Era una tarde gris (en el barrio Esperanza)
Lucas regresaba de la escuela que estaba ubicada a tres cuadras de donde él vivía.
Al llegar a su casa, como era de costumbre, le dió un beso a su mamá.
La madre le preguntó:
-¿hijo, cómo te fue hoy en la escuela?
Lucas contestó:
- Muy bien mamá, hoy me saque 10 pero me dieron más tarea para hacer y presentar mañana.
La madre respondió:
-Te facilito hijito mío por tus notas, espero que sigas así, si necesitas ayuda avisame.
Lucas:
-Sí mamá, bueno te avisaré si necesito algo, me voy a mi cuarto.
Mamá:
-Te calentará la comida. En seguida te llamo para que bajes a comer.
Lucas:
-Ok mamá.
Lucas entró a su cuarto, dejó la mochila en su cama, abrió la ventana para que entre un poco de
aire y en la mesa que estaba cerca de la ventana sacó su carpeta, su cartuchera y se puso a hacer
su tarea . Eran como las 6 :35 , de los 3 puntos que le dio su maestra ya solo le faltaba uno.
La madre desde las escaleras, le dió un grito diciendo:
-Lucas ya está servida tu comida, bajá antes de que se enfríe.
Lucas le respondió:
En 5 minutos bajo mamá, solo me falta un punto para terminar.
La madre:
-Ven a comer que se enfría la comida, vení Lucas con tu carpeta aquí terminamos tus tareas.
Lucas:
-Ahora bajo mamá.
Lucas cerró su carpeta bajo y como buen niño fue a lavarse las manos y se sentó a comer, la madre
lo acompañaba tomado una taza de café. Tuvieron una conversación muy amiguera de esas que
ríes y ríes.
Al terminar la comida, Lucas le dice a su mamá:
-Gracias mamá estaba muy rica la comida, voy a lavar mi plato.
La madre:
-De nada hijo, deja que yo lo lavo, traé tu carpeta hasta que yo termine de lavar tu plato.
Lucas:
-Mamá hoy no necesitaré tu ayuda, está fácil la tarea además sólo me queda un punto por hacer.
La madre:
-Bueno hijo, no dejes la ventana abierta porque está a punto de llover y va a entrar agua, como la
otra vez.
Lucas:
-Si mamá, no te preocupes.
Lucas volvió a su cuarto ahora con la panza llena, el aire que entraba por su ventana era suave y
tan refrescante que hacía bailar a sus cabellos. Lucas por un momento se recostó en la mesa,
apoyó su mejilla izquierda en la carpeta y estiró los brazos rodeando su cabeza, sin darse cuenta
se quedó dormido con la ventana abierta.
(Eran las 7 y 38)
Tocaron la puerta, la madre fue a atender y al ver quien era, quedó por un momento paralizada no
lo podía creer, era su madre.
Lucas escuchó la voz de su abuelita Asunción (la cual también le decía mamá). Entonces se
despertó sorprendido, abrió muy grande los ojos y se levantó tan rápido como pudo, bajó de su
cuarto y cuando vio a su abuelita no dudó en abrazarla (su rostro mostraba mucha emoción).
Lucas (entre lágrimas) le dijo:
-Abuelita no sabes cuanto te extrañe, no lo puedo creer, pensé que ya no te iba a volver a ver más.
La abuela Asunción:
-Mi hijito yo también los extrañé, por eso vine a verlos.
Lucas:
-¡Por favor, no te vayas quédate en la casa con nosotros, tenemos habitaciones sin ocupar!
¿Dónde estás viviendo mamá Asunción?¿ Por qué te fuiste tanto tiempo ?
La abuela Asunción:
-No quiero que sigas llorando mi Luquitas, no quiero que te pongas triste. Yo estoy viviendo lejos
¡y sólo vine a verlos xq estoy de vacaciones!
Lucas:
-Mamá Asunción sigue igual de linda como la última vez que la vi, no cambió en nada
La abuela Asunción:
-Ya me tengo que ir. Adiós hijita mía no sé cuando volveré
La madre (entre lágrimas y un abrazo)
-¡Chau mi viejita te estaré esperando, cuídese mucho!
La abuela Asunción:
-Luquitas tengo que irme...
Lucas:
- Chau mamá Asunción te voy a extrañar mucho (entre lágrimas en los ojos, le dio un besito en la
mejilla y un último abrazo muy fuerte).
Antes de subir al taxi la abuela le dijo a Lucas:
-Ya no estés triste hijito, yo estoy bien con las vacaciones que me merezco Adiós.
Antes de que arranque el vehículo , cayó un trueno tan ruidoso y espantoso que hizo cortar la luz
en todo el barrio. Fue entonces cuando Lucas despertó asustado y confundido, miró por la ventana
y ya estaba lloviendo, la carpeta estaba mojándose por un par de gotas que entraron. Entonces
cerró la ventana y su mamá que tocaba la puerta de su habitación le dijo:
-¿Lucas estás bien? Abrime la puerta, no te asustes.
El abrió rápido la puerta y abrazándola, le dijo:
-Mamá tengo miedo, ese trueno hizo temblar toda la casa pensé que se iba a caer.
La madre:
-No tengas miedo, ya estoy aquí para cuidarte.
Lucas:
-Lo mismo me dijo mamá Asunción en el sueño que tuve hace rato mamá...
La madre:
-¿La soñaste a la abuela, Lucas ? Contame como fue.
Lucas fue a sentarse en la cama de su habitación para contarle a su mamá lo que había soñado.
La madre (sorprendida) le dijo:
-Se que la extrañas mucho a mamá Asunción pero ya pasaron 3 años desde que ella ya no está
con nosotros.
Lucas:
-Lo sé mamá pero me dio mucha felicidad volver a verla aunque solo haya sido un sueño, la
abracé, le di un beso, escuche su voz y vi su sonrisa ella estaba feliz de vernos y te juro fue real la
vi ,la pude sentir mamá.
(Eran las 8 y 26 cuando regresa la luz) .Lucas abrazando a su mamá, pensaba en lo que significa su
sueño y dice:
-Gracias abuelita por hacerme saber que estás bien y estés donde estés, sé que te estás
divirtiéndote, como las vacaciones que me dijiste que te merecías, ya mi corazón se siente aliviado
y en paz.
¡Te amo abuelita, espero volver a verte muy pronto!.
Reflexión:
Cuando uno extraña a esa persona que ya no está en nuestra vida, de alguna forma nos hace saber
que están bien estén donde estén; el corazón sabe cuando da suspiros de Alivio. Los buenos
momentos solo duran poco tiempo, casi como un sueño perfecto del que no quieres despertar.