─¿Y sí decide que ya no me quiere y me deja plantada?─Leyla se sentó en la cama mientras comenzaba a hiperventilar.
Era la noche antes del día de la boda entre Leyla y Connor, los abuelos Saintcox habían ofrecido albergar a los Orwell en la mansión para que pudiera ser más fácil evitar que él la viera en el vestido de novia, pero, a pesar de que ya era muy tarde, los nervios de la morena no la dejaban dormir y a Alissa tampoco.
─Eso es imposible y ambas lo sabemos─se frotó los ojos con cansancio─, Connor te adora y tu a él, estás siendo paranoica.
─No estoy siendo paranoica─Leyla se tapó la cara con las manos─, podría pasar, quizá esté cansado de mi y decida no casarse conmigo.
─No lo dices enserio, ¿cierto?─Alissa tuvo que contenerse para no rodar los ojos─, Connor no podría cansarse de ti, son el uno para el otro cualquiera con dos dedos de frente lo sabe.
─Ya, pero...─un golpeteo en la ventana de la habitación la interrumpió─, ¿qué ha sido eso?.
Alissa hizo a un lado las cortinas y encontró a Kyle sonriendo al otro lado del vidrio.
─¿Qué haces aquí?─preguntó en cuanto abrió la ventana─, sí mi abuelo o mi padre te ven...
─Sé que van a matarme, pero me estoy arriesgando porque ya no lo soporto─rodó los ojos─, ¿vas a dejarnos pasar?.
─¿Dejarnos?─se hizo a un lado y miró con el ceño fruncido como Kyle y Connor entraban por la ventana.
─Bien, aquí está, no ha huido del pueblo, no va a dejarte plantado, ¿ya estás mejor?─recitó con aburrimiento.
─¿Connor?─Leyla se acercó al muchacho y lo rodeó con sus brazos, Connor tardó en reaccionar, pero, finalmente, le devolvió el gesto.
─Lo lamento, pero tenía que verte, tenía tanto miedo de que...
─Si, bueno, nosotros nos vamos a otra habitación─Kyle se encaminó a la puerta─, de verdad, hermano, te quiero, pero tienes grandes problemas de inseguridad─Alissa lo detuvo antes de que terminara de salir del lugar.
─Espera, espera─lo tomó del brazo─, se supone que ninguno de ustedes debería estar aquí, sobretodo tu─señaló a Connor.
─Vamos, no le hacemos nada a nadie, Connor y yo saldremos a primera hora y nadie va a notar que estuvimos aquí, ¿de acuerdo?.
─Vale, pero a primera hora tienen que estar fuera─los señaló alternadamente.
Kyle y Alissa salieron de la habitación y entraron rápidamente en el primer cuarto vacío que encontraron, ella agradeció mentalmente el que su abuela mantuviera preparadas todas las habitaciones de la mansión.
─No tienes ni idea de lo mal que estaba Connor con todo eso de que Leyla se arrepentiría en el último segundo─suspiró─, no logré que dejara de dar vueltas por mi habitación.
─No entiendo por qué están tan alterados, es decir, sí se han comprometido es por algo, ¿o no?─sonrió─, son el uno para el otro, no hay pareja más ideal que ellos.
─No, yo creo que te equívocas─se acercó a ella y entrelazó sus manos─, nosotros somos destino, nadie es más ideal que nosotros, eso es un hecho.
─Ya, lo cierto es que no sé sí es así en realidad o si sólo eres tu hablando con el orgullo de los Roadlight─sonrió divertida.
─Puede ser un poco de ambos, ¿no?─se encogió de hombros mientras sonreía.
─¿Así que dejaste a Elena y a tu hermana solas?─dijo después de un rato de silencio.
─No exactamente, Eithan se quedó en la mansión con ellas.
Alissa lo miró raro.
─¿Por qué Eith estaba en la mansión a estás horas?.
─Es por Elena, tiene pesadillas y no puede dormir a menos que él esté cerca─hizo una mueca─no es que me agrade dejarlos sólos en la misma habitación mientras todos duermen, pero...
─Ya, entiendo─suspiró─, creo que va a ser difícil para ella superar lo que sucedió, sobretodo teniendo pesadillas.
─¿Aún las tienes?─Alissa lo miró confundida─, las pesadillas me refiero, ¿aún las tienes?.
Ella negó levemente.
─Hace mucho que no, pero recuerdo que era complicado.
─¿Sabes?, desde el primer momento en que te vi, creí que eras una de esas chicas que sólo se preocupan por ellas mismas, pero cuando te oí gritar a mitad de la noche, siendo tan vulnerable, me di cuenta de que había más debajo de esa fachada de chica ruda─ambos se recostaron en la cama y Alissa se recargo en el pecho de Kyle─, cuando me hablaste sobre lo que la orden había hecho, me di cuenta de que quizá no éramos tan diferentes, así que me prometí que te ayudaría.
─Y lo hiciste─suspiró─, no habría podido hacerlo sin ti.
─Claro que hubieras podido, ese es el punto, quería protegerte y al final fuiste tu la que me salvo─comenzó a acariciarle el cabello─, me enamoré de ti, Alissa, pero después de lo que sucedió con el hermano de Leyla creí que no tenía oportunidad─hizo una pausa─, ¿recuerdas el día del baile de máscaras?─ella asintió─, Leyla hizo algo para cambiar mi aspecto y te pregunté de qué color veías mis ojos.