Como en la alegoría de la caverna de Platón, vemos siempre sombras y creemos que ese es el mundo. De otra manera, muchas veces consumimos vidas que no siempre son la nuestra, vivimos en la comparación constante, nuestra propia naturaleza hace que estemos todos un poco rotos. "Si la naturaleza humana es débil, nadie puede ser perfecto"
El grupo se reúne temprano, algunos aún con el rostro adormilado y el cabello desordenado. Otros, como Noah, ya estaban listos, con su chaqueta bien puesta y una carpeta en la mano.
—Bien —dijo Noah al frente, tomando el control con esa calma que lo caracterizaba— hoy se van a organizar dos cosas: las patrullas del día y los que saldrán mañana a buscar suministros.
—Necesitamos dos parejas para la patrulla interna. para vigilar los pasillos y las zonas comunes. Los demás descansan y se preparan para mañana. El equipo de búsqueda saldrá al amanecer, temprano. Cuanto antes se muevan, mejor.
Jackson cruzó los brazos y levantó la mano.
—Yo patrullo —dijo sin rodeos.
—Hans irá contigo —añadió Noah tras una breve pausa, mirando a su alrededor. Luego miró su hoja de apuntes y siguió—. Finn y Axel, ustedes los cubren en el segundo turno.
—¿Por qué me tengo que quedar? —reclama Finn.
—Tú no puedes ir esta vez —dijo sin mirarlo directamente—. El sistema de cierre del portón trasero sigue fallando. Necesito que lo revises. Además, si algo sale mal mientras estamos fuera, alguien de confianza tiene que quedarse.
Finn chasqueó la lengua, frustrado, pero no protestó.
—Claro. Siempre me toca quedarme con las cosas divertidas —murmuró.
—Bien— Noah habló con calma levantando ligeramente la voz—Mac, Axel, Enzo y yo iremos a la salida. Saldremos a primera hora, antes del amanecer. Iremos por el distrito 3, por lo que recuerdo aún quedan algunas farmacias que no hemos saqueado por completo. El resto se queda y los encargados de patrulla monitorearán todo mientras estamos ausentes. No podemos permitirnos errores esta vez.
Todos bajaron la mirada, algunos se tensaron. Ellos sabían a qué se refería. La última vez no todos habían vuelto todos. Y efectivamente, ello ocurrió, volvieron a caer en cuenta que esto no era un juego y que si se desviaban podrían lamentarlo.
Axel encontró a Natasha ella se detuvo de inmediato al ver la expresión de Axel mientras se acercaba a ella.
—Necesito hablar contigo —le dijo, sin rodeos.
— ¿Pasa algo? —respondió Natasha con su dulce voz forzada. bajó la voz, pero su mirada era de fuego contenido.
—¿Por qué encerraste a Jane?
Natasha abrió los ojos, sorprendida... o fingiendo estarlo.
—¿De qué hablas?
—No te hagas. Sé que fuiste tú. Yo la saqué de ahí y me dijo exactamente lo que hiciste.
—Sí, por favor. Quizás solo se perdió, no es tan difícil extraviarse en ese pasillo.
Axel dio un paso más cerca, le tomó el brazo para asegurarse que no se fuera.
— ¿Qué te pasa? ¿Crees que esto es un juego?
Los ojos de Natasha se aguantaron.
—Ella no pertenece aquí. Nadie sabe de dónde salió, y tú tampoco deberías confiar tan rápido.
—Yo decidí en quién confiar —dijo él, firme—. Y si vuelves a ponerle un dedo encima a Jane, te juro que esta vez no me voy a quedar callado. No juegues con fuego, Natasha. No mientras estemos rodeados de cenizas.
Y se fue.