El Sueño Perdido

Capitulo I

«Yhan»

 

10 de Septiembre.

Han pasado dos semanas desde el incidente del jardín y ahora tengo problemas para dormir. Comienzó a pensar que mi cuerpo tiene miedo a vivir una experiencia parecida a la de aquel día. Aunque me he convencido en que no debería de pasar nada nuevamente, la verdad es que desconozco que fue lo que pasó esa tarde. No entiendo por qué un simple sueño me pudo provocar un malestar tan grande.

Ahora estoy en casa, mi madre está de viaje así que estoy solo como de costumbre. Es casi media noche. Estoy acostado en cama, mirando hacia la ventana de mi cuarto. Ha comenzado llover y los truenos se escuchan con frecuencia, la luz de los rayos entran por la ventana. Es una escena poética, sin embargo, el silencio que invade el ambiente es tan aterrador como hermoso.

«Aquel sueño no era normal. Todo fue tan real...» Era lo que invadía mi mente.

Honestamente he pensado que lo que ví ese día no era un sueño. Las sensaciones que tenía eran tan parecidos a estar despierto que podría asegurar que mi cuerpo viajo a otra ubicación de la ciudad. Entre más lo pienso más lo recuerdo, y a su vez, de más detalles me percato.

La hora y el clima eran exactamente los mismos en la realidad como en el sueño. Podía oler lo mismo en ambos lados. Podía moverme con voluntad hasta que aquella puerta apareció. Ese brillo no era simplemente una luz. Podía escuchar voces detrás de ella, y a su vez esas mismas me invitaban a entrar.

«¿Que habria pasado si entraba?» Pensé.  Lo último que recuerdo de aquel lugar es que al intentar entrar mi visión se nublo y perdí la conciencia. Cuando la recuperé estaba de regreso con Yule  y Andy. Y el mareo, dolor muscular y un gran cansancio me invadió.

La luz de un rayo iluminó toda la habitación, el estruendo no tardó en llegar. Esto me hizo reaccionar, nuevamente me había perdido en mis pensamientos.  Tome mi celular, prendí la pantalla y mire la hora.

[11:38 PM] «Tengo que dormirme ya, mañana tengo un examen que hacer.»

Cerré los ojos. Me acomodé inclinando mi cuerpo a la derecha de la cama. Poco a poco sentía que perdía noción de lo que pasaba y finalmente tras unos minutos logré quedarme dormido.

 

................

 

Desperté tras escuchar un gran estruendo. Conforme recuperaba la conciencia comenzaba a escuchar ruidos que provenían del piso de abajo de la casa. «¿Mama llegó? No. Se supone que no llega hasta la próxima semana. »

Me levanté de la cama, me puse unas sandalias. Salí de mi habitación y caminando por el pasillo me dirigí a las escaleras que van para la planta baja. Cuando llegue al inicio de los escalones note que las luces de la sala estaban encendidas. Los ruidos dejaron de sonar y en su lugar un gran silencio invadió mis oídos.

Una mano se asomo por la parte superior de mi hombro, se colocó encima de él y una voz familiar que provenía detrás de mi se hizo notar. —Hola Yhan, parece que finalmente has decidido aparecer por aquí.

El miedo me invadió, el cuerpo me temblaba al igual que la voz y decidí preguntar. —¿Quien eres? y ¿Que es lo que quieres?.— La mano me soltó, y desapareció. Me animé a voltear pero cuando todo mi cuerpo estaba en dirección al fondo del pasillo no ví a nadie, únicamente veía oscuridad.
—Ya no estoy ahí, estoy acá abajo Yhan. No me vas a ver hasta que yo lo decida.— Escuché, la voz provenía desde la sala. El miedo y escalofrío recorría mi cuerpo.

Comencé a sudar frío. Lo más sensato era volver a mi habitación, encerrarme y llamar a la policía. Pero la intriga me controló. Después de todo aquella persona no me había echo daño a pesar de que estaba detrás de mi. Así que decidí bajar por las escaleras.

En un descuido mi pie resbaló, caí rodando de las escaleras hasta suelo de la sala. Cubrí mi cabeza para evitar golpes con ayuda de mis manos y brazos.

Cuando intenté levantarme aquella persona apareció frente a mi. Se inclinó hacia abajo, con su mano derecha me aplasto la cabeza contra el suelo y con la izquierda me coloco una manta en la cara evitando así que pudiera ver algo. No podía levantarme por el dolor que tenía por todo el cuerpo, y el miedo me tenía paralizado.

Aquella persona me dejó tirado en el suelo y escuché que se alejo un poco, después abrió una puerta y comenzó a decir—No te levantes—la voz me era tan familiar pero no puedo recordar de quién era. —Pobre Yhan mira como terminaste. Te he dado demasiadas oportunidades y las ignoraste.

—¿Que quieres? Déjame ir

—Yo no te he amarrado, tu te caiste y lastimaste el cuerpo solito. No es mi culpa que seas tan idiota. Pero no me sorprende, nunca haces nada para cambiar las cosas...

Aquella voz sonaba muy enojada, podía percibirse con odio y decepción al mismo tiempo. No sé quién era pero parecía conocerme de alguna parte.

—Si no me dirás quien eres entonces dime ¿Qué buscas haciendo esto?

—Nada en realidad. Solo estoy aquí porque es momento de que abras los ojos y aceptes la realidad. —decía aquella persona.—Tal vez nos veamos pronto nuevamente, depende de tí. Pero siempre te estaré vigilando. En cuanto a mi identidad, solo diré que somos viejos amigos.

«Este tipo me está vacilando» Pensé e inmediatamente me levanté quitando la  manta de mi cara.—¿Viejo amigo? Yo no tengo viejos amigos.— Al mirar al rededor nuevamente no había nadie.

—Lo se mejor que nadie Yhan. Así que toma ese coraje para enfrentarme en el futuro. No importa cuánto tardes, te estaré esperando. —recibí como respuesta.

No sé que pretendía, pero así como llego se fue aquella persona. No dejo rastro de por dónde o cómo entro y salió de la casa. Simplemente se esfumó.

No sabía cómo sentirme el respecto, tenía miedo por qué ya no estaba seguro en casa. Mientras que a su vez un sentimiento de enojo me rodeaba.



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En el texto hay: mundo oculto

Editado: 05.05.2023

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