El Talisman Divino

IX. JOFIEL RECUPERA LA MEMORIA

Cuando Guillermo pudo reaccionar estaba en la sala de la Parroquia de San Francisco de Asís. Detectó dos caras que conocía perfectamente.

 

-¡¿Eres tú?! ¡traidor!-. Gabriel se le dejó ir a Guillermo y éste reaccionó, al comenzar la pelea Zadquiel y Samuel lograron separarlos.

 

-¡Calmados hermanos! Este no es el momento-. Exclamó Zadquiel.

 

-¿Me quieren decir que pasa? ¿Por qué me trajeron aquí?-. Guillermo estaba disgustado.

 

-Guillermo tu verdadero nombre es Jofiel, y eres un arcángel-. Respondió Samuel.

 

-¿Estás bromeando?, ¿esto es una clase de secta?-. Preguntaba atónico mientras miraba a su alrededor.

 

-Nada de eso, en una misión nos traicionaste y después de eso no supimos de ti-. Aclaró Miguel.

 

-Traición es una palabra desagradable hermano Miguel, más bien digamos que fue un desvió de intereses-. Intervino Samuel.

 

-Jofiel, ¿en dónde has estado todo este tiempo?, ¿sabes algo de Luzbell?-. Se le acercó con calma Zadquiel, como si quisiera apaciguar un cachorro asustado.

 

-No entiendo nada de lo que me preguntan, yo no soy ese del que hablan-. Guillermo quería aclarar que estaban en un error.

 

-Samuel, necesitamos que nos aclares algunas cosas, ¿cómo sabes que éste es Jofiel?-. Uriel quería calmar las cosas.

 

-Es fácil, a pesar de que estamos conectados, el tiempo hace conexiones más fuertes, así como Miguel y Gabriel están conectados por afinidad de energía, así también Jofiel y yo.

 

-Nuestro hermano-. Zadquiel miró de pies a cabeza a Samuel. –Nuestra hermana estuvo en el Tíbet, los monjes fueron sus maestros terrenales para estar en perfecta conexión con nuestra parte espiritual, por eso, ella pudo detectar la energía de Jofiel.

 

-¿Y por qué niega que es él?-. Gabriel seguía molesto.

 

-Hay Gabrielito, cuando te materializas eres muy tontito, es evidente que al unirse al ejercito de Luzbell, Yahvé quiso protegernos y bloqueó las memorias pasadas de Jofiel para no transferir información.

 

-Samuel, ¿existe una manera de volverle la memoria?-. Zadquiel quería solucionar el problema. Samuel dio un paso atrás y tragó saliva. -¿Qué pasa?

 

-Sí hay una manera, mejor dicho dos maneras.

 

-¿Y cuáles son?-. Preguntó Miguel, Uriel miró a Samuel y se mordió el labio.

 

-Samuel habla-. Exigió Zadquiel.

 

Guillermo los miraba íntegramente confundido, no entendía que estaba pasando, podía creer que era una treta de Gabriel para alejarlo de Chantal.

 

“¡No puede ser! ¡Chantal!, maldita sea, va estar imaginando cosas que no son, es tan tonta que…”. Sus pensamientos fueron interrumpidos con la respuesta amenazante de Samuel.

 

-La opción uno es matarlo para que se regenere y esperar décadas para que pueda volver a materializarse, de esta manera corremos el riesgo de que cuando se materialice lo haga en La tierra o en otro planeta, o peor aún, en otra galaxia.

 

-¿Y cuál es la segunda opción?-. Preguntó Guillermo temiendo que lo asesinaran por algo de lo que no estaba seguro que pasaba. Samuel miró a todos sus compañeros y se sonrojó al decir la segunda opción.

 

-Un beso en los labios.

 

Todos se miraron entre sí, no sabían si asustarse o reír. Guillermo sintió que las piernas le temblaron y decidió sentarse antes de desplomarse en el suelo.

 

-¿Cómo es que un beso puede lograr tal cosa?-. La sorpresa de Zadquiel era inquietante.

 




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