El susto ( Haloween ) Texto editado

Capítulo único.

Con el canto del gallo a las seis de la tarde era cuando empezaba a oscurecer en aquella gran región.

En la hacienda los animales empezaban a buscar sus nidos, o madrigueras y así disponerse a dormir. 

Mientras otros animales empezaban a despertar. 

Los diferentes ruidos y sonidos de la naturaleza hacia que a los más pequeños les volará la imaginación.

Era entonces cuando el abuelo acostumbraba reunir a sus nietos y demas guilas de la propiedsd. 

Se sentaba en la gran mecedora adornada con los colores rojo y azul. 

Ahí esperaba a que cada uno de los chiquillos de la hacienda sus nietos y demas niños ( hijos de los peones y las muchachas de servicio ).  

Se sentaban al rededor del abuelo en espera de su historia.  

Por doquier buscaban acomodarsen en el piso en sillas más pequeñas, en la orilla de la macetero, donde hubiera un lugarcito ahí se acomodaban.

El abuelo empezaba mirando a todos los chiquillos que se sentaban a su alrededor esperando con ansias que empezará con su historia.

Hoy les voy a contar sobre una noche de Haloween.

Hace muchos años en mi juventuda yo era alegre me gustaba la fiesta, la musica y el guaro.

Un treita y uno de octubre se nos ocurrio a mis amigos y a mi reunirnos en la cantina y celebrar el día de brujas o día de Haloween. 

A pesar de las advertencias de mi mamácita y de mi esposa. 

Todo el pueblo estaba de fiesta celebrando el dichoso día.

Por tal razón esa tarde me bañe y cepille a Tormenta mi gran caballo garañon español. 

Era un bello animal muy alto de color café muy oscuro casi chocolate su pelaje brillaba y era suave como lana. 

Solo lo montaba en ocasiones especiales ferias, corridas o cuando quería lucir bien como lo era esta ocasión.

Me arregle bien guapo me he enfundado las botas de cuero de lagarto.

Tambien mi camisa a cuadros de lana para que  me mantuviera cailentito durante la madrugada.

Por último la Colonia  bien fuerte con olor a macho.

!Listo!  Buen caballo y bien vestido esta noche arrazo con mi porte y elegancia.

Con la última advertencia de mi madre. 

Mijito no vayas mejor quédese en casa cuida de tu mujer y tus hijos.

Vea que celebrar esos ritos paganos no traen nada bueno.

Aun así bese su frente y me despedí de mi mujer monte a Tormenta y me dispuse a tomar camino.

Hacia luna llena lo cual era conveniente.

Porque iluminada el camino pero a la vez le daba vida a toda la floresta natural que hubiera por el camino.

Yo no era muy valiente y me asustaba con facilidad.

Los ruidos de la noche me ponían los pelos de punta. 

El canto de un grillo que suena agudo por estar bajo el agua.

Las ramitas de los árboles silvando por la tenue brisa que sopla.

Las sombras que se forman con los diferentes angulos que  iluminan los rayos de la luna.

A lo lejos deslumbró un pequeño animal de mal aspecto.

El cual me miraba fijamente haciendo ruidos extraños 

Shshshsh. Se crecía cuando me acercaba.

El caballo se espanto frente a tal animal.

Escondido entre la orilla de la calle donde los rayos de la luna iluminaban a medias.

Porque el árbol que estaba a la orilla cobijada todo el suelo a su alrededor con trémula oscuridad. 

Yo como buen valiente cerré los ojos y le di rienda a mi caballo.

Pasamos junto a aquello en un santiamé ni siquiera lo notamos cuando la adelantamos. 

Después del susto sobe suavemente él lomo de Tormenta y esta se tranquilizo  al igual que yo.

A lo lejos empezamos a deslumbrar las luces del pueblo. 

Un suspiro de tranquilidad brotó de mis pulpones adoloridos. 

Al llegar al pueblo se dispuso a disfrutar de la reunión y la fiesta.

Alcohol, música, baile, era un gran festejo y con el pasar de las horas se olvido de lo vivido.

Se dispuso a fesjar a beber y comer.

De los diferentes platillos que las mujeres habían preparado.

Y a jugar con los demas hombres del pueblo.

Ya de madrugada decidió emprender el viaje a casa. 

Un poco hebrio con síguilo se dispuso al camino sin olvidar el extraño animal que tanto lo había asustado.

Se acercaba al paso donde estaba el animal la última vez que lo vio.

Se acercaba poco a poco y lo dislumbrada entre sombras y maleza.

Con el corazón saliendose del pecho y los latidos que iban de un millon.

Se dispuso pasar nuevamente ya que era el único camino de regreso a casa.

El animal estaba ahí en el mismo lugar.

Abría la boca grande, grande y los sonidos y los diferentes ruidos que hacia era de espanto como si estuviera silvando bajo tierra.

En esta ocasión paso más despacio muy serio y con la cabeza en alto.

No se atrevió a nirarlo.

Solo escuchaba con gran susto los grupales ruidos.

Paso ligerito muy suavecito y con gran valentia y no se volvió a mirar atrás.

Cuando llego a su casa se adentro rapidito y se escondió entre sus sabanas.

Ahí se quedó quietecito hasta pasar el susto y en un rato se quedó dormido.

Al despertar la duda lo consumía apenas desayuno y tomo camino.

Monto a Tormenta y se dirigió al camino en busca de una pista del misterioso animal. 

Al ir llegando al sitio lo dislumbro a la distancia.

Se asusto pero pudo más la intriga de lo susecido el día anterior.

Al acercarse se fue calmando al ver que el monstruo aterrador.... no era más que una bolsa plástica semirnterrada en la tierra sujeta por unas piedras.

El viento sopaba y bolsa se llenaba y se movía.

Con movimientos discordes de arriba hacia bajo al hacerlo producía ruidos extraños.

Al estar enterrada el ruido era grutal al tener las piedras encima el movimiento era desordenado.

El miedo y la ansiedad unidos a la oscuridad y el silbido del viento.



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En el texto hay: suspense y aventura, sustos, joven misterio

Editado: 12.03.2023

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