El talismán.

Capítulo 8.

Sus ojos se movieron rápidamente observando sus opciones.

Podía intentar correr y esconderse para ocultar el talismán de Nathaniel, pero ya no había mucho lugar donde pudiera ocultarse, así que probablemente no era una buena idea.

Quedaba la opción también de batirse a duelo contra Nathaniel, aunque tampoco parecía una opción viable porque el Awwim tenía más experiencia en batalla que Alissa.

  ─Estoy harto de ser buena persona contigo, niña─Nathaniel caminó hacia ella lentamente─, ese talismán nos pertenece, éste mundo nos pertenece, ustedes son los intrusos, así que más te vale que me lo des de una vez.

  ─El talismán no es suyo, no es de ninguno de nosotros, en realidad─Alissa miró de reojo a Evana─, sí lo quieres vas a tener que matarme, porque no hay otra forma en la que permita que te quedes con esto.

Por dentro estaba temblando, sabía que con lo acababa de decir, había firmado su sentencia de muerte, definitivamente había elegido la segunda opción y, tal como había pensado, no había sido lo adecuado.

Evitó mirar a las pocas personas que se habían detenido a ver la confrontación.

  ─¿Así que lo único que debo hacer es acabar contigo?, va a ser mas sencillo de lo que creí entonces─sonrió con malicia─, al contrario de lo que puedas creer, no eres nadie, sí estás aquí es porque haz tenido suerte, pero se acabó.

Le lanzó una daga potestad directo al pecho.

Alissa cerró los ojos esperando el impacto, pero no llegó.

Cuando sus párpados se levantaron se encontró con la daga suspendida frente a ella sin moverse mientras una especie de luz verde la envolvía.

  ─¿Se aferró a ti?─susurró Nathaniel con sorpresa─, pero ni siquiera tienes sangre de ángel corriendo por tus venas, es imposible.

Alissa frunció el ceño y miró el talismán que había comenzado a calentarse, esa distracción sirvió para que Nathaniel llegara hasta ella y la tomara del cuello, pero su agarre no duró mucho, el sonido de su piel quemándose lo hizo soltar un grito de terror antes de dejarla libre.

  ─Sí no puedo llegar hasta ti, lo haré con ella─Nathaniel lanzó una flama directo a donde estaba Evana, Alissa no pudo reaccionar a tiempo, pero aún así, un campo de fuerza apareció protegiéndola.

Cora, o mejor dicho, Delilah, mantenía el rostro concentrado para evitar que el campo de fuerza se debilitara.

  ─¿Qué estás haciendo, Cora?─le dijo el hombre con furia─, destrúyela ahora.

  ─Mi nombre es Delilah, pero eso ya lo sabías, ¿o es que ni siquiera te molestaste en averiguarlo?.

Nathaniel comenzó a reír.

  ─Así que al final lo haz descubierto─dijo mientras a ella se le tensaba todo el cuerpo.- fue muy fácil apartarte del lado de tus padres, aunque tampoco te buscaron tanto, fue un alivio para ellos no tener que lidiar contigo.

  ─Eso no es verdad─los brazos de Delilah empezaron a temblar─, ellos me buscaron durante años, ellos me querían.

  ─¿Quién podría quererte?─Nathaniel puso sus manos en su espalda sin apartar sus ojos de la pelinegra─, eres insoportable y una inútil, por eso le haré un favor al mundo.

Lanzó una estaca de hielo que impactó en el brazo de Delilah haciéndola caer dejando desprotegida a Evana.

Alissa sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al oír a Kyle gritar y correr en dirección a su hermana.

  ─Ahora sigues tu─miró a Evana─, los traidores no pueden formar parte de nosotros.

  ─No voy a dejar que la toques─Alissa llamó la atención de Nathaniel─, ya te lo dije, matame, de otra forma no vas a obtener lo que tanto quieres.

  ─Te crees muy valiente, ¿no es así?, pero sí no tuvieras el talismán colgando de tu cuello, ya estarías muerta.

  ─Entonces no lo usaré─pasó la cadena por su cabeza y lo lanzó al suelo, muy cerca de Evana, le dio una mirada significativa antes de mirar de nuevo a Nathaniel─, mátame y será tuyo, nadie va a oponerse, una vida es lo único que te separa de lo que tanto anhelas, así que hazlo.

El Awwim sonrió confiado, lanzó una esfera de energía que Alissa bloqueó con facilidad, ella a su vez lanzó una estaca que no pasó ni cerca de Nathaniel.

Los ataques iban y venían, Alissa sentía que se le estaba acabando la energía, pero no dejaba de moverse, intentando seguir con vida.

Nathaniel formó un látigo de fuego y logró hacer caer a Alissa al suelo, sacó otra daga potestad de entre su ropa y se acercó a ella.

  ─Hazlo─dijo muy segura sin apartar la mirada de él─, hazlo, hazlo─el Awwim sonrió saboreando su victoria, pero estaba tan concentrado en Alissa que no notó a Evana alzando la daga potestad que había lanzado antes y luego clavándola repetidamente en el talismán haciendo que un sonido raro saliera de él.

Una especie de serpiente de luz salió de el talismán y comenzó a atravesar a todos los Awwim en el lugar haciéndolos volverse cenizas, Nathaniel ahogó un grito cuando la luz al fin lo alcanzó.



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Editado: 31.03.2018

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