Hoy abrí los ojos mirando hacia arriba me encontraba en un lugar no conocido, no había un techo al cual mirar, ni muros que dividieran los cuartos.
Creo que me encontraba en una cama de hospital, me di cuenta por los dos hombres que estaban a un lado de la cama, uno parecía el doctor y el otro un enfermero.
No podía distinguir sus rostros solo me guiaba por el tono de voz una mas fuerte que la otra, el doctor me dijo que me tenia que poner un suero para mejorar.
Lo extraño fue que aquella bolsa de suero estaba vacía, es como si en vez de que me dieran suero, es como si donara sangre.