llorar no sé en qué momento me quedo dormida, pero escucho una voz que me está susurrando. Ada… Ada... Mamá… eres tú… Abro un poco los ojos y veo a Adán… Ada…
Adán y yo nos dirigimos más a tras de la cueva nunca he entrado hasta aquí, ahí muchas entradas me dan miedo y sostengo más fuerte la mano de Adán, no me quiero separarme de él, nos llevamos una rama de fuego para poder ver él caminó, nos detenemos
Coloca las ramas de fuego en unas hierbas que están secas y quemadas se hace una pequeña fogata y puedo ver lo que está a mí alrededor.
Adán toma la sangre del animal que comíamos y empezó a pintar en la cueva yo hacía lo mismo que él.
Es increíble yo puedo pintar lo que yo quiera en este lado de la cueva, se me ocurrió solamente poner toda mi mano en la sangre de animal, la coloco en la pared donde Adán me dijo que podía poner lo que yo quisiera.
Adán al ver lo que hice, fue a mi lado y hizo lo mismo que yo, pero lo hizo diferente, su mano lo puso junto a dónde yo la coloque, su mano es más grande que la mi, me gusta ver su mano junto a la mía solamente lo veo y Adán me sonríe.
Adán se acerca más a mí y me da un beso en la frente cierro mis ojos posteriormente siento sus labios en mis mejillas, después en la otra me dejo guiar por sus besos a hora ciento sus labios en mi boca, le correspondo el beso lo abrazo no lo quiero soltar.
Ciento sus manos colocándose en mi cintura me empuja hacia la pared de la cueva se agacha un poco más, no puedo dejar de besarlo, después siento que están tocando mis piernas, me carga yo lo sigo besando hasta ver sus ojos.
Me baja como se lo avía pedido al encontrarme en el suelo me alejo de el y veo las pinturas que ha pintado Adán