El susurro de la noche

Capítulo 3: El encuentro

A medida que la noche avanzaba, Clara se sintió cada vez más inmersa en el misterio de la mansión Blackwood. Después de explorar varias habitaciones y descubrir fragmentos de la historia de la familia, una inquietante sensación de que algo la observaba comenzó a apoderarse de ella. Las sombras parecían alargarse y moverse con vida propia, y el silencio se volvía cada vez más pesado, como si la casa estuviera conteniendo la respiración.

Mientras recorría el pasillo del segundo piso, Clara comenzó a escuchar murmullos lejanos. Al principio pensó que eran ecos de su propia mente, alimentados por su creciente ansiedad, pero pronto se dio cuenta de que eran voces reales. Las palabras eran indistinguibles, pero el tono era bajo y reverente, como si estuvieran recitando un antiguo conjuro. Su corazón latió con fuerza; la curiosidad y el miedo luchaban por dominarla.

Sigilosamente, Clara siguió el sonido hasta llegar a una sala oscura al final del pasillo. La puerta estaba entreabierta, y la luz tenue de unas velas parpadeantes se filtraba a través de la rendija. Con un profundo suspiro para calmar su nerviosismo, empujó suavemente la puerta y se asomó. Lo que vio la dejó sin aliento.

En el centro de la habitación había un círculo de velas encendidas, su luz temblorosa proyectando sombras danzantes en las paredes. En torno a las velas, había figuras encapuchadas vestidas con túnicas oscuras que recitaban palabras en un idioma desconocido. Clara sintió un escalofrío recorrer su espalda; era evidente que estaban llevando a cabo algún tipo de ritual.

Sin ser vista, Clara se escondió detrás de una cortina pesada que colgaba en una esquina. Desde allí, pudo observar con horror cómo las figuras se movían en un patrón rítmico, sus manos levantadas hacia el centro del círculo como si invocaran algo más allá de este mundo. La atmósfera estaba cargada de energía; podía sentirlo en el aire, un zumbido casi eléctrico que hacía que su piel se erizara.

Los murmullos crecieron en intensidad y Clara pudo distinguir algunas palabras: "susurro", "poder", "sacrificio". Cada término resonaba en su mente como un eco ominoso. Se dio cuenta de que lo que había leído en el diario no era solo una advertencia; era una invocación real, un intento de contactar con el ente conocido como el "susurro".

De repente, una figura se giró hacia ella. Clara contuvo la respiración mientras sus ojos brillaban como brasas en la oscuridad. La figura parecía haberla detectado; sus movimientos se volvieron más agitados y el murmullo colectivo se detuvo abruptamente. Un silencio tenso llenó la habitación mientras todos los ojos encapuchados se volvían hacia su dirección.

Clara sintió un terror paralizante al darse cuenta de que había sido descubierta. En ese instante crítico, su mente luchaba entre huir o enfrentarse a lo desconocido. Sin embargo, antes de que pudiera tomar una decisión, la figura que había girado hacia ella dio un paso adelante y retiró su capucha.

Era una mujer anciana con una mirada penetrante y profunda, llena de sabiduría y tristeza. "Has venido buscando respuestas", dijo con voz temblorosa pero firme. Sus palabras resonaron en Clara como si fueran un eco del diario que había encontrado. La anciana parecía conocer sus intenciones desde el principio.

"¿Qué están haciendo aquí?", preguntó Clara, tratando de mantener la calma a pesar del miedo que le oprimía el pecho.

La anciana sonrió levemente, pero no había alegría en su expresión. "Estamos intentando contener lo que fue liberado", explicó con un tono grave. "El 'susurro' es un ente antiguo que ha estado atrapado entre dimensiones gracias a los rituales realizados por nuestra familia durante generaciones. Pero ahora ha sido liberado por aquellos que buscaban poder sin comprender las consecuencias."

Clara sintió que su corazón se hundía al escuchar esas palabras. La historia del "susurro" no era solo una leyenda; era una realidad aterradora con implicaciones mucho más profundas de lo que había imaginado. La anciana continuó: "Aquellos que lo escuchan están condenados a convertirse en sus servidores eternos".

La revelación golpeó a Clara como un rayo; comprendió que debía actuar rápidamente para detener el ritual antes de que fuera demasiado tarde. Sin embargo, mientras pensaba en cómo interrumpir esa ceremonia oscura, sintió una presión creciente en el aire a su alrededor. Las figuras encapuchadas comenzaron a murmurar nuevamente, esta vez con voces más intensas y desesperadas.

"Debes irte", advirtió la anciana con urgencia en su voz. "No puedes comprender lo que está en juego aquí."

Pero Clara no podía simplemente irse; sabía que tenía que hacer algo para ayudar a esos seres atrapados entre dimensiones y salvarse a sí misma del destino oscuro que les esperaba si el ritual continuaba.

Con determinación renovada y sin tiempo para pensar más allá del momento presente, Clara decidió confrontar a los ritualistas y descubrir qué podía hacer para detener esta invocación antes de que fuera demasiado tarde...



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En el texto hay: terror, suspenso, místico

Editado: 30.10.2024

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