El temple del vacío

Capítulo 6 – El frio de Hel

Al caminar un poco más noté cómo el vacío no desaparecía, como si no hubiese nada de frente, parecía un recorrido infinito y al girar atrás no había rastro de aquel lago. Pero al caminar un poco más vi cómo en la bruma se podían distinguir unos enormes ojos, un brillo naranja pero distinto, un color peculiar y al dispersarse la nube por completo se fue viendo su enorme figura.

Era algo extraño, no era un coloso ya que en su cuerpo se podían distinguir plumas, un gran pájaro, un cuervo gigantesco, con unas alas inmensas las cuales usaba como su manto, estaba situado sobre un trono de escarcha observándome. Este por un momento abrió sus alas y en vez de dos eran cuatro ya que tenía unas adicionales en la parte baja de su espalda.

Aleteó fuertemente, haciendo que toda la penumbra se fuera en un instante y pude ver cómo debajo de su aposento se encontraba un enorme abismo, un negro profundo parecido al de la sombra.

Pude notar cómo el ave estaba encadenada por una de sus patas y su cadena iba más allá de ese agujero, se veía desesperada porque agitaba rápidamente sus dos pares de alas haciendo que la brisa se vuelva brusca y cuando ella decidió rendirse, retrajo sus alas haciendo que ese ventarrón me empujara hacia ella, haciéndome caer al hoyo.

Al caer cada rastro de color iba desapareciendo, haciendo que el negro se apoderara de mi alrededor. Caí pero no sentí el duro golpe del suelo, porque más que piso, era una nube negra que intentaba tragarme. Hice un poco de fuerza para poder levantarme y no dejarme arrastrar por esa oscuridad.

Miré hacia delante y pude ver cada uno de los horrores que sucedían, sombras por todos lados, corriendo y huyendo de algo que los asecha desde abajo, todos sus ojos son naranjas brillantes pero al momento en que son atrapados por el suelo, su luz se iba apagando más y más, sus gritos expresaban su dolor al sentir cómo su alma era arrebatada por algo perverso y su cuerpo vacío era tragado lentamente.

Las sombras intentaban huir pero parecía inútil, algunas desesperadas intentaban trepar buscando una salida, viendo hacia arriba donde se podía ver un punto de luz blanca que los motivaba a escalar, pero caían y el duro golpe con el suelo hacía que no se levantaran más, era un horror lo que estaba viendo.

Pasaron unos minutos en los cuales me quedé congelado viendo dicho caos y sentí cómo mis pies bajaban lentamente, siendo jalados por la penumbra, intentaba moverme, intentaba huir, pero era completamente inútil.

Al bajar poco a poco se sentía cómo el frío se colaba por cada una de mis entrañas hasta el más profundo calcio de mis huesos, era como si me estuviese acariciando con amor la misma muerte. A mi alrededor pude ver cómo las sombras cautivas jalaban de las cadenas que apresaban al enorme cuervo.

Se escuchaban sus gritos desgarradores y de dolor, su angustia y melancolía, conscientes de que no había salida de su nueva prisión. No había suelo, era un lago de hielo pero este era distinto, no era azul ni gris, era negro, un color que parece vivir aquí, representando el miedo y tormento de cada uno de los habitantes de este perverso mundo.

¿Qué las arrastraba? Parece que las apresadas arrastraban a las de arriba, pero sigo sin entender su objetivo. ¿Por qué lo hacen? Pero en ese momento de duda y horror pude notar su presencia, sus ojos blancos y brillantes se destacaban sobre el resto, como un sol rodeado de pequeñas estrellas.

Seguía haciendo lo mismo de siempre, mirarme fijamente, mirando mi interior como si deseara algo de mí. Ella parecía ser la orquestadora de dicha barbaridad. ¿La tortura de todos aquí le dará placer? Porque se ve cómo hace que su boca salga, dibujando una sonrisa diabólica de mejilla a mejilla acompañada de unos colmillos que aclaman carne.

Desperté, pero el día aún no llegaba, faltaban un par de horas para que el sol saliera por completo, aunque no debía preocuparme, era sábado así que no tenía a dónde ir. Vi mi cuaderno sobre mi escritorio y me dispuse a escribir un poco, aunque en mi cabeza aún seguían muchos pensamientos que pertenecían a mis extraños sueños, también estaban allí en mi mente aquellos que se me presentaban todos los días.

Así que tomé el lápiz y empecé a escribir:

Una coraza vacía

A veces no comprendo por qué no se va esa sensación, ese sentimiento muerto que me persigue sin cansancio, esa falsa esperanza que se desvanece al poder ver la realidad, de que no importa cuánto hagas o qué tan bueno o inteligente seas, no aparecerá una persona, un simple amigo que te quiera de manera perpetua, no por un rato, no cuando esté aburrida y no tiene nada que hacer, aquella persona que quiera leer mis textos y que aunque sea mentira me diga que sean buenos.

Pero al final me doy cuenta que dicha alma no existe gracias al asco que da la mía, que parece que cada una de mis cartas, poemas y libros no serán leídos porque nadie les da valor, les puedes entregar el papel en sus manos pero siempre habrá algo que se los impida leer. ¿Qué tan ocupado tienes que estar para no leer un par de páginas que representan mi dolor? El que doy con cariño esperando esa retribución, ese abrazo con ganas y no por obligación, esa sensación de amor, ese obsequio que no pido y ese beso en mi frente que necesito. ¿Por qué nadie está presente para verme con un poco de brillo en vez de lástima? Porque no existe esa persona la cual desee que estés ahí y que no seas un objeto al cual usar cuando se presente un poco de aburrimiento. ¿Por qué todos son tan secos e insensibles? Que se ríen con cualquiera pero se alejan de ti, que hacen cualquier cosa para no leer un poco de tu sensibilidad, que te tratan como escoria y como la viviente basura de la humanidad. ¿Acaso me lo merezco, acaso no debo recibir ni un regalo que me haga sentir especial, una caricia sin incomodidad? Siento cómo el vacío se apodera de mi cuerpo, porque parece que la ausencia de mi amor hace que tenga un espacio suficiente en el cual resguardarse, parece amarlo, parece quererme, parece ser lo único que ve ese valor que tengo, que lo ve con una luz de amor y no de desprecio.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.