V. EL SOBRESALTO DE MIGUEL

-Vaya Yuri eres hermosamente puntual.

-Gracias Miguel y tú muy atento, me encanta como se te ve esa polo café, combina con tus ojos, los resalta.

-Eres buena para intimidar a un hombre, vamos a comer o me meteré en aprietos.

En el restaurante Miguel se enfocó en el interrogatorio.

-Platícame de ti Yuridia, ¿aquí naciste?, ¿tienes novio?, ¿hermanos, padres?, ¿cómo es tu relación con Chantal?

Yuridia se sorprendió con tantas preguntas, suspiró para poder responderlas.

-A pues verás, nací en los Pinos, y nos venimos a vivir aquí cuando mis padres murieron, mi abuela no soportaba el dolor, así que quiso alejarse, no fue mucho, pero aquí estamos, no tengo novio. Tengo un hermano mayor, se llama Eduardo, lo conociste ayer, es el mejor hermano de todos, y de Chantal es mi hermana espiritual, ya sabes.

-Espiritual, que curiosa palabra.

-Oh perdona, creo mucho en esas cosas, no te quiero parecer rara así que mejor cambiemos de tema.

-No para nada, de hecho a mí una vez se me apareció Dios en un sueño.

-A mí también, tenía una entrevista de trabajo y estaba tan nerviosa que recé, me quedé dormida y Dios me dijo que todo saldría bien.

-¿Y así fue?, ¿te dieron el empleo?

-No, pero me fué bien porque tuve tiempo para estudiar un extraordinario y lo pasé-. Rieron.

-Eres muy graciosa, eres buena persona Yuridia.

-Gracias Miguel, ¿y a ti cómo se te apareció Dios?

-Tenía un problema y recé y Dios me dió instrucciones sobre cómo resolver ese problema.

-¿Y se te resolvió?

-En eso estoy, en eso estoy.

A Yuridia le pareció raro el tono en el que su acompañante le dijo eso, no hizo mucho caso y disfruto de la comida.

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-Deberíamos dejar de besarnos-. Chantal temblaba.

-¿Por qué?-. Guillermo también temblaba.

-Porque somos amigos, y esto no está bien, yo no soy así.

-Lo sé, pero eso se arregla-. Guillermo se hincó.- ¿Chantal, quieres ser mi novia?

-¿Qué? No, en tu cuarto no, es muy poco romántico.

-Pero si ya estamos aquí, ¿para qué esperar?

-Quiero que sea algo romántico, planea algo para mañana.

-Mañana tenemos clases y yo voy al Jet Kune Do, no puedo entre semana.

-Entonces olvida lo que pasó.

Tomó sus cosas y salió de prisa.

“¿Por qué complicas las cosas Chantal? ¿Acaso no te importa lo que siento?”. Guillermo se sentía abatido por la obra de su amiga.

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Yuridia y Miguel caminaban por el centro, el trabajo de Miguel estaba hecho, sólo quedaba pasar el reporte y comenzar con la extracción del Omnes. Miguel bajó la guardia por un segundo y descuido su andar,  tropezó con el borde de una maceta, Yuridia lo jaló antes de que un camión de mudanza lo atropellara. Miguel se quedó pasmado en el suelo.

-¿Miguel estás bien?