El susurro del fin

ES MEJOR CALLAR

La felicidad no es una promesa, es una formación del presente. Nuestra condena es padecer cuando las cosas no salen como esperábamos por motivos que no dependen de nosotros. "Decidir siendo consciente de que quizá nada salga como lo esperábamos, esa es la tragedia de ser responsable de nuestra felicidad"

El sótano era húmedo y frío, con el eco de cada paso. Las linternas que llevaban Mac y Sol apenas alcanzaban a iluminar más allá de un par de metros.

—No hay nada por aquí —dijo Sol en voz baja, observando cada rincón—. Pero igual hay que dar una vuelta más.

Mac asintió y en eso de su mochila saca el cuaderno.

—Sol... esto lo encontramos esta mañana, Finn y yo. Estaba entre unas cajas, fuera de la fábrica.

Sol lo tomó con sorpresa, lo abrió con desconfianza, ella sabía de quien era ese cuaderno.

«Él siempre está ahí cuando todo se desmorona. Como si lo planeara. Lo que viene no es nuevo para nadie»

—Lo que viene no es bueno para ti...—repitió Mac, con un pequeño cambio, no es que la haya escuchado mal, es que esa frase ya la había visto antes, si... cuando todo empezó...

—Él... siempre está ahí cuando todo se desmorona... —repitió en voz baja—. ¿Te das cuenta de lo que significa esto?

Mac giró a verla. Las luces empezaban a tiritar, como escena de una película de terror mal hecha ¿qué era eso? ¿y ese ruido?

—Se refiere a...

Un golpe seco interrumpió sus palabras. Fue como si algo hubiera caído al otro extremo del pasillo. Ambas se giraron, alertas. Sol apenas alcanzó a levantar la linterna cuando un zombi se lanzó sobre ella con una velocidad inesperada.

- ¡SOL! —gritó Mac, pero fue inútil.

Sol cayó al suelo gritando con fuerza. Mac dio un paso para ayudarla, pero notó como el leproso ya la había mordido en gran parte de su cuello.

—me mordió... ¡Corre, Mac! ¡CORRE!

Mac dudó por un segundo. Luego giró y corrió, los pasos retumbando por el sótano. Corrió como nunca a lo largo de ese pasillo, era interminable, escuchaba sus latidos cada vez más fuerte, su mano tomaba su pecho con fuerza, le dolía, sus piernas temblaban y su mente daba vueltas. No podía permitirse caer ahora, no aún.

—¡Cuidado! —dijo una voz conocida.

Una linterna se alzó. Era Noah.

Mac se detuvo en seco, jadeando, y en cuestión de segundos, él ya tenía un arma levantada, disparando hacia la criatura que la seguía. El cuerpo del zombi cayó con un golpe seco. Mac se desplomó en los brazos de Noah, ya sin fuerzas.

— ¿Qué pasó? —preguntó Noah, acercándose con el ceño fruncido—. ¿Dónde está Sol?

Mac lo miró, todavía en shock, pero no respondió.

Todavía no.



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En el texto hay: darkromance, thirller, enemy to lovers

Editado: 19.08.2025

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