El Tarotista

Capítulo 5 ( Parte 6)

Se procede a indicar los actos realizados por la Policía Judicial: inspección en el lugar del hecho, entrevistas e interrogatorios. Además, identificarán, recogerán, embalarán técnicamente los elementos materiales probatorios y la evidencia física, y registrarán por escrito la grabación magnetofónica o fonóptica de las entrevistas e interrogatorios y se someterán a cadena de custodia:

SOSPECHOSOS

Nombre y apellido: Samuel Camacho

Edad/años: 43 años

Sexo: Masculino

Relación con la víctima: Amigo de la víctima

Nombre y apellido: Victor Camacho

Edad/Años: 38 años

Sexo: Masculino

Relación con la víctima: Amigo de la víctima

Tras la nueva evidencia se tiene como sospechosos a los hermanos Camacho, quienes al parecer obran en sincronía; aunque es Samuel quien lleva el rol de acción, mientras, su hermano solo está como convidado de piedra.

INVESTIGACIÓN SOBRE LOS SOSPECHOSOS

SAMUEL CAMACHO

(43 años)

Nacido en Ciudad de Ivazú el 25 de octubre de 1970. Hijo biológico de un abogado adinerado que responde al nombre de Igor Camacho —dueño y director del Bufete de Abogados y Asociados— y de Hilda Peláez, ama de casa. Vivió sus primeros cuatro años en casa de sus abuelos maternos. Durante este tiempo creyó que sus abuelos eran sus padres.

Luego de comprobársele maltrato animal fue expulsado del primer colegio, pues los curas le encontraron bajo las tablas de su habitación cadáveres cercenados de animales, tanto del centro educativo como de lugares aledaños. Debido a lo anterior, estuvo en seis colegios más hasta que su padre decidió enviarlo en calidad de interno a una academia militar en donde permaneció hasta que obtuvo su grado de bachiller y luego, fue enviado al exterior a estudiar Medicina, carrera que no terminó dada su situación médica mental: la psicopatía.

Es el mayor de tres hermanos del matrimonio y de uno fuera de este. Se rumora que asesinó a su hermano menor tras un ataque de celos. También, se le señala por la muerte de su padre en un hecho accidental de asfixia con gas carbónico y del suicidio de su madre, pero nunca ha podido comprobársele alguno de ellos.

Durante los primeros años de su enfermedad, ya aceptada y repudiada por su padre y madre. A los que detestaba, según fuentes cercanas. Se aficionó a la magia y a lo sobrenatural, en recuerdo de un viejo amor. Con el tiempo los conceptos y enseñanzas de esta práctica le apasionaron por el poder que genera saber el destino. Tener el control sobre una mente débil dispuesta a la manipulación.

En la actualidad, es un paciente externo de la entidad mental San Juan Apóstol y dueño mayoritario de la misma y de una firma de abogados muy conocida a nivel nacional e internacional.

No se le conoce novia, amante o mujer alguna. Tampoco se sabe si es homosexual. Pero, algunos dudan de sus gustos sexuales porque tiene como fetiche ciertas ropas femeninas relacionadas con roles mágicos y de poder. Es ferviente creyente del Wicca. Tuvo un amor de niñez, se desconoce el nombre, pero se sabe que lo marcó hasta el día de hoy.

VÍCTOR CAMACHO

(38 años)

Ana solo necesitó leer el nombre para darse cuenta de que no quería leer más sobre aquella familia, los recuerdos que le despertaban, que quiso olvidar en ese fatídico año de 1986.

—Dime a grandes rasgos, ¿quién es?

—Un gilipollas, opacado por su hermanastro, contesta Caballero.

—No quiero leer a Igor Camacho, pero, ¿qué fue de él?

—Rico hasta la podredumbre, mala relación con sus hijos y esposa, cargos por abuso sexual y muerte accidental.

Ana mira las investigaciones y trae a su mente el nombre “Igor” como un identificador de mala suerte.

—¿Qué sobre Orlando Páez y su relación con los Camacho?

—No mucho. Empleado de confianza del viejo Igor, lambeculos y poseedor de secretos.

Ambos están en silencio, sin embargo, afuera y pese a la hora se siguen escuchando voces. No hay signos de que la madrugada hubiera avanzado. Ana continúa sentada frente al escritorio con las manos sobre los papeles leídos. Caballero sigue escribiendo, haciendo una especie de lista de los sospechosos recurrentes en cada asesinato del tarotista. Ha sacado de la clasificación a aquellos implicados que únicamente puedan ser señalados por una sola de las características. Los otros, desea evaluarlos por los tres requerimientos para un crimen: motivo, medio y oportunidad.

Es en este punto de la investigación en donde las entrevistas se dejan a un lado y aparecen los interrogatorios. Quiere saber con qué cuenta para sacar verdades y determinar si Samuel Camacho es o no el autor y ejecutor real de todos los asesinatos.

Ana observa a su compañero enfrascado en su escritura, sin prestar mayor atención a su presencia. Baja las pupilas y se estrella con el nombre de Dalí. Lo recuerda a través de sus memorias, pero también por la faceta que descubrió mediante sus cartas y diario. Ese ser humano que pensó extirpado. Ahora la atmosfera se le hace asfixiante. Se levanta con torpeza de la silla haciéndola chirrear, Caballero se distrae y detiene su escritura:



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En el texto hay: misterio, crimenes, tarot

Editado: 13.01.2025

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