Capítulo 2: La celebración de las luces

La noche se había instalado sobre Selene, y el aire estaba impregnado de un dulce aroma a flores y a la fragancia de las hogueras que ardían en la plaza central. Las luces danzantes de las antorchas iluminaban el rostro de cada aldeano, creando sombras que parecían jugar entre los árboles. Lyra se encontraba en el corazón de la celebración, pero su mente seguía perdida en el misterioso Orion.

Mientras los aldeanos se reunían para compartir historias y canciones, ella no podía evitar mirar hacia el horizonte, esperando ver al joven de cabello negro aparecer nuevamente. Su corazón palpitaba con anticipación y curiosidad, como si estuviera esperando un llamado que solo ella podía oír.

“¡Lyra! Ven, únete a nosotros!” la llamó su amiga Mara, una chica de ojos brillantes y risa contagiosa. “No te quedes ahí soñando. ¡La noche es joven!”

Con una sonrisa forzada, Lyra se unió al grupo, aunque su mente seguía divagando. La música alegre resonaba en sus oídos mientras la gente bailaba alrededor de la hoguera. Sin embargo, cada vez que giraba la cabeza hacia la entrada del pueblo, su corazón se hundía un poco más al no ver a Orion.

Finalmente, cuando pensaba que la noche transcurriría sin novedades, una voz profunda resonó por encima del murmullo de la multitud. “¡Atención, amigos y vecinos!” Era el anciano Alaric, el sabio del pueblo, quien siempre tenía una historia fascinante que contar durante las celebraciones. “Esta noche es especial; no solo celebramos la llegada de la primavera, sino también la conexión que tenemos con las estrellas”.

Los aldeanos se agruparon alrededor de Alaric, ansiosos por escuchar sus palabras. Lyra se sintió atraída por su presencia; había algo reconfortante en su voz.

“Las estrellas son más que simples luces en el cielo”, continuó Alaric. “Son guardianes de antiguos secretos y portadoras de nuestros deseos más profundos. Esta noche es el momento perfecto para hacer un deseo y enviarlo a las estrellas”.

Lyra sintió un escalofrío recorrer su espalda al escuchar esto. ¿Podría ser posible que sus deseos fueran escuchados? En ese instante, recordó a Orion y lo que había sentido al verlo. Cerró los ojos y formuló un deseo silencioso: *Que nuestras vidas se crucen nuevamente*.

Cuando abrió los ojos, una explosión de luces llenó el cielo; fue entonces cuando las primeras estrellas fugaces comenzaron a surcar el firmamento. La multitud estalló en vítores y aplausos mientras todos levantaban los brazos para hacer sus deseos al cielo.

Fue entonces cuando lo vio: Orion emergió entre las sombras, su figura destacándose bajo la luz plateada de la luna. Su mirada buscaba a Lyra entre la multitud. Cuando sus ojos finalmente se encontraron, todo lo demás desapareció.

“Lyra,” dijo él acercándose con pasos firmes pero cautelosos. “Tu deseo ha llegado hasta mí”.

Lyra sintió cómo su corazón se aceleraba ante sus palabras. “¿Cómo… cómo puedes decir eso?” preguntó con una mezcla de incredulidad y esperanza.

“Las estrellas tienen formas extrañas de conectarnos”, respondió Orion con una sonrisa enigmática. “He venido porque siento que hay algo importante que debemos discutir”.

Alaric continuó hablando sobre leyendas antiguas mientras Lyra y Orion se apartaban del bullicio hacia un rincón más tranquilo del pueblo, donde podían hablar sin distracciones.

“¿Qué es tan importante?” preguntó Lyra mientras miraba a Orion con atención.

“Hay un peligro inminente”, dijo él con seriedad. “Una sombra oscura está despertando en mi reino y amenaza no solo nuestro mundo sino también el tuyo. Necesito tu ayuda para detenerlo”.

Lyra sintió cómo una mezcla de miedo y emoción crecía dentro de ella. La historia que había anhelado vivir estaba justo frente a ella. “¿Qué debo hacer?” preguntó con determinación.

Orion sonrió levemente; había confianza en sus ojos verdosos. “Primero debemos descubrir tu verdadero poder como guardiana estelar. Solo así podremos enfrentar lo que se avecina”.

Mientras miraban juntos hacia el vasto cielo estrellado, Lyra supo que su vida nunca volvería a ser igual. La noche apenas comenzaba.

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Espero que les haya gustado este segundo caitulo..